Cuando falta un mes para las elecciones en Bolivia, el partido de gobierno, Movimiento Al Socialismo, es el seguro ganador, según las encuestas. Las cuatro agrupaciones políticas que lo siguen sólo aspiran a conseguir las mejores condiciones para su representación parlamentaria. Respaldado por el movimiento campesino y a partir de mejoras notorias en la distribución del ingreso y los indicadores sociales más sensibles, Evo Morales, en el gobierno desde 2006, busca una nueva reelección.

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza y la indigencia en Bolivia se redujeron a la mitad desde el año 2000 y su descenso fue pronunciado en particular a partir de 2005. Mientras que 63,7% era pobre en 2.000, en 2011 esa cifra cayó a 36,3%. También la desigualdad se redujo en Bolivia. El Índice de Gini pasó de 0,643 a 0,472, lo que indica una mejoría de 27% en la distribución del ingreso en la sociedad. Mediante transferencias a los sectores más vulnerables, en particular a madres solas con niños a cargo, escolares y adultos mayores, los excedentes derivados de la nacionalización de empresas productoras de hidrocarburos y de servicios llegaron a la población, que tradicionalmente no participaba de los beneficios económicos.

No sólo han mejorado los indicadores sociales. La economía crece por encima del promedio regional y continúa estable. Con un crecimiento de 6,8% en 2013 y de 5,5% que se prevé para este año, Bolivia es vista como un ejemplo para los países muy pobres “en vías de desarrollo” y ha dejado de ser el país más pobre de América Latina. El crecimiento registrado por la economía en 2013 fue la tasa más alta de la historia y fue posible gracias al dinamismo del sector de los hidrocarburos, que exporta casi toda su producción a Brasil, y a una fuerte demanda interna, sobre todo proveniente del sector público.

Bolivia muestra un superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, aunque en 2013 fue menor que el año anterior. Esto permitió un aumento en las reservas internacionales del país, que han sido instrumento de las políticas sociales e industriales. Con una parte de esas reservas se capitalizó un nuevo fondo para apoyar el desarrollo del sector productivo del país. De acuerdo con datos de la CEPAL, Bolivia registra un notable crecimiento de las importaciones de bienes de capital, sobre todo por la expansión de la inversión durante 2013. De todas maneras, salvo por la expansión que registran las exportaciones de gas natural, se produjo una fuerte caída de las ventas al exterior de desechos y amalgamas de metal precioso, con lo que el total de las exportaciones totales sólo registró un leve incremento de 2,3%. Algunas de las dudas sobre la capacidad de seguir creciendo a estas tasas proviene del peso que Argentina y Brasil tienen como compradores de gas natural. Ambas economías, particularmente la argentina, esperan una desaceleración de su actividad y representan 53% de las ventas externas bolivianas.

La inflación, que aumentó significativamente durante el año pasado y llegó a 6,5% en diciembre debido a problemas de la oferta de alimentos y, en menor medida, al dinamismo de la demanda interna, representa otra amenaza al proceso económico boliviano.

Otro de los logros que Morales puede exhibir es el acuerdo de la empresa petrolera boliviana con la gigante brasileña Petrobras, que ponen fin a divergencias que se arrastran por años. Las empresas de ambos países firmaron semanas atrás un acuerdo definitivo, que incluye un nuevo contrato de compraventa de gas natural que establece un pago retroactivo de Petrobras a favor de Bolivia por 457 millones de dólares. Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos reconoce a su vez el pago de multas por fallas de suministro de gas entre 2001 y 2012.

El documento dispone un nuevo punto de entrega del combustible en Santa Cruz, frontera con Brasil y la reducción del poder calorífico del gas natural, lo que va a ayudar a canalizar inversiones brasileñas para extraer licuables del flujo de gas. Además, Bolivia enviará 2,24 millones de metros cúbicos por día para la termoeléctrica Mário Covas de Cuiabá, con un precio inicial de 10,24 dólares por millón de BTU (unidad térmica).

Por otra parte, siguen pendientes algunas reformas, como la del sistema judicial, y solucionar la baja inversión en el débil sistema de salud, y también asuntos de política internacional, como el acceso soberano al mar que reclama el país. En materia económica, el gobierno de Morales ha recibido críticas de organismos internacionales que apuntan a la necesidad de tener políticas orientadas a diversificar la economía e incentivar las inversiones privadas.