Luego de comunicarlo en una declaración a la prensa sobre las 17.00, Larrañaga llamó a Mujica con tres objetivos: “demostrarle que nosotros tenemos vocación de diálogo”, “insistir sobre el tema del debate” y “conversar con él sobre el clima electoral, para determinar cuáles son las cosas que generan dificultades”. Mujica le hizo saber que será el comando electoral del FA el que decida si aceptar o no, lo cual podría saberse hoy.

Espejito rebotador

El comando político del Frente Amplio analizó en la mañana de ayer la marcha de la campaña y las repercusiones del caso Feldman. Se concluyó que los hechos sucedidos desde el hallazgo del arsenal desviaron el eje de la discusión, impidiendo que ésta se centrara en los programas y las propuestas. No obstante, consideraron que al Partido Nacional “le salió el tiro por la culata”, sobre todo a partir de la interpelación y la posterior demostración de que varios de los datos presentados por el diputado herrerista Gustavo Borsari eran falsos.

A eso se suma la declaración de dirigentes nacionalistas que discrepan con la actitud que ha tenido su partido en este episodio (ver nota central). “Fue un fiasco que, puesto al descubierto, va a afectar fuertemente a un conjunto de gente que pensaba votar a Lacalle”, opinó por su parte el senador comunista Eduardo Lorier.

Enrique Rubio, líder de la Vertiente Artiguista, explicó que de ahora en más la campaña frenteamplista buscará retomar la senda de las propuestas. En los próximos días se conocerán los nombres de las personas que integrarán los grupos de trabajo en educación, medio ambiente, energía, seguridad y economía. Ayer en el comando se dio un “ultimátum” a los sectores que aún no aportaron nombres para que lo hagan, y luego la fórmula tendrá la última palabra. Pero el objetivo es anunciar los integrantes el lunes. “Hay interés político en que esto empiece a funcionar ya”, precisó Rubio. Algunos de los nombres que se manejan son el ministro de Vivienda, Carlos Colacce, y la directora nacional de Medio Ambiente, Alicia Torres, para medio ambiente; el ministro de Industria, Raúl Sendic, el ex titular de la misma cartera Daniel Martínez, y el ex subsecretario de Industria, Gerardo Gadea, para energía. El ex jefe de asesoría macroeconómica del Ministerio de Economía, Fernando Lorenzo, encabezará el grupo de economía y el senador Eduardo Bonomi el de seguridad. Por otra parte, la semana próxima empezará a emitirse por televisión y radio publicidad de la fórmula del FA, que mantendrá la misma estética y enfoque que la de octubre.

El candidato a vice del PN respondía así a la invitación que había hecho horas antes el candidato del oficialismo, quien respondió ante la insistencia respecto del debate: “Larrañaga tiene mi teléfono, si él quiere me llama”. En ese momento también había dicho que “los que están desesperados [por debatir] son ellos” porque “vienen corriendo de atrás”. Larrañaga explicó que se quiere discutir “propuestas y poder apuntar a futuro”, y aseguró que “si no se quiere hablar del pasado por supuesto que estaríamos de acuerdo en no contraponer pasado contra pasado”, e incluso dijo que es probable que una instancia de este tipo sirva para “encauzar algún tipo de coincidencia”. El líder de Alianza Nacional también quería hablar con Mujica sobre el clima electoral, ya que, según reconoció, “nos hemos enfrascado en discusiones entre los políticos y nos olvidamos de los problemas de los uruguayos”.

De todas formas, planteó una propuesta para el caso en que “persista la negativa” desde la izquierda: la fórmula blanca está dispuesta a enfrentar una “comparecencia abierta” ante todos los medios de comunicación del país, líderes de opinión y dirigentes sindicales. La idea sería realizar una convocatoria en un espacio neutro, no un estudio de televisión, donde se dejaría en evidencia que la fórmula del FA no quiso participar.

Mujica había vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de debatir el miércoles en San José, donde afirmó que si el PN “consigue que el representante del Partido Colorado don Jorge Batlle se desdiga de las mentiras que dijo públicamente”, está dispuesto a reunirse para concretar el debate. Pero el ex presidente no se mostró dispuesto a retractarse. “Si dicen que soy senil y demente, las preguntas mías que no las conteste y que no les dé importancia. No se puede esconder detrás de ese pretexto para no debatir con Lacalle. [...] Si tengo un problema psiquiátrico que no se preocupe por mí”, manifestó a radio Carve.

Pasa la patata

En tanto, ayer el senador y secretario general de Alianza Nacional, Eber da Rosa, se desmarcó del uso del caso Feldman por parte del PN. En declaraciones a El País, el dirigente señaló que Jorge Batlle hizo “el trabajo sucio”, sugiriendo vinculaciones entre Saúl Feldman y el MLN, y que desde el PN “debimos dejar que él siguiera haciéndolo”. El senador afirmó que no se “hubiera metido en el baile de los spots publicitarios”, manifestó que le preocupaba que dichos avisos generen un “efecto adverso” y criticó también la forma en que el diputado Gustavo Borsari llevó adelante la interpelación: “Fue sin mayor trascendencia. No hubo ningún elemento suficientemente impactante como para decir que hay una vinculación con grupos de izquierda radical, y mucho menos para probar que esos grupos de izquierda radical tengan que ver con Mujica”, opinó Da Rosa.

El primero en manifestarse respecto de estas declaraciones fue Larrañaga, quien defendió los spots publicitarios alegando que eran un “resumen informativo”, y, si bien manifestó que respeta las posiciones de los compañeros, rechazó que Batlle haya realizado el trabajo sucio. “Ni nosotros se lo pedimos ni el doctor Batlle le hace favores a ningún partido. Esa tesis es una tesis que le falta el respeto al doctor Batlle y nos falta el respeto al PN”, afirmó y agregó que, si bien el senador “tiene derecho a formular” dichas declaraciones, “no lo hemos resuelto institucionalmente ni me parece que sea trascendente ponernos a discutir sobre estas expresiones”, concluyó.

Pocos apoyos surgieron desde AN para su secretario general. El senador Carlos Moreira pareció no coincidir con Da Rosa: aunque dijo que “el estilo de la interpelación compete a cada legislador”, defendió que a partir de ésta la opinión pública “tuvo mayor conocimiento de algunos detalles de las cosas que sucedieron” alrededor del caso Feldman. Sobre los spots señaló que “no es para alarmarse mucho” y agregó que aunque el PN podría haber sido “más ortodoxo, tampoco nos rasguemos las vestiduras por esto”.

El resto de los legisladores de AN prefirió no opinar sobre la campaña ni sobre las declaraciones de Da Rosa. Javier García, representante del sector en el comando de campaña, se remitió únicamente a las declaraciones de Larrañaga, mientras que el resto dijo no haber visto los spots ni leído las opiniones del secretario general de su sector. El que sí las leyó fue el jefe de campaña del PN, el senador herrerista Gustavo Penadés, quien sostuvo que no se discutieron en el comando. Consultado sobre cómo las recibió él, señaló que lo dirá “luego del 29 de noviembre”.