Primero fue una convocatoria anónima por vías electrónicas para el 20 de noviembre, que invitaba a vestirse de negro y concentrarse en la plaza Cagancha por la derrota del plebiscito rosado para anular la Ley de Caducidad. Luego la Plenaria Memoria y Justicia, la Tendencia Clasista y Combativa, el gremio de los municipales de Montevideo y otros colectivos organizaron una movilización para ese día, pero desde el Obelisco hasta la plaza Cagancha.

El sábado, un activo de militantes de la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad resolvió que no era conveniente sumarse a esas actividades, y el martes tomó una posición similar el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, que rechazó una moción presentada por el delegado de ADEOM.

“Hasta ahora no hemos encontrado elementos para sumarse a esto, porque no se comparte la idea de hacer una convocatoria de luto”, sentenció Carlos Coitinho, de la Coordinadora por la Nulidad. Además de esas valoraciones tácticas, dirigentes de la Coordinadora y la central obrera advierten que detrás de estas convocatorias puedan estar grupos políticos que promueven la anulación del voto en el balotaje, una posición que han adoptado, entre otros, la Asamblea Popular.

Es que después del fracaso del plebiscito han surgido pronunciamientos desde diferentes ámbitos de la izquierda que impulsan continuar con el voto rosado (y en consecuencia anulado) en la segunda vuelta, como una señal de descontento ante lo que consideran falta de apoyo del Frente Amplio (FA). Así lo han hecho, por ejemplo, el Partido de los Trabajadores (PT) y figuras de la izquierda no frenteamplista, como el militante tupamaro Jorge Zabalza. “Voto rosado [...] para meter las papeletas que faltaron vergonzosamente en demasiados sobres frenteamplistas”, argumentó el ex dirigente del MLN en una carta posterior al 25 de octubre.

En la campaña por el Sí, Zabalza militó junto con la Coordinación de Vecinos, que tuvo una activa presencia callejera en la semana previa a la primera vuelta electoral. A pesar de eso, la Coordinación no está todavía entre los grupos convocantes para la marcha del 20, según comentó una de sus referentes, Mariana Licandro. “Eso no partió de nosotros, aunque seguramente muchos estemos ahí pero no convocando. Nuestra posición, independientemente de todo eso, no es la del luto, sino la de seguir peleando contra la impunidad y por verdad y justicia”, argumentó.

Se atoró

A veinte días de la fallida transmisión de la cadena de radio y televisión pedida por la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad aún no se concluyó la investigación encargada por el presidente Tabaré Vázquez a los ministros de Industria, Raúl Sendic, y de Educación y Cultura, María Simon. Esta semana la diaria intentó sin éxito comunicarse con los responsables de ambas carteras y con el secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma. El trabajo de los ministros tuvo como puntapié un informe de la Ursec, cuyo titular, Jaime Igorra, precisó que la única vía por la cual comunicó sobre la cadena a los canales de televisión y las emisoras de radio fue el correo electrónico.

Algunos dicen que sí

El que sí formalizó este martes su adhesión a la movilización fue el gremio de los municipales, en la misma asamblea que ratificó las críticas a los sindicalistas del PIT-CNT que firmaron el documento de apoyo a la fórmula del FA, y que la semana próxima hará un acto con la fórmula frentista en la plaza Cagancha.

En tanto, el dirigente del Sindicato Único y Autónomo de los Trabajadores del Taxi (SUATT), Sergio Pereira, aclaró que la marcha del 20 “no es patrimonio de nadie” y tiene como cometido central “mantener vivo el reclamo por la nulidad” y combatir el “sentimiento de derrota” que se ha instalado entre los promotores del plebiscito.

Sin embargo, Pereira admite que, al momento del balance, es necesario hacer “cuentas claras”, porque resulta “sencillo” identificar al FA como el “principal responsable” de la derrota rosada pero todavía esa fuerza política no hizo una “autocrítica profunda” al respecto. Pereira, militante de la Tendencia, también es crítico con la posición que ha asumido la conducción del PIT-CNT y considera que, en los hechos, ya se ha registrado una “ruptura política” en el movimiento sindical. “Se están dando situaciones complejas y probablemente en breve haya desafiliaciones de gremios enteros al PIT-CNT. Estos muchachos [por la dirección de la central] quieren que nosotros seamos autónomos y no se bancan las direcciones sindicales que no están bajo su égida; la muestra más clara es este apoyo a la fórmula del FA”, remató.