La propuesta implica un convenio por tres años con renovación automática si ninguna de las partes lo cuestiona, y abarca los ajustes salariales anuales de 2011, 2012 y 2013. Según explicó el dirigente Luis Bazzano, los ajustes de cada enero serán por la inflación proyectada para el año más un correctivo sobre la inflación del año anterior. Con este esquema, se estima que el aumento para 2011 será de 6,8%. Tal como establece el artículo 4º de la ley de presupuesto quinquenal, que todavía no fue promulgada por el Poder Ejecutivo, en caso que en los primeros seis meses del año la inflación supere el 10%, en el séptimo mes correspondería un reajuste por el 100% del IPC.

Para Bazzano, lo “novedoso” de la propuesta de la administración de José Mujica es la creación de un grupo de trabajo desde el 1º de marzo hasta el 30 de mayo, con el objetivo de discutir, entre autoridades y trabajadores, posibles aumentos que se incluirían en la rendición de cuentas, con el fin de “mitigar inequidades y avanzar hacia la construcción de una nueva escala salarial en el Estado”.

“Más allá de que la Ley de Negociación Colectiva establece que el Poder Ejecutivo tiene la obligación de darnos avances en cuanto a las leyes presupuestales, eso nunca lo logramos, nos enteramos del contenido del presupuesto cuando ya fue enviado”, recordó el dirigente del sindicato de la Biblioteca Nacional, quien reconoció la coincidencia con el gobierno en esta instancia. Los eventuales aumentos de mejora de las inequidades se discutirán en base a los escalafones y grados, y no por ministerios, para de esta forma apuntar a la consolidación de una nueva escala salarial trasversal a la administración central.

COFE también quiere discutir otros dos puntos. El primero, incluir en el convenio la reglamentación de la partida por presentismo, aquella que el gobierno ofreció en agosto, antes de enviar el presupuesto al Parlamento. Dicha partida no logró el acuerdo esperado con COFE, pero el Ejecutivo igualmente previó su financiación en el artículo 754 de la ley presupuestal. “Si está prevista la financiación de la partida no entendemos por qué hay que esperar”, señaló Bazzano. La propuesta de la administración plantea que sobre el presentismo se llegue a un acuerdo antes del 1º de julio de 2011. El otro punto -que probablemente generará mayor discusión en la Asamblea Nacional de Delegados de hoy- es la inclusión en el convenio de una cláusula de paz, que, según explicó el dirigente, implica la prohibición de adoptar medidas sindicales mientras dure la negociación en el grupo de trabajo convocado por la rendición de cuentas. “No nos pueden condenar al silencio, durante ese período vamos a necesitar asambleas, que muchas son con paros”, opinó Bazzano. La cláusula también aclara que sobre los temas acordados en el convenio COFE no puede movilizarse, un punto que para el sindicalista es “lógico y está bien”. Si bien no hay plazo para llegar a un acuerdo, en caso que se quiera incluir el ajuste de enero, el convenio debería aprobarse a mediados de este mes.