El líder de Alianza Nacional convocó a todos los senadores, diputados y ediles del sector a concurrir a la sesión del Directorio de ayer, la primera vez que los máximos dirigentes del partido se veían las caras luego de la publicación del libro. El único que faltó a la cita fue el líder de Correntada Wilsonista, Francisco Gallinal, quien también aparece en el libro mencionando que luego de conocidos los resultados de las internas, la “soberbia” había vuelto a los ojos de Lacalle.

La sesión del máximo órgano nacionalista no se realizó de mañana como es habitual, sino en horario vespertino, ya que sobre las 11.00 los líderes blancos (incluso Gallinal que fue uno de los oradores) asistieron al Cementerio del Buceo para homenajear a Wilson Ferreira. Sobre las 16.00, al dar inicio a la reunión, Larrañaga pidió para leer una carta en la que desmiente la versión de La derrota y explica cómo había sido la reunión con Lacalle en la noche del 28 de junio. “Expreso esto para que no queden dudas con relación a cómo acontecieron los hechos. Si aún alguno de los compañeros creyera que fueron diferentes, eso minaría principios elementales de confianza, que harían inviable mi permanencia en este órgano”, termina el texto que leyó Larrañaga en la sesión, al que tuvo acceso la diaria.

En primer lugar, el senador negó que él o su equipo hayan firmado cheques en diferido, “por el sencillo motivo de que no se utilizó este tipo de instrumento como medio de pago”, y señaló que AN ha cumplido “con todas y cada una de sus obligaciones”. Más adelante, Larrañaga manifestó que “no existió pacto económico de ningún tipo”, y que “cualquier insinuación de otra naturaleza afectaría a los intervinientes y a todo el Partido Nacional”.

El ex candidato a la Vicepresidencia dijo que “los únicos dos testigos de los acontecimientos estamos hoy aquí. Por eso, es el momento de que si alguno de los compañeros tiene dudas las plantee”, y aseguró que la publicación del libro le hace mal “a todo el conjunto partidario”. “Todo esto mina la confianza entre los integrantes de un grupo político y contribuye a la falta de credibilidad y confianza de la gente en la política”, añadió.

Tras aclarar que sintió “la obligación moral” de realizar este pronunciamiento, Larrañaga dijo en el Directorio tener “un sentimiento de profunda desazón partidaria, pero a su vez de dura rebeldía. Rebeldía con calma. La calma que me otorga la tranquilidad de mi conciencia, mi forma de proceder y mi trayectoria política que lo avalan”.

Tuya, Directorio

Tras la lectura de la nota, se propusieron tres alternativas: emitir un desmentido oficial respecto al libro, iniciar una acción legal o simplemente “solidarizarse” con Larrañaga (electo el jueves como presidente de la agrupación parlamentaria). Se optó por la última. “Hay determinados hechos que no se condicen con la realidad, pero nos parece también que no hay que comentarlos demasiado, porque se comentan solos”, afirmó el diputado aliancista Pablo Iturralde a la salida de la sesión. La mayoría de los dirigentes consideraron que “era peor” darle más visibilidad al libro, porque se seguiría hablando del asunto.

“El partido quiere grabar en su código genético que hay que acordar las cosas bien, es un partido que a lo largo de su historia ha sufrido divisiones y nosotros queríamos que ese día quedara resuelta” la fórmula, explicó Iturralde en relación a la noche del 28 de junio, y agregó que días atrás se venía conversando “de la necesidad de unificar al PN”.

En representación de Unidad Nacional, Luis Alberto Heber hizo “un largo discurso” en apoyo a las declaraciones de Larrañaga e hizo especial hincapié en descalificar al autor del libro, un periodista que era considerado “de confianza” en el PN, y que según integrantes del equipo de campaña, estaba “por dentro” del comando. Heber señaló que el libro “perjudicó a todos” los nacionalistas y que era “una lacra” para el partido.

Así las cosas, con respaldo de los dos sectores nacionalistas, el apoyo a Larrañaga fue aprobado por unanimidad, y en particular por Lacalle, que presidiendo la sesión del Directorio ratificó todos los dichos de su ex compañero de fórmula. Martín Pintos, por su parte, no ha querido realizar declaraciones al respecto, pero a través de un comunicado enviado el sábado a los medios de prensa ratificó “en todos sus términos” la versión publicada en su Derrota, en particular los “detalles de la reunión en la agencia Ímpetu, la noche de las elecciones internas, entre los doctores Lacalle y Larrañaga”.