Lateral

Mujica recibió ayer de mañana al ex vicepresidente argentino Daniel Scioli, que vino al país a exponer en la Cumbre de Cambio Climático. Según declaró Scioli luego de la reunión, conversaron sobre la posible candidatura de Néstor Kirchner a la secretaría general de la Unasur: “Le expresé qué es lo que percibí en Washington y en cada encuentro que he tenido. Hay un importante consenso para que un hombre como Néstor Kirchner pueda ponerse al frente de la organización”, dijo ayer el gobernador de la provincia de Buenos Aires. La elección del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas será el 4 de mayo en Buenos Aires.

Ayer de tarde, el canciller uruguayo Luis Almagro se contactó con su colega argentino Jorge Taiana. Acordaron que los presidentes se reunirán, junto a ellos, el miércoles 28 a las 16.00 en la residencia presidencial de Olivos, en Buenos Aires. “Las palabras son: silencio y trabajar mucho”, contestó ayer Mujica cuando, en San José, le pidieron su opinión sobre lo ocurrido en La Haya. Mientras tanto, en declaraciones a la radio argentina Diez, Taiana invitó a la Asamblea de Gualeguaychú a “reflexionar” sobre el pronunciamiento de la CIJ. “Hace tiempo que venimos diciendo que el corte no ayuda a los intereses de los argentinos”, dijo el jefe de la diplomacia y agregó que los ambientalistas “deberían comprender lo que ha dicho la Corte sobre el Estatuto del Río Uruguay y la importancia de que en adelante estos hechos no se repetirán”.

En este contexto en el que las autoridades de uno y otro país empiezan a tener un discurso común, en Uruguay dos académicos fueron consultados sobre la lectura no política de la sentencia. Para el abogado Alberto Pérez Pérez, actual miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ex integrante de la delegación uruguaya ante la CIJ, el fallo es “ampliamente favorable” a Uruguay. “La parte fundamental es la que refiere al fondo del asunto, y allí la CIJ ha declarado que no hay ninguna violación de los aspectos sustanciales, que no hay contaminación, que ninguna de las cosas que dijo Argentina las pudo probar y, en cambio, Uruguay sí ha demostrado que la fábrica que ha autorizado funciona de acuerdo con los más exigentes estándares internacionales”, resumió. “En el plano sustancial, que es lo fundamental, Uruguay ganó absolutamente en toda la línea”, destacó aunque reconoció que “en el aspecto formal obviamente hubo cosas del pasado que no se hicieron de una manera acorde a los procedimientos del tratado”. Esta observación fue matizada, según Pérez Pérez, ya que la Corte dispuso que ese incumplimiento al proceso “no causó ningún daño a Argentina y que no hay obligación adicional a indemnizar”.

En el fallo la CIJ hizo una interpretación del tratado, señaló el jurista, que servirá “como jurisprudencia” para el futuro con relación a las obligaciones de los Estados ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). “La Corte ha determinado de una manera absolutamente clara que ninguna parte tiene derecho de veto sobre lo que quiere hacer la otra. Lo único que establece el Estatuto del Río Uruguay, que es muy importante, son las obligaciones de informar en tiempo, de consultar y de tratar de llegar a un acuerdo. Pero fija determinados plazos, y una vez cumplidos esos plazos, si no se ha llegado a un acuerdo el Estado que quiere llevar a cabo una obra puede hacerlo a su cuenta y riesgo”, explicó.

Sí, pero no

Jorge Lanzaro, abogado y doctor en Ciencia Política, sostuvo que pese a que Uruguay se siente “reconfortado” por el veredicto respecto de la no contaminación de UPM (ex Botnia), no habría que “restar contundencia al pronunciamiento en torno a la violación procesal”. En distinto sentido que Pérez Pérez, Lanzaro destacó la importancia de los procedimientos: “Veo que varios comentarios han ido en el sentido de que lo que importa es la cuestión de fondo, y no tanto los procedimientos. Yo creo que el fallo ha sido bastante duro con respecto a Uruguay y creo que no es razonable decir que el fin justificó los medios, en el sentido de que finalmente la pastera no contaminaba”.

El catedrático remarcó que los procedimientos “no son para nada adjetivos ni superficiales” y que Uruguay “siempre ha tratado de ser apegado a la procesalidad, como algo que nos hace un poquito menos débiles dentro de nuestra debilidad”.

Otro de los aspectos que resaltó Lanzaro sobre el conflicto es el papel que jugó Tabaré Vázquez, ya que, si bien Néstor Kirchner y el ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti “no eran nada fáciles”, cabría preguntarse “hasta qué punto el gobierno de Tabaré Vázquez y quienes llevaron adelante este problema, que no sé si estuvo tan centrado en la cancillería sino más bien en la propia presidencia, militaron mucho en una construcción política menos complicada que la que terminó teniendo lugar. Uno piensa si no pudo buscarse con mayor intensidad un acercamiento con Argentina”.

¿Cómo salimos?

Respecto de las reacciones de ambos gobiernos, Lanzaro consideró que el argentino “hizo lo que tenía que hacer: decir que el fallo le da la razón a Argentina”. En cambio, interpretó que los representantes del gobierno uruguayo fueron “más prudentes, muchísimo menos enfáticos, han hablado de un nuevo capítulo y no de ponerse la camiseta ganadora”. Pérez Pérez consideró que el fallo es “una oportunidad” para que la presidenta Fernández “determine cómo procede para hacer cesar la violación del derecho internacional y del derecho interno de Argentina” en relación con el corte del puente. “El gobierno uruguayo está manejando el tema con mucho tacto y buscando soluciones negociadas”, indicó a la diaria. Concluyó que luego de haber logrado un laudo del Tribunal del Mercosur, en 2006, que señalaba que Argentina debió evitar el bloqueo, la resolución del conflicto en Gualeguaychú “no es una cosa que pueda manejar el gobierno uruguayo”.

Lanzaro opinó que el fallo de la Corte tendrá un efecto desmotivante en los apoyos sociales a la movilización en Gualeguaychú. “Presumo que puede haber un efecto importante en el entorno de apoyo social, civil, en la propia Gualeguaychú, que desarme el argumento central” del reclamo. En consonancia con el planteo de Mujica, el investigador sostuvo que el gobierno uruguayo deberá ahora “caminar por el filo de la navaja: tiene que presionar al gobierno argentino y al mismo tiempo contemplarlo, porque sabe que tienen un balurdo que generaron los propios gobernantes argentinos, pero que es muy complicado”.