Para el líder del grupo, la estructura del FA es un “invento grandioso y made in Uruguay”, aunque actualmente está “desbordada” por su propósito histórico de ganar masas. “Queremos meter un océano dentro de una caja de fósforos, porque no hablamos de un millón de votos sino de un millón de ciudadanos conscientes”, comparó.

Este debate, según Fernández Huidobro, no implica solamente una reconfiguración de un organigrama, sino que define las relaciones de poder interno en el FA, y por eso su importancia. En ese sentido, advirtió que la “figura señera” de los independientes en la izquierda “ha desaparecido”, a pesar del rol protagónico que desempeñaron en la fundación del partido. “Todavía quedan y los quiero enormemente, pero en el marco de las actuales estructuras son una especie de dinosaurios distraídos y equivocados”, graficó, para luego afirmar que los comités de base se han convertido en “tatamis de karate” en los que los grupos batallan para conseguir puestos y pesar en la orgánica.

“Nada espanta más a un ciudadano inteligente que un tatami de karate. ¿Quién va a entrar a un comité de base a presenciar esos espectáculos oprobiosos?”, se preguntó. El ex integrante del MLN propuso que todos los organismos de dirección del FA sean designados con el voto de la ciudadanía. “A cielo abierto, por la salud y el bienestar del FA. Para que ese millón de ciudadanos participe y los sectores hagan sus propuestas en una campaña electoral”, planteó.

En cuanto al papel de las nuevas tecnologías en la última campaña (“Facebook, Twitter y todo eso que los viejos no entendemos”), el veterano dirigente reconoció que dicha irrupción entusiasmó a muchos por su potencial capacidad para atraer a la militancia independiente. “Pero creo que es una apreciación incauta y no circunspecta, de alguien que no reflexionó mucho”, evaluó el senador.

Por último, Fernández Huidobro rememoró viejos debates sesentistas previos a que se conociera la finitud de los recursos naturales. “El dilema hoy es que el modelo imperante es para una minoría, que quiere sobrevivir y los demás se van al tacho. Hay viejos compañeros, que se han ido a la ultra, que critican el progresismo y los planes del Mides. Y sí, yo nunca hubiera pensado que el dilema sería entre la vida y la muerte; todos peleábamos por el socialismo y la liberación nacional, pero hoy hay que pelear para que coma la gente”, sentenció.

Los grandes temas

El ex diputado Álvarez (cinturón negro de karate) coincidió con el senador aunque puntualizó que centrar la discusión en la estructura o en un recambio en la presidencia del FA “minimiza el debate y no soluciona los problemas”. Defendió los comités de base pero reclamó cambios, sobre todo teniendo en cuenta cómo han funcionado después de la llegada de la fuerza política al gobierno, en 2005. “Me imagino más a un comité de base sin baño que uno sin computadoras o internet. También los imagino como nexo para que la opinión de un vecino llegue a algún lado, y para eso no hay que cambiar los estatutos sino entender que es válido”, aclaró.

La relación de los frenteamplistas con el FA, según Álvarez, cambió sustancialmente desde 1971 hasta la fecha, con votaciones aproximadas al millón de voluntades en una elección nacional y de unas 200 mil en los comicios internos. “Hay miles de frenteamplistas auténticos que están fuera de la estructura”, sostuvo.

Álvarez estaría de acuerdo en definir el candidato presidencial o las autoridades del FA en una elección abierta, aunque eso “oculta ciertas realidades”. “¿Todos los partidos [del FA] que quizás mañana reclamen una elección directa para esos temas tienen elecciones abiertas para sus autoridades? No, porque muchos entienden que en los congresos se expresa la realidad militante y es donde se expresa opinión y línea, y la lucha de poder hay que acotarla a ese escenario”, aludió.

Según Álvarez, la “imposición” de candidaturas no comenzó con la designación de Ana Olivera como candidata a la Intendencia de Montevideo para los comicios de mayo de 2010. Recordó que antes, por ejemplo, con la confección de listas en 1999, “el que podía imponer lo hacía”. “Pero el fenómeno de los frenteamplistas enojados hay que atenderlo y no con declaraciones para caer simpático o buscando chivos expiatorios”, continuó.

El dirigente de la CAP-L rechazó la instalación de una dicotomía entre el uso de las nuevos tecnologías y las viejas formas de militancia (“hoy se puede aportar desde diferentes lugares”) y reclamó definiciones en cuanto a si el modelo de “capitalismo atenuado” del FA en el gobierno está más cerca de algunos países nórdicos o, por ejemplo, de los países del Alba. “Y no es un tema de izquierda buena o mala, o entre ejes del bien y del mal, sino un debate sobre el rumbo político del FA”.

  • Significa “golpe con la cabeza” en el karate.