La casa de las telas

Los trabajadores de Fibratex estarán esta semana con el ministro de Industria, Roberto Kreimerman, y el de Trabajo, Eduardo Brenta, para explorar alternativas que permitan reactivar la unidad productiva. El viernes, el Banco República compró la maquinaria rematada por Castells y Castells en 200 mil dólares (fue el único oferente), luego de que el jueves 16 el grupo del empresario Enrique Manhard, asesorado jurídicamente por el ex director de UTE Ricardo Scaglia adquiriera la planta en 2.050.000 dólares. Luego de eso, el Congreso Obrero Textil (COT) ocupó la fábrica porque, según sostiene, el directorio del BROU, por intermedio de su vicepresidente, Danilo Vázquez, había asumido el compromiso de rematar en forma conjunta el edificio y las maquinarias, y que eso se planteó en una reunión con el ministro Brenta y directores del MIEM. “Efectivamente, el BROU se había comprometido a eso, pero luego se interpuso un recurso legal que permitió que se separaran los bienes. Entonces se generó una situación de falta de comunicación, no nos enteramos de eso y la propiedad fue rematada”, detalló Brenta consultado por la diaria. A pesar de eso, según afirmó, el Poder Ejecutivo está decidido a reabrir un emprendimiento productivo “sustentable económicamente”, y para eso se estudian “diferentes posibilidades”, incluyendo la autogestión como propone el COT. “Sería importante no tener la misma situación dentro de un año”, aclaró Brenta. Kreimerman, en tanto, manifestó a este medio que la industria textil en Uruguay tiende a “reposicionarse” en el mercado mundial -hegemonizado por los productos chinos-, y puso como ejemplo el aumento de pedidos y varias consultas para concretar nuevas inversiones.

El presidente José Mujica asumió que el Uruguay portuario mantiene una “deuda enorme” con el norte, aunque los artiguenses no deberían esperar que se transforme “en Papá Noel” para la segunda visita presidencial. “Los pueblos no pueden ser estafados en su esperanza y hay que comprometerse con lo que se puede cumplir”, reconoció Mujica, interesado en aclarar que “hay varios Artigas” que esperan respuestas del Ejecutivo.

De todas maneras, adelantó medidas concretas, como la inversión de 40 millones de dólares para garantizar el acceso a la energía eléctrica a cinco mil familias rurales que no la tienen, la propuesta de duplicar las asignaciones familiares en el campo y el compromiso para reforzar los controles para que se aplique las ocho horas rurales, a pesar de que dudó de la viabilidad de esa legislación sureña en las “soledades del norte”.

Luego continuó explicando por qué la delegación volverá a recorrer 600 kilómetros dentro de un mes y medio. “No es que no tengamos ideas, tenemos demasiadas y queremos organizarlas de acuerdo a lo que pide la gente”, explicó el jerarca, de lentes negros y con un gorro de Ancel, para protegerse del caluroso mediodía en la plaza Batlle y Ordóñez.

Y es verdad que las reivindicaciones se hicieron escuchar desde temprano. Apenas arrancaban las pruebas de sonido y un grupo de vecinos de Canelones ya desplegaba un cartel para reclamar que Empalme Olmos no se convierta en “capital de la basura” (“Hablé con Breccia”, diría más tarde uno de los manifestantes). También desde temprano llegaron militantes del FA con lo que sería el reclamo más escuchado del día: “Un país de primera necesita rutas 30 y 4 de primera”, rezaba uno de los carteles.

El primero de la comitiva que arribó a la plaza en la que muere la avenida Lecueder fue Mujica, que subió al estrado, saludó y preguntó por el resto de los ministros, que aún estaban en camino. Funcionarios locales lo llevaron a una sala del Servicio de Desinsectización y Desratización de la Intendencia de Artigas, seguramente con el propósito de amenizar la espera del resto de su gabinete.

La intendenta Patricia Ayala (MPP) habló de los altos niveles de desocupación del departamento (20%), reivindicó la necesidad de políticas dirigidas a mejorar el empleo juvenil, puso sobre la mesa el “objetivo unánime” de concretar las obras en la ruta 30 y la construcción del puente Monte Caseros-Bella Unión.

Minutos después, y ya bajo la batuta del secretario de Presidencia, Alberto Breccia, comenzaron las intervenciones de los ministros, que fundamentalmente aprovecharon para hacer anuncios vinculados a sus carteras y al departamento.

Marinas y PUR

El ministro Aguerre confirmó a la diaria que no renovará el contrato del director del Programa Uruguay Rural (PUR), Antonio Vadell, que vence el 30 de setiembre, y adelantó que en su lugar designará al ingeniero Fernando Rodríguez, funcionario de carrera de esa dependencia. La situación generada con Vadell, militante del Movimiento de Participación Popular, provocó la renuncia de diez técnicos del PUR, críticos con la “desprolijidad” del MGAP para manejar la remoción. Aguerre dijo además que esta semana resolverá quiénes representarán en el Instituto Nacional de Colonización a los productores y los organismos de la enseñanza (deberá elegir entre candidatos de Udelar y UTU). En otro orden, la subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura, María Simon, explicó en Artigas que el puerto de yates que pretendía construir en Colonia el empresario Juan Carlos López Mena (proyecto Marinas del Sacramento) “está perimido”, y recordó que dicha obra habría puesto en peligro que la ciudad mantenga su condición de Patrimonio de la Humanidad. “Se pidió una consultoría a la Unesco, que aconsejó no hacerlo porque es una zona de transición del casco histórico de Colonia. No es un lugar apto para un embarcadero por la altura del río y le propusimos hacerlo en un lugar con mayor profundidad, en el Real de San Carlos”, relató. Estos temas, según dijo, se hablaron con la Intendencia de Colonia y con Buquebus, que “parecían estar de acuerdo”. Simon aseguró que no tiene ninguna notificación respecto a la demanda contra el Estado que iniciaría la empresa. La semana pasada el intendente coloniense, Walter Zimmer, reveló que López Mena estaba dispuesto a querellar contra al Estado para recuperar el dinero invertido.

¡No hay empleo sin inversión! ¡Entonces hay que traer la inversión productiva a Artigas!”, propuso el vicepresidente Danilo Astori, que se refirió a las posibilidades de la agroindustria, la riqueza forestal, la minería y los servicios en el departamento. La ministra de Vivienda, Graciela Muslera, adelantó que firmará un convenio con la intendencia para definir el Plan de Ordenamiento y se comprometió a realizar un encuentro sobre la problemática de la vivienda dentro de 45 días, junto con la visita del gabinete. El titular de Interior, Eduardo Bonomi, reflexiónó sobre la necesidad de mejorar la relación entre Policía y sociedad, y la “transnacionalización” de los delitos (“no tenemos idea de que vienen de lejos y se hace difícil combatirlos”), mientras que su par de Transporte, Enrique Pintado, se comprometió a destinar 50 millones de dólares (10% de su presupuesto) para la refacción de las rutas 30, 4 y 3, y los puentes de Yucutujá, Cuaró y la Concordia.

Toda la vida

Después de los discursos, un clásico: todos a saludar a Mujica. Entre ellos estaba el ex diputado herrerista Guani Alma dos Santos, que vive frente a la plaza Batlle y Ordóñez. “Me apretó la mano y me preguntó cómo andaba. Nos conocemos muy bien de la época del Palacio”, dijo a la diaria el mayor referente del “almismo”, que coincidió con el presidente en la Cámara de Diputados en la legislatura 1995-2000. El caudillo artiguense -promotor de la lista 51, bautizada con ese número para homenajear el aguardiente más popular de la frontera- votó a Mujica en noviembre y no parece arrepentido. “Está haciendo un gobierno mejor que el de Tabaré. Pepe va a hacer historia”, vaticinó.

Pinduca, el peludo de Artigas que acompañó a Mujica en el acto de asunción, también se acercó al escenario. “Con Lucía sí estuve, pero a Pepe no lo veo desde el 1º de marzo”, afirmó el militante del MPP, un “incondicional” a la intendenta Ayala. “Estamos haciendo cosas que el Bebe Sendic planteaba hace mucho”, se emociona Pinduca, molesto porque la prensa local “hace campaña política” con la inseguridad pública, pero con Bonomi agendaron entrevistas sólo el sindicato de policías y la Jefatura. A partir de las 14.30, los secretarios de Estado comenzaron con las 100 audiencias programadas con entidades artiguenses, que se llevaron a cabo en ocho locales diferentes.

A modo de ejemplo: Ariel Sánchez, de la Gremial Granjera de Bella Unión, expuso sobre la necesidad de diversificar la producción en la zona cañera y alertó por los efectos visibles del cambio climático, mientras que el productor tabacalero Delmar Suárez habló del riesgo que corre la principal fuente de ingreso de 90 familias de Artigas y Rivera si la multinacional Philip Morris continúa avanzando en el mercado (ellos le venden a la nacional Monte Paz), y atribuyó “en parte” la caída en la producción tabacalera del norte a las medidas impulsadas por Vázquez.

Mientras esto y mucho más se discutía en las entrevistas ministeriales, la ciudad de 60 mil habitantes intentaba volver a la normalidad. “Se llenó de comunistas, rapai”, gritaba un veterano a otra que cruzaba la carnavelera avenida Lecueder, que permanecería cortada un par de horas más.