En tiempos de campaña Luis Alberto Lacalle le adjudicaba a Gallinal la “buena idea” de unir al Herrerismo y Correntada Wilsonista -luego se sumarían otros sectores- bajo su candidatura, pero reivindicaba para sí haber tenido “la buena idea de seguirlo” y de esa manera formar Una.

Ahora, lejos de las elecciones, Gallinal opina que Una “perdió la magia y su razón de existencia”, según dijo ayer en entrevista con El País. Para el senador, en este primer trimestre será necesario discutir en la interna si “reaccionamos o cerramos el negocio y abrimos otro”. “Yo quiero seguirla porque creo que le hizo un gran aporte. Pero si no la convocan, si no la reúnen... Lacalle vive mirando mucho más hacia [Jorge] Larrañaga que hacia su sector. Bueno, ta, que haya Lacalle y que haya Larrañaga. Pero tiene que haber otra cosa, si no esto no funciona”, reclamó en la entrevista, además de constatar que “no hay ambiente para abrir la cancha y eso está matando a la Una”.

El diputado herrerista Gustavo Borsari coincide con Gallinal: “Creo que Una ha sido un instrumento muy importante para el PN, una corriente política muy fuerte, pero que actualmente está en estado de latencia”, lo que se refleja en que “no tiene la actividad que tenía”. Borsari considera que ahora “hay que tomarse unos días de pausa y reflexión”, pero luego sí “encarar la reformulación o reconstitución de la corriente”, que cree que se dará porque entre los dirigentes se habla de este tema “permanentemente”.

Para el líder de otras de las agrupaciones confluentes en Una, Carmelo Vidalín (Soplan Vientos Nuevos), “sería buena idea lograr una reformulación para que no quede sólo en un proyecto político electoral con fines de ser la mayoría: habría que pensar en dinamizarlo, saber qué es lo que pretendemos, dar mayor participación”.

En el mismo sentido, para el ex intendente de Cerro Largo Ambrosio Barreiro (Herrerismo) es necesario que, sin crear “traumas”, el sector se “aggiorne: tiene que haber una propuesta más social, que se vea, no sólo hablar de cosas materiales que se han hecho, sino demostrar una comprensión cabal de la realidad del país. Hay que ser sensible para reconocerla y proyectar soluciones, sin abdicar de todos los componentes como la apertura al mundo, al comercio, que son cuestiones intrínsecas al partido y al Herrerismo. Ése creo que fue el error que cometimos en el discurso anterior”, añadió.

Si bien para Vidalín el sector “ha perdido consistencia como tal”, considera que es bueno que Una permanezca como corriente, para que existan “dos o tres sectores diferentes” dentro del nacionalismo. El ex intendente de Durazno opina que al PN lo perjudicó la reforma constitucional de 1997 que estableció la candidatura única, porque genera enfrentamientos entre los sectores durante la campaña para las internas y luego “cuando en las nacionales no somos candidatos, nos cuesta alinearnos y trabajar con la misma intensidad que para las internas”. Eso, que podría pasar en todos los partidos, “donde más se nota es en el PN”, aseguró.

Otros que convoquen

Inevitablemente la consulta sobre el futuro cercano del sector lleva a analizar el tema del liderazgo, hasta ahora centralizado en la figura del ex candidato presidencial. Borsari dijo a la diaria que no conoce la causa de la falta de actividad, pero supone que “tiene mucho que ver con los liderazgos dentro del partido, no sólo con uno, sino con los dos”, en referencia a Lacalle y Larrañaga, referente de Alianza Nacional. Para Borsari actualmente hay “un escenario de congelación de los liderazgos” que “perjudica al PN”. “Es necesaria una apertura”, opinó, pero aseguró que la renovación consiste, más que en que los actuales líderes “abran cancha”, en que “las nuevas generaciones asumamos nuestra responsabilidad de pelear, plantear y discutir, y hasta diría de imponer, un escenario nuevo en el cual no descartemos a nadie pero entremos a tener un peso más específico en la organización política”. “No le cargo las tintas a Lacalle”, aclaró.

“La Una, si se mantiene como la Una, o el Herrerismo, evidentemente tiene que ir buscando un nuevo liderazgo, porque Lacalle no creo que se vaya a postular a la presidencia”, pronosticó Barreiro. El senador suplente asegura que “ve a dos o tres figuras interesantes”, pero no quiso “quemar” a quienes serían esos “probables líderes que hay que apuntalar”. Para Barreiro “la cancha se abre sola cuando hay gente con capacidad, con nuevas propuestas y proyección a nivel nacional”, y no es necesario que sea Lacalle él que abra espacios como insinuó Gallinal. Vidalín, en cambio, también enfatizó que es “necesaria una renovación de ideas y líderes”, y opinó que, aunque es “extremadamente respetuoso” de la figura de Lacalle, la ve “excesivamente abarcativa: es presidente del Directorio, es presidente de Una y es senador. Sin solicitar ningún tipo de desplazamiento, porque es un referente y hombre de consulta, dejar espacios siempre es un elemento positivo para el crecimiento del sector”, sugirió.