La cercanía del líder de Alianza Nacional (AN), Jorge Larrañaga, con el presidente José Mujica, y la postura de “oposición constructiva” que ha defendido en reiteradas oportunidades el senador blanco fue motivo de discusión en la última reunión de la Agrupación de Gobierno del sector. Larrañaga abrió el cónclave presentando un documento -que luego fue aprobado como declaración del sector-, en el que detalla la cantidad de propuestas presentadas por el sector que el gobierno hizo suyas, por ejemplo, en materia de hacinamiento carcelario o seguridad. “Si hay un gobierno que escucha lo que el Partido Nacional [PN] propone hay un espacio para construir”, habría dicho.

Pese a que en general hubo acuerdo con la postura dialoguista, hubo dirigentes que en el encuentro expusieron matices al respecto. En particular, el diputado Jorge Gandini manifestó: “Hay sectores de la militancia para los que la distancia con el gobierno es importante y que preferirían una actitud mucho más confrontativa. A veces hay que estar explicando la relación actual. Hay militantes de la primera línea que de repente no tienen muy claras las diferencias que nos separan [del gobierno] y piden que se marquen con más fuerza y más énfasis, pero Larrañaga ha elegido tener una actitud en la que destaquen más los acuerdos que las diferencias”, expresó a la diaria el legislador. Para el diputado, que puntualizó que el planteo no fue un cuestionamiento, la estrategia “es la de hoy, la del primer año de gobierno, que empezó siendo diferente que el de Tabaré Vázquez, pero se seguirá revisando y habrá que corregirla en la medida que el tiempo avance, no es la estrategia de los cinco años”.

Otro de los dirigentes que manifestaron diferencias al respecto fue el también diputado por Montevideo Javier García, quien cuestionó la comunicación que hace el sector de la relación entre Larrañaga y Mujica. García dijo en la reunión que la relación con el presidente debe ser “más institucional y menos personal”, y que el perfil de AN debe ser más opositor. El secretario general de AN, Eber da Rosa, dijo a El País que la posición de García “está más cerca de la postura que Lacalle ha anunciado”, en referencia al líder de Unidad Nacional.

Uno de los suplentes de Larrañaga, Jorge Bartesaghi, dejó entrever la necesidad de cambiar el relacionamiento en una columna publicada en la última edición del semanario La Democracia. En ella afirma que el gobierno sufre una “pérdida de rumbo realmente preocupante” y explica que “nuestra actitud constructiva frente a los problemas que afecten el país y un elemental sentido de responsabilidad política nos obligaban a un piadoso silencio frente a sus actitudes, cuando no equívocas, contradictorias, preocupantes o violatorias de promesas y compromisos asumidos. Obviamente todo tiene su tiempo, y el del gobierno expiró”, concluye.

Una murga

La postura que mantiene el PN respecto al gobierno es tema de discusión en todos los sectores del nacionalismo, incluso en los independientes. El sábado la mesa ejecutiva de la Corriente Renovadora, agrupación del diputado ex Unidad Nacional (Una) Pablo Abdala, analizó este punto.

“Deberíamos tener una estrategia común porque somos el principal partido de la oposición”, explicó el legislador, quien reconoció que, más allá de la discusión “teórica”, se pregunta efectivamente “hasta dónde llegan esas diferencias” entre Una y AN. “No creo ni que los más duros dejen de ser dialoguistas si tienen una buena idea para modificar un proyecto, ni que quienes tienen una actitud más propositiva renuncien al rol de la oposición”, consideró. “No sé qué tanto daño le está haciendo esta discusión [al PN], pero sí digo que nos fortalecería que el PN tuviera una estrategia de relacionamiento con el gobierno”, agregó.