Sendic empezó diciendo que estaba dispuesto a “quedar mal" con el sindicato y con el gobierno por la fórmula de reestructura ferroviaria que luego plantearía.

El jerarca propuso que AFE siga trabajando para el desarrollo de la infraestructura -en eso su proyecto no se contrapone con el del gobierno-, pero agregó la idea de que ANCAP participe en la sociedad que llevará adelante las operaciones ferroviarias.

Esto último, en la iniciativa del Poder Ejecutivo, se logrará a través de una asociación entre AFE y la Corporación Nacional del Desarrollo (CND).

Sendic reconoció que su idea fue transmitida a las principales autoridades de dos ministerios (Economía y Transporte) aunque sin que le dieran “bolilla”, en tanto que sí fue escuchada por “tres presidentes”, en referencia a José Mujica, al titular de AFE, Alejandro Orellano, y al de la UF, Carlos Aramendi.

El jerarca explicó que en los próximos años ANCAP tendrá que movilizar más de 1.500.000 toneladas de productos variados y dijo: "Vamos a ser uno de los principales sostenedores de esta reestructura".

"Entonces, le damos la plata a AFE o participamos en la sociedad. Sí vamos a ser clientes pero también podemos formar parte de este emprendimiento”, manifestó.

El presidente de ANCAP consideró que se trata de una propuesta “inclusiva”, en tanto apunta a que la asociación que trabajará como operadora no debería dejar de lado otros organismos interesados, como los ministerios de Transporte, Economía o Industria.

“Deberían unirse todos esos esfuerzos en una sola empresa”, planteó Sendic, y luego aclaró que también es partidario de que privados participen eventualmente en esa asociación como socios minoritarios, una alternativa que genera resistencias en la UF. “Manteniendo la definición de que debe haber sólo una empresa ferroviaria en el país, donde haya mayoría del Estado, creo que los privados que quieran participar deberían integrarse a la empresa si quieren, y no darles la posibilidad de que mañana, después de que se hagan las inversiones, sean operadores ferroviarios, pero sin haber participado en este enorme esfuerzo que el país va a tener que hacer para remontar esta situación”, argumentó.

Actualmente el Poder Ejecutivo culminó su propuesta para reestructurar AFE y ahora se apresta para discutir la propuesta con los trabajadores. “Si quieren podemos ser parte de este emprendimiento y si no vamos a ser clientes de todas maneras”, reiteró Sendic.

Coincidencias público privadas

El panel convocado por la UF lo completaba el subsecretario de Transporte, Pablo Genta; Orellano; el senador socialista Daniel Martínez; el diputado Jorge Pozzi (Nuevo Espacio); el ex presidente de AFE (1995-1998) y ex senador frenteamplista Víctor Vaillant; el dirigente metalúrgico Marcelo Abdala; el presidente de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, Gabriel Molina; Carlos Aramendi y el secretario general de ese gremio, Ricardo Cajigas.

En la mayoría de los temas hubo consenso. Todos concluyeron que AFE no es una empresa que tenga que dar ganancias en sí misma ni valorarse por su rentabilidad, sino que su gran beneficio son las “externalidades” o “lo que se ahorra con su funcionamiento”, que en el caso de ANCAP, según Sendic, alcanza una cifra de 2,7 millones de dólares anuales.

“Necesitamos un ferrocarril que pierde plata para que haya un país que gane plata”, sintetizó Vaillant. Tanto el ex senador, así como Cajigas consideraron que es necesario separar la contabilidad de la empresa en el área de infraestructura de la de la operación para evitar “errores de enfoque y análisis con respecto a su eventual rentabilidad”, así como también para dejar en claro “dónde está la eficiencia y la inversión”.

Los panelistas coincidieron en que AFE no recibió inversión durante mucho tiempo y que eso dificulta su competitividad. De hecho, Martínez admitió que el ente ferroviario no prosperó en el período pasado como otras empresas del Estado que sí eran autosuficientes. El ex presidente de ANCAP admitió que en el ente ferroviario “peleaban con un escarbadientes” durante la anterior administración.

La diferencia más importante que genera el proyecto del gobierno sigue siendo el rechazo del sindicato -y también del Partido Socialista- a que la asociación que AFE gestionará junto con la CND funcione bajo el derecho privado. Genta y Pozzi hicieron hincapié en que “en ningún momento de la discusión se habló de privatizar nada. El diputado nuevoespacista se amparó en el argumento esgrimido por los sindicatos respecto a que “lo privado no asegura nada” y replicó que eso también podría aplicarse para “lo público”. “El mejor ejemplo de eso es la mismísima AFE”, comparó.

Sin embargo, desde el sindicato la postura fue firme: Aramendi sentenció: “Los ferroviarios no estamos dispuestos bajo ningún concepto a pasar a trabajar al derecho privado, porque no es el camino a transitar”. “Con esto se intenta hacernos pagar a los trabajadores por los errores que se ha venido cometiendo” desde la dirección del organismo, dijo el presidente de la UF, quien le pidió al gobierno “la posibilidad, que nunca tuvimos, de poder reconvertirnos a nosotros mismos”.