Los exportadores sostienen que el año fue “normal” pero se perdió competitividad. Consultado por la diaria, el presidente de la Unión de Exportadores de Uruguay, contador Álvaro Queijo, calificó 2012 como un “año normal”, aunque consideró que el crecimiento “fue menor que el que se venía dando” y añadió que durante el año “se perdió mucha competitividad”. Agregó que esto no es sólo una “impresión” de los empresarios, ya que a su juicio la caída de la competitividad “la muestran los indicadores del Banco Central”. Consultado por la diaria sobre las perspectivas del sector para 2013, señaló que esperan “un año complicado” en particular para “algunos sectores que no puedan ganar en productividad, con mejora de procesos productivos y reducción de costos”.

Respecto de la “pérdida de competitividad”, Queijo no avizora que haya cambios en la política económica y opina que “Uruguay seguirá siendo caro”. Destacó que debería comenzarse por “cambios en el gasto [público] y en la calidad de éste”, pero dijo ser pesimista sobre una recomposición “en un plazo breve”. Por último, indicó que si bien la política monetaria apunta a no ser expansiva, “las políticas fiscal y salarial lo son y eso indefectiblemente deteriora la competitividad”.

Por su parte, el ingeniero agrónomo Ricardo Reilly, secretario de la Asociación Rural del Uruguay, opinó que el año que finaliza fue “muy positivo en muchos aspectos”. Se refirió a la apertura del mercado de Corea “más que nada como señal”, ya que aún no se han concretado negocios. Señaló en diálogo con la diaria que Corea “no es un país que abra sus puertas a cualquier país” y destacó como otra buena noticia que China se haya transformado en el principal comprador de carnes. Agregó que el hecho de que los chinos “coman carne de calidad y no menudencias y subproductos es una buena noticia para Uruguay”. Destacó “el esfuerzo que realizaron los productores”, en referencia a la inversión en engorde de los animales, y dijo que sin este esfuerzo no se estaría “batiendo récords”. Añadió que si existió alguna mala señal, lo fue la instauración del “impuesto a la tierra”, en referencia al Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR). Destacó que “es un golpe económico” y entiende que agregar un “impuesto fijo” a un sector cuyos costos crecen por “el dólar bajo” tendrá consecuencias “en poco tiempo”.

Reilly indicó que en 2013 se apuntará a mercados como Japón y Rusia y destacó que el año próximo continuarán las “caídas de los márgenes de rentabilidad” del sector, ya que a su juicio “se sigue pensando en bajar la inflación con el tipo de cambio, en lugar de atacar el déficit fiscal y pensar en cómo gastar e invertir mejor”.

Por su parte, Pablo Salomón, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, manifestó que 2012 fue un año “muy positivo” para el sector de las TIC y destacó la fuerte diversificación de sus exportaciones. Comentó que el sector “tiene varios desafíos” para 2013, el principal de los cuales es la escasez de recursos humanos. En este sentido, dijo que ven con “buenos ojos” la creación de la Universidad Tecnológica, ya que a su juicio “las empresas encuentran oportunidades pero no las pueden aprovechar por esta limitación”.

Entre los trabajadores, Marcelo Abdala, uno de los coordinadores del PIT-CNT, al ser consultado por la diaria dijo que el balance de 2012 es “muy positivo” para los trabajadores. Manifestó que se ha comenzado a cambiar la matriz productiva del país y destacó las “salidas positivas mediante la negociación colectiva” de algunos conflictos como los de ANCAP, Salud Pública y Enseñanza Secundaria. Mencionó como un aspecto negativo el “manejo del tema Pluna” y opinó que lo mejor hubiera sido reestructurar la compañía “una vez caída”.

Abdala hizo referencia al control de la inflación como uno de los principales temas de 2013, aunque discrepa con el “sesgo” que tomó la discusión, ya que a su juicio “se culpabilizó al salario”. “Para bajar la inflación no es necesario que baje el consumo”, dijo y agregó que “hay otros factores a los que no se les está prestando atención, como la importación de precios internacionales de materias primas y la bonanza del capital”. Mencionó como otro desafío para el año entrante la necesidad de “hacer un mayor esfuerzo respecto de la distribución de la riqueza”.

Otro de los coordinadores de la central sindical, Fernando Pereira, prefirió mirar “el proceso que arranca en 2005 y que tiene muchas conquistas”, que ejemplificó en los logros en materia de negociación colectiva, libertad sindical, consejos de salarios extendidos, entre otros. “Comparando con el Uruguay de 2002, hoy hemos logrado reconstruir la participación de los partidos políticos y de la sociedad civil organizada”.

La principal conquista “del proceso”, en opinión de Pereira, son los ocho años consecutivos de crecimiento del salario real, aunque reconoció la situación de las 600.000 personas que aún tienen salarios sumergidos.

Si bien preferiría que los “procesos fueran más rápidos” y que “la disminución de la brecha de riqueza se dé en el corto plazo”, dijo que esto no quiere decir “que no se haya hecho nada al respecto”. Recordó que aún hay miles de personas que se encuentran en situación de exclusión y “no sólo en lo que refiere a ingresos monetarios, sino en cuanto al lugar de trabajo y la cultura”.

Cree que en 2013 es necesario darle un “empujón” a la educación y “atender las necesidades de los uruguayos en materia de conocimiento”. Pereira considera que el reto principal es traducir el crecimiento actual en un desarrollo integral “que abarque tanto el desarrollo de producción como el valor agregado y la misma gente”.