La selección del departamento de Colonia logró el título de campeón de la Copa Nacional de Selecciones del Interior 2012 y acumula un tercio de los torneos jugados desde 2004 en esta nueva versión de los campeonatos nacionales de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) que se disputan desde 1952.

En los últimos nueve años Colonia alcanzó el título en tres ocasiones: en 2005, 2008 y 2012. Los restantes campeones lo han sido sólo una vez: Liga Centro de Soriano en 2004, Liga Mayor de Maldonado en 2006, San José en 2007, Minas en 2009, Artigas en 2010 y Durazno en 2011.

Pero con diferencias de matiz en su organización, desde 1952 
-siempre contando el año en que finalizó, para encastrar bien con esta edición que acaba de finalizar y que se disputó íntegramente en 2012- los campeonatos nacionales reconocen otros méritos de más largo aliento. En ese registro, Colonia acaba de avanzar a la cuarta posición entre los titulados. Hasta el sábado compartía el quinto puesto justamente con su último rival. La selección de Melo, que lleva ganados cuatro campeonatos y tenía cuatro vicecampeonatos. Ahora alcanzó el cuarto lugar en esa tabla histórica al igualar a Maldonado en cantidad de torneos ganados, cinco cada uno, pero superando a los del este en vicecampeonatos: cuatro contra tres.

Durazno lidera esta estadística mayor con diez títulos. Luego siguen Tacuarembó con ocho, Paysandú con seis y, ahora, Colonia y Maldonado con cinco y Melo (Cerro Largo) con cuatro.

Un departamento festeja

Estadísticas aparte, hay un detalle no menor que se debe analizar. Colonia presenta una representación departamental desde hace varios años, cuando la liga capital, la de Colonia del Sacramento, llegó a un acuerdo con las restantes ligas mayoritarias y pasaron a competir con una selección única, lo que han hecho en el siglo actual. Antes jugaba la representación de la ciudad capital en la Confederación del Sur y la del interior en el Litoral. Aprovechan así una potestad que OFI les ofrece a todos los departamentos pero sólo los colonienses utilizan.

Es así que la representación de Colonia representa a diez ligas con más de 70 clubes. Esas ligas son las de Tarariras, Rosario, Nueva Helvecia, Ligas del Centro (Miguelete y Ombúes de Lavalle), Juan Lacaze, Conchillas (Regional del Plata), Carmelo, Cardona, Colonia del Sacramento y Agraciada. En los últimos años perdió a Nueva Palmira que, fundamentalmente por una razón de cercanía geográfica, se vinculó con las ligas del interior de Soriano y pasó a integrarlas.

La rojita

La sub 18 coloniense goleó 7-0 a los juveniles sanduceros luego de haber perdido en Paysandú 5-4. Con la dirección técnica de Carlos Rodríguez, completó así tres títulos en las últimas cuatro temporadas, con un doblete 2011-2012. Tuvo un registro de goles fabuloso, con promedio casi exacto de cinco por partido, 91 a favor y 14 en contra en 18 partidos. Hubo jugadores de Tarariras, San Pedro, Rosario, Ombúes de Lavalle, Miguelete, Nueva Helvecia, Juan Lacaze, Colonia, Cardona y Carmelo. Sin embargo, no fueron campeones del Sur porque la final se la ganó por penales Florida, después de haber perdido 3-1 en Tarariras y haber ganado por el mismo marcador en el Campeones Olímpicos de la Piedra Alta.

Con esa selección unitaria y una muy buena organización interna Colonia ha sacado ventaja en la estadística de los últimos años al ganar un tercio de los nueve torneos realizados por la ahora llamada Copa Nacional de Selecciones del Interior, mientras que ninguno de los restantes competidores -31 en esta edición 2012- ha llegado a sumar dos.

Último capítulo

En el partido final de cierre, el escenario del Peñarol de Tarariras casi colapsó. Más de 3.500 entradas vendidas, más de 4.000 espectadores y un entusiasmo difícil de cuantificar o comunicar. Afuera del estadio ubicado en una ruta de salida de la ciudad del centro del departamento se amontonaban los vehículos de distintas chapas colonienses mezcladas con algunas de Paysandú y Cerro Largo.

Un doble espectáculo con éxito local. Colonia se coronó dos veces en una misma noche y en un mismo lugar, convirtiendo ese hecho en una novedad absoluta en el fútbol del interior; esa doble titulación era inédita.

El partido Colonia-Melo terminó con victoria local 2-0 con goles de Enzo Barrotti, el de Juventud de Colonia -algo así como un goleador de relevo por si no aparece el gol del Mono Mignone- a los 18 minutos del segundo tiempo, y del Monito Bordón, el incontrolable habilidoso cardonense, cuando faltaban tres minutos para el final. Con eso se llegó a un resultado global de 4-1 ya que en Melo la victoria roja había sido de 2-1.

El primer tiempo fue de atractivos reducidos, de pocas llegadas, algo deslucido. Empate clavado con algunos pasajes a favor de los visitantes y tres tibias llegadas locales: un bombazo de Barrotti a los 19, contenido por Villanueva, un tiro de lejos en el estilo del Mono y otra de Barrotti sobre el final sin poder afirmarse bien.

Habían entrado por Colonia, según lo decidido por el Pelado Óscar Lemes (así le dicen sus jugadores al director técnico rosarino de nacimiento y helvético de residencia), Gonzalo Ruiz; Leonardo Álvarez, Piero Cesarotti, Ronald Tolosa y Carlos Vélez; Rafael Bardallo, Adrián Daghero y Wilmar Martínez (salió con esguince de rodilla sobre el final del primer tiempo, entró Diego Cabrera en el lateral derecho y pasó el rosarino Álvarez como volante); Félix Martín Bordón; César Gastón Mignone y Enzo Barrotti. En los melenses lo hicieron Horacio Villanueva; Adhemar Martínez, J Toledo, Luis Pereira, Lázaro Silva, Fernando Moreno, Maeso, Juan Ignacio Silvera, Yilson Silva, Juan Martín Luna y Claudio Bentancor. Arbitraba el salteño José de los Santos.

El segundo tiempo comenzó con el 0-0 que le servía a Colonia, tanto que si Melo convertía el 1-0 seguía siendo campeón Colonia por tener más goles como visitante. Con la anotación de Enzo Barrotti a los 18 minutos, cabezazo en tiro de esquina de Bordón, Melo debía hacer dos goles para ir a penales y tres para ser campeón directamente. Buscó ese difícil objetivo pero nunca desequilibró a la sólida estructura 
coloniense.

El gol del Monito Bordón sobre el final desató festejo contenido y entusiasmo acumulado en un campeonato que tuvo momentos muy difíciles para el ahora triple titulado de la Copa Nacional de OFI. Al final no fueron “los campeones de la angustia” sino los de la seguridad en sus fuerzas y calidades.