Paul McCartney abrió su esperado espectáculo en el Estadio Centenario con “Hello goodbye” y recorrió desde el inicio de su actuación otras canciones de los Beatles, incluyendo algunas relativamente inusuales como “The night before”. Hubo, como se ha hecho habitual en sus presentaciones de los últimos tiempos, homenajes a los integrantes fallecidos de ese grupo: “Give peace a chance”, de Lennon (en la que intentó, sin mucho éxito, que el público cantara); “Here today”, la canción compuesta después de su asesinato, que dedicó en español a su “hermano John”; y su versión de “Something”, de Harrison, acompañándose en ukelele, un instrumento especialmente querido por George. También repasó repertorio menos famoso del grupo Wings, formado luego de la separación de los Beatles, e incluyó varios minisets como ejecutante de diversos instrumentos. Cerró con “Hey Jude”, y luego hizo como bises una seguidilla de éxitos beatlescos: “Lady Madonna”, “Day tripper”, “Get back”, “Yesterday”. El verdadero final fue con la fusión de los temas “Golden slumbers”/“Carry that weight”/“The end”.

Aparte de la nostalgia, uno de los momentos musicales más interesantes fue “Sing the changes”, del proyecto paralelo ambient The Fireman que lleva adelante junto con Youth desde 1994, acompañada por la proyección de imágenes de Barack Obama. Y el pasaje más rockero vino con la ejecución de “Live and let die”, con un festival de fuegos artificiales dentro y fuera del escenario.

El artista se mostró de buen humor y bromeó en varias oportunidades con el público (mayoritariamente mayor), intercalando algunas frases en español e incluso una mención al futbolista Luis Suárez.

“Bienvenidos, Maldonado y Rivera, que nos están viendo por la tele”, dijo sobre las 22.45, cuando su concierto comenzó a ser visto en esas capitales departamentales y también en la pantalla gigante que la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales (Impo) tiene sobre la fachada de su sede en la avenida 18 de Julio, frente a la Intendencia de Montevideo, donde miles dijeron presente. Esto había sido anunciado el sábado por Antel, que formó parte de los acuerdos necesarios para las transmisiones, incluyendo la llegada de las imágenes al interior mediante fibra óptica. En Rivera, los asistentes al estadio Atilio Paiva Olivera estaban llamados a donar un abrigo a modo de entrada.