El informe de OIT estima que la tasa de participación de la fuerza de trabajo viene disminuyendo “drásticamente” desde el inicio de la crisis, en particular en las economías avanzadas, en las que el descenso alcanza el punto porcentual. También la relación empleo-población ha disminuido casi 4 puntos porcentuales en algunos países europeos. La OIT prevé que estos indicadores empeoren aún más a medida que el desempleo “de larga duración” y las “débiles perspectivas” de crecimiento persistan.

La falta de calificación de la fuerza de trabajo es uno de los principales problemas según la OIT, por lo que recomienda “políticas de apoyo” para “recapacitar y activar” a los que buscan trabajo. A esto se le suma que la cantidad de empleos creados es notoriamente inferior como consecuencia de la asignación “errónea” de los recursos y la inversión “excesiva”.

El informe menciona también la “incoherencia” entre las políticas monetarias y fiscales adoptadas, además del enfoque “poco sistemático” que se hace del sector financiero y la deuda pública, “sobre todo en la zona euro”. Destacan que “la indecisión de los responsables de las políticas ha reforzado la incertidumbre sobre las condiciones futuras, y así las empresas continúan aumentando los excedentes de efectivo y la paga de dividendos antes que expandir su capacidad y contratar nuevos trabajadores”.

Algunas cifras

Al finalizar 2012, 197 millones de personas se encontraban desempleadas y en los cinco años que van de crisis, 28 millones han perdido su empleo. Si a esta cifra se suman los 39 millones de trabajadores “desalentados” (que abandonaron la búsqueda de empleo), el déficit alcanza a 67 millones de personas.

Los jóvenes son los “gravemente” afectados por la crisis del empleo. Actualmente 73,8 millones están desempleados y la OIT estima que la desaceleración de la actividad económica va a sumar otro medio millón en 2014. La tasa de desempleo juvenil, a fines de 2012, fue de 12,6%, pero llegaría a 12,9% en 2017. Por otro lado, el empleo vulnerable -trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares no remunerados- disminuirá, pero a menor ritmo.

“Previo a la crisis, muchos países en desarrollo habían logrado una redistribución de los trabajadores de actividades de baja productividad hacia actividades de mayor productividad en los distintos sectores económicos”, dice el informe del organismo internacional, y agrega que este cambio estructural en el mercado de trabajo ayudó a reducir el empleo vulnerable y el número de trabajadores pobres. “Esto ocurre debido a que aquellos países con mayor cantidad de trabajadores pobres siguen creciendo en un ritmo mayor que el promedio mundial”, destaca el informe.

¿Para qué eran los bancos?

Para la OIT, la actual crisis de empleo requiere una acción política adicional: “incrementar las inversiones y crear empleo a través de planes políticos más coherentes y predecibles”. El organismo llama a implementar reformas financieras que “restituyan al sector bancario la función de apoyar las inversiones y otorgar créditos en particular a las pequeñas y medianas empresas, principales motores de la creación de empleo”.

En materia de desempleo juvenil, la OIT propone tres tipos de intervención: reforzar vínculos entre la educación, la formación y el mundo del trabajo, incluyendo las pasantías; mejorar el acceso a la información sobre las oportunidades profesionales y apoyar la búsqueda de empleo y los sistemas de garantías para los jóvenes; y, por último, promover las normas del trabajo y los derechos de los jóvenes, “incluyendo el derecho de sindicalización y a la negociación colectiva, y garantizarles una protección social adecuada”.

También propone abordar los problemas estructurales que se han intensificado con la crisis, como el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias y ocupaciones, y, específicamente, recomienda a los gobiernos de los países donde el empleo en la agricultura es especialmente importante, adoptar medidas dirigidas a “acelerar el crecimiento de la productividad en ese sector y diversificar las oportunidades de trabajo e inversiones en las zonas rurales”.