Mediante un carta dirigida al presidente José Mujica, la doctora María Antonia Grompone presentó su renuncia el jueves al Consejo Directivo Central (CDC) provisorio de la Universidad Tecnológica (Utec). En la misiva explica que no cree “en discursos de barricada que luego, en los hechos y en la intimidad de las reuniones, reflejan posturas contrarias” al derecho a la educación, y que la calidad de ente autónomo de la Utec “no es una credencial que le permita tomar decisiones y actuar con independencia” de la legislación vigente. Agrega que cree en una Utec “hermanada” con la Universidad de la República, para “optimizar el uso de los recursos humanos” y materiales, y así “potenciar la docencia, la investigación y la extensión en todo el territorio nacional”. También señala que “el funcionamiento transparente” de la Utec “se logra en la medida en que las resoluciones sean tomadas durante las sesiones de su Consejo y ninguna fuera de ellas”, y añade que no cree “necesario” que en este período “de inicio se utilice el criterio impositivo de que una mayoría de dos en tres sea la que gobierne, sino que sea el consenso el que conduzca al equilibrio entre las diferentes opiniones”. Además de Grompone, integran el CDC de la Utec los doctores Pablo Chilibroste y Rodolfo Silveira.

Grompone también plantea que la Utec “debe estar dirigida por profesionales” con “formación y experiencia en temas de educación”, y que hay “varias personas” en la institución “que no tienen el perfil adecuado para los cargos que ocupan”. Por último, cuestiona que se traiga “como director de Operaciones e Innovación a un uruguayo que vive en Suiza”, que “nunca trabajó en el Uruguay” ni “es un experto en educación ni tampoco un investigador reconocido en ningún área”. Además, plantea que cree “en una Utec innovadora y moderna, transparente en su accionar, comprometida con la realidad educativa, social y económica del Uruguay.