Los Estados de Centroamérica piden a Estados Unidos y a Europa su apoyo en una nueva estrategia de lucha contra el tráfico de drogas, partiendo de la base de que las políticas represivas fracasaron, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala. Ése es el mensaje que llevó a Reino Unido, Rusia y Francia. Fue en este último país que su postura logró las mayores repercusiones.

En una entrevista con la radio francesa en español RFI, emitida la semana pasada, el diplomático dijo que su país impulsa “desde hace 18 meses” una forma de “renovar esas políticas a nivel mundial” y consideró que “ya no progresamos desde hace años y hay que renovar el enfoque”.

Carrera opinó que para que “baje la violencia”, un problema en aumento en Centroamérica, zona que está en la ruta del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, “hay que hablar de prevención, de salud y de protección de los derechos humanos”. Además dijo estar a favor de “regularizar y legalizar algunas drogas para lesionar el poder económico de las mafias”. Cuando se refirió a la legalización, mencionó específicamente a la marihuana, con la que dijo que “hay que experimentar”. Manifestó que en el encuentro que mantuvo con su par francés, Laurent Fabius, ambos estuvieron “de acuerdo” en esto, aunque el jefe de la diplomacia gala dijo años atrás que estaba en contra de despenalizar el cannabis.

Marruecos también

El Parlamento marroquí tiene previsto desarrollar hoy en Rabat una jornada de intercambio y estudio sobre “el papel de los usos positivos de la marihuana para crear una economía alternativa”, algo que comprende la posibilidad de legalizar el cultivo con fines industriales y farmacéuticos. Dos grupos de diputados opositores defienden esa idea, de acuerdo a la prensa local, e impulsan un debate en el que estaba previsto que participaran expertos y políticos, tanto marroquíes como extranjeros. De acuerdo al Informe de 2013 de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen, presentado en junio, Marruecos “se mantiene como primer proveedor de cannabis en el mundo desde hace 12 años”, después de Afganistán.

Según afirmó Carrera, la necesidad de debatir un nuevo enfoque para la lucha contra las drogas es “compartida por todos los Estados del continente, incluso Estados Unidos” y por eso la Organización de los Estados Americanos estudia el tema. Se sabe que países como México y Colombia también están reflexionando al respecto. En este último, el diálogo entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno justamente está tratando la política antidrogas, y uno de los puntos que defiende la guerrilla es que se “reconozcan y estimulen los usos alimenticios, medicinales y culturales” de la coca, la marihuana y la amapola.

El secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, anunció que en la administración central de su país no se penalizará a las personas que fumen marihuana con fines recreativos o medicinales, y dejó en libertad a los Estados para legislar en el tema. Poco después, Puerto Rico intentó despenalizar la posesión de marihuana para consumo personal, pero el proyecto, aprobado por el Senado, no corrió la misma suerte en Diputados.

Aunque Guatemala, presidida por Otto Pérez Molina, está buscando un consenso regional y quizá mundial, motivo por el cual su canciller recorre el mundo explicando esa postura, tampoco descarta legislar al respecto por su cuenta. Pérez Molina dijo al diario guatemalteco Siglo.21, respecto de la legalización de la marihuana, que es algo que se está discutiendo, pero que es necesario conocer el resultado de los estudios encomendados en octubre a una comisión de expertos.

Carrera dijo al mismo medio: “Debemos hacer una transición hacia un mercado regulado de lo que hoy consideramos drogas ilegales, para poder controlarlas de una manera más efectiva, conocer los efectos de salud que causan, y, también, poder controlar la producción y el tráfico”. Como respondiendo a su encuentro con Carrera, Fabius, cuyo país asumió por diciembre la presidencia pro témpore del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, comunicó su voluntad de organizar el 18 de diciembre un debate en ese organismo sobre el tráfico de drogas. Sin embargo, no se refirió a Latinoamérica, y apuntó que ese fenómeno “desestabiliza en particular” a África del Oeste y la región de Sahel.

Aunque la despenalización de la marihuana está lejos de generar consenso mundial o regional, tal como celebra Carrera, el debate está planteado.