El viernes, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió para tratar el informe de su directora gerente, Christine Lagarde, acerca del “progreso” hecho por Argentina en la elaboración de datos oficiales como el Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA) y el Producto Interno Bruto (PIB).

La declaración del organismo destaca que “el progreso hecho por Argentina […] no ha sido suficiente” en la adopción de las medidas correctivas en dichos índices desde que la representación del FMI se entrevistó con autoridades de dicho país en setiembre de 2012. Como consecuencia, “el FMI ha emitido una declaración de censura a Argentina” en el entendido de que ha incumplido una de las obligaciones que los miembros asumen al firmar el convenio constitutivo del organismo. El comunicado recuerda que el directorio había solicitado a Argentina que adoptara las medidas correctivas para remediar la “inexactitud” de los datos sobre el IPC-GBA y el PIB “prontamente” y “a más tardar para el 29 de septiembre de 2013”.

El FMI entiende que no existieron gestiones para alinear el IPC-GBA con las pautas estadísticas internacionales, y llamó a Argentina a implementar medidas específicas, en un plazo de 180 días, para mejorar la calidad de los datos. El Directorio Ejecutivo del FMI anuncia que volverá a examinar el tema y manifiesta su disposición a “continuar el diálogo con las autoridades argentinas”.

Qué hablan ustedes

El mismo viernes, a última hora, el Ministerio de Economía argentino contestó el mensaje por la misma vía, un comunicado que tituló “El Fondo Monetario Internacional una vez más contra la Argentina”. En él establece que la decisión del FMI es “un claro ejemplo de trato desigual y de doble estándar de este organismo en su relación con ciertos países miembros”. Posteriormente señala que el gobierno pedirá una reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores del FMI “para examinar la política del organismo hacia Argentina y su actuación en el origen de la crisis económica y financiera mundial”. Además, en la declaración el gobierno de Cristina Fernández confirma que en el último cuatrimestre de 2013 comenzará a reemplazar al índice de precios actual por el IPC-Nacional que se encuentra en etapa de elaboración.

En diálogo con Radio 10, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dijo que la decisión del FMI se debe a que “el país no hace lo que ellos quieren”; agregó que “en los años 90 la Argentina era presentada como un modelo para el mundo” y que “cuando el país buscó un modelo propio de desarrollo inclusivo se convirtió en un mal ejemplo”. Finalmente, consideró “paradójico que estén preocupados por las medidas que aplica la Argentina en este contexto internacional en el que muchos países europeos tienen problemas importantes y siguieron las recetas del Fondo”.

De acuerdo a la agencia estatal de noticias Télam, Paulo Nogueira Batista, representante de Brasil en el directorio del FMI y presente en la reunión, calificó de “contraproducente” la moción de censura, debido a que “existe un diálogo en curso” entre el país y el organismo multilateral para la confección de un nuevo indicador de precios a escala nacional. “La discusión del FMI giró en torno a un índice que no sería de referencia en el futuro”, dijo respecto del actual IPC-GBA, en el que se basó el FMI para censurar a las autoridades argentinas.