A media mañana los maestros se concentraron en la puerta de la Torre Ejecutiva, donde pretendían ser recibidos por el presidente de la República, José Mujica. Sin embargo, fueron atendidos por un asesor de la dirección general de Presidencia, quien, según señaló Raquel Bruschera, secretaria general de Ademu, los recibió “como quien recibe cualquier cosa, ni siquiera nos hicieron pasar ni tomar asiento ni nada”.

Sí fueron atendidos más tarde cinco delegados por el presidente del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Héctor Florit, y por la consejera Mirta Frondoy. Pero antes de llegar al edificio ubicado en la calle Juan Carlos Gómez y Buenos Aires, los maestros dieron una vuelta casi completa a la plaza Independencia, transitaron entre los turistas por la calle Sarandí, luego pararon frente a una dependencia de ANEP y continuaron hasta el CEIP.

Algunos estaban vestidos con túnicas blancas y no faltó quien luciera la bandera de Uruguay colgada en los hombros. El grupo llamaba la atención a los visitantes recién bajados de un crucero y también les tomaban fotografías para llevarse como recuerdo de la ciudad. Más de un visitante preguntó en un inglés pausado cuáles eran los motivos de la movida y las respuestas eran concretas para que pudieran entender: “Más dinero para los maestros”, resumió una manifestante con volantes en mano.

Al respecto, Bruschera especificó: “Planteamos el tema del reclamo salarial como lo central. Tiene que haber decisiones políticas que permitan que haya un aumento salarial importante, no de 1%, 2%, que sobre nuestro salario es una miseria”.

En la carta que le hicieron llegar a Mujica se adjunta el recibo de sueldo de un maestro que recién comienza a trabajar y cuyo sueldo líquido es de 14.366 pesos. Pero la realidad salarial es un mal que toca a todos los maestros. Adriana, por ejemplo, contó que es docente hace 32 años y trabaja con escolares discapacitados intelectuales. Detalló que cobra 30.000 pesos pero es jefa de familia y tiene tres hijos a su cargo. Consultada por la diaria, resumió: “Reclamamos poder vivir en forma digna, poder hacerte un gusto, comprar un par de zapatos y mantener a nuestros hijos”.

Avisados

La movilización estuvo acompañada por un paro de actividades, que fue comunicado a los padres de los escolares el viernes, durante el primer día de clases. Marisa, directora de una escuela, dijo que ese día reunió a los padres para contarles cuál era la situación de los docentes y de la educación. “Los padres agradecieron, brindaron su apoyo y dijeron que estaban en total acuerdo con nosotros”, relató. Casi interrumpiendo la conversación, Gabriela, otra maestra, agregó: “Los padres son los primeros damnificados por todo lo que está pasando, porque sus hijos van a la escuela, a la cual concurren más de 100 niños y tienen un solo baño”. “Es más efectivo que se les comunique desde la escuela porque ellos nos conocen, saben la forma en que trabajamos y que esto no es una medida contra los niños sino a favor de ellos, para lograr mejoras para ellos también”, acotó.

El planteo salarial fue efectuado a los consejeros de primaria. La secretaria general de Ademu explicó que la respuesta fue que el CEIP no tenía capacidad de decisión en relación a lo salarial. “Nosotros les dijimos que esperamos que el Consejo de Primaria tuviera iniciativa en lo que tienen que ganar los maestros. El consejo debe hacer un planteo de cuánto necesitaría, como responsable del sistema, para que funcione bien”, concluyó.