“Nosotros queremos que todos los que quieran ser candidatos lo expresen y cuanto más sean mejor”, dijo Bordaberry a la diaria. Consultado respecto de una posible candidatura del diputado Fernando Amado, el senador dijo que eso le parecería “buenazo”, aunque aclaró que este legislador “todavía no ha expresado públicamente su interés”. Bordaberry expresó además, como al pasar, que estaría interesado en esa carrera el diputado montevideano Aníbal Gloodtdofsky, también perteneciente a VU, y reconoció que en su partido hay quienes quieren que el ex candidato departamental por el sector Luis Alberto “Ney” Castillo vuelva a postularse.

Tejiendo redes

Bordaberry hizo estas declaraciones en la entrada de una mesa redonda sobre redes sociales organizada por la agrupación “Acción y Propuestas”, que orienta el diputado Juan Manuel Garino. En el encuentro, el senador habló de su experiencia como operador de las redes sociales. Actualmente, Bordaberry es el político uruguayo más popular de la red social Twitter, con 21.976 seguidores. A pesar de eso, según dijo, no siempre la tuvo clara en esta área.

Reconoció que cuando empezó a utilizar esa herramienta había entendido que debía utilizarla para construir una suerte de “relato de vida”, pero después una especialista en el área le comentó que lo que hacía estaba mal, y le propuso “pensar menos en uno mismo” y escribir para un posible “interlocutor imaginario”.

Para lograr destacarse en ese mundo, evaluó Bordaberry, es "necesario hacer algo para que te presten la atención", algo que requiere "ingenio o trabajo suficiente para lograr el interés del lector, sin recurrir a guarangadas o a elementos que no son los adecuados”. Sin embargo, Bordaberry advirtió respecto de algunos de los peligros de las redes sociales, como el “montaje”: personas que no se identifican o se hacen pasar por otras y que pueden generar situaciones desafortunadas. Además, se opuso a que existan empresas que legislen los niveles de accesibilidad, a los "community managers" (personas que administran las cuentas de redes sociales en nombre de otras) y expresó la necesidad de legislar sobre el “derecho al olvido”: “en la red lo que pasa queda para siempre” y “hay gente que queda difamada erróneamente” por una información incorrecta publicada en el pasado, que permanece vigente en cualquier búsqueda de internet.

Crisis de la reflexión

Otro de los oradores en la charla fue el historiador y politólogo Gerardo Caetano, que comenzó admitiendo que tiene una relación “ambigua con el tema”, ya que no se lleva bien con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Caetano no dudó en que éstas posibilitan una “revolución cargada de posibilidades y desafíos” pero aseguró que el tema de fondo es “quién manda” y “en la democracia debe mandar la política”. Destacó que las nuevas tecnologías permiten grandes logros como monitorear online la ejecución del presupuesto nacional, como sucede en Brasil, o la creación de “despachos virtuales” en el Parlamento, y “quizás nos permita escuchar la voz de los que más nos necesitan”. Incluso dijo que a raíz de esto “hoy es más difícil reprimir”.

Pese a eso, Caetano alertó que se puede caer en el “espejismo de esta cultura”: el “simulacro”, que es “creer que nos democratizamos cuando no lo hacemos, o que estamos afirmando la libertad cuando estamos afirmando el despotismo”.

“Una mala utilización de las TIC puede descentrar la primacía de lo político, que es la clave de la construcción democrática”, agregó. En ese aspecto, cuestionó a la “esquizofrenia de lo permanente”, a la “cultura de lo instantáneo” y sostuvo que estos cambios han logrado que se haya bajado el nivel de concentración.

Para Caetano “la democracia es más lenta porque tiene que reflexionar” y actualmente existe una “crisis de la reflexividad”. En ese contexto dijo que “el gestionismo puede ser la peor trampa, el que sólo gestiona es percibido en forma mejor por la opinión pública, pero al mismo tiempo pierde capacidad de reflexividad”, capacidad que a su juicio es necesario defender.

Por su parte, el director del semanario Voces, Alfredo García, sostuvo que mientras Bordaberry fue el “pionero” en Twitter y los blancos “hicieron lo suyo”, el Frente Amplio tiene “problemas” con las redes sociales. “Se lo ve como algo snob, de pituco de la Costa”, comentó el periodista, y advirtió que cada vez más personas asumen posiciones políticas mediante esas herramientas. También hablaron el director de la Fundación Propuestas de VU, Guillermo Maciel, y el periodista de Montecarlo Televisión Daniel Castro.

Por último, Garino preguntó a algunos panelistas sobre sus posturas ante una eventual Ley de Medios. Bordaberry leyó el artículo 29 de la Constitución (que refiere a la libertad de pensamiento), se opuso a regular contenidos, y dijo que le “preocupa” cuando se habla de “regularizar los medios democratizándolos”. “Después quieren democratizar la Justicia”, ironizó. En tanto, Caetano se opuso a regular los contenidos, aunque dijo no creer en la frase que “la mejor ley de medios sea la que no existe”. “Tal vez para defender la libertad de expresión haya que tener una ley”, sostuvo.