En pleno proceso de asignación de dos canales de televisión digital comunitaria, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) solicitó un canal de televisión digital de frecuencia compartida a la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel).

El director general de Secretaría de esa cartera, Pablo Álvarez, descartó que la solicitud tenga que ver con las críticas que ha recibido el llamado.

Por el contrario, explicó que la coincidencia temporal responde a que el 25 de octubre vence el plazo para otorgar frecuencias, debido a que luego ya faltará menos de un año de las elecciones y esta acción sería ilegal. “Estamos haciendo la solicitud en tiempo y forma, sabiendo que después no habrá posibilidad de asignar un canal y por tanto el ministerio quedaría hasta dentro de dos años sin posibilidad de trabajar en este sentido”, expresó Álvarez. Esta decisión, sostuvo el jerarca, “no se tomó en base a nada que se haya hecho en otro lugar, sino simplemente en función de los tiempos”.

El representante del Poder Ejecutivo explicó que la Ley 18.232, de servicios de radiodifusión comunitaria, establece que el MEC debe hacerse cargo de la administración de las frecuencias de radiodifusión compartidas (las dos completas se otorgarán en base al llamado, al que se presentaron el PIT-CNT y un grupo de cámaras empresariales), aunque para eso debe realizarle una solicitud a la Dinatel, que ya está siendo estudiada por este 
organismo.

Cambio

Mediante una resolución, el gobierno modificó la semana pasada un numeral del Pliego de Bases y Condiciones del Llamado al Servicio de Radiodifusión Comunitaria de Televisión Digital, a solicitud del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT.

El cambio extiende de cinco a diez días el plazo por el cual los interesados en obtener el canal pueden responder a la Unidad Reguladora de los Servicios en Comunicaciones (Ursec) o el Consejo Honorario Asesor de Radiodifusión Comunitaria (CHARC) en caso de que éstos requieran aclaraciones sobre la información que presentaron, “pudiéndose otorgar una prórroga por razones debidamente justificadas”. Según explicó el director de la Dinatel, Sergio de Cola, “los plazos fueron exiguos y hubo cosas que no se contestaban”.

El jerarca del organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) aseguró además que tanto el proyecto de las cámaras empresariales como el del PIT-CNT tenían retrasos en algunas respuestas, aunque este último fue el que pidió una extensión más larga del plazo para contestar una pregunta que se le hizo. La resolución también prorrogó hasta el 30 de setiembre el plazo que la Ursec y la CHARC tienen para remitir sus propuestas e informes al MIEM.

Según Álvarez, a diferencia de las frecuencias completas, las compartidas son modalidades distintas con proyectos de comunicación que “no necesariamente son permanentes”. “Nos parece estratégico promover en la modalidad del uso compartido el carácter de televisión comunitaria”, argumentó el director del MEC.

Una idea con apoyo

El pliego de condiciones para el llamado de televisión digital comunitario generó varias críticas. “Como estaba estructurado, sólo permitía que grandes organizaciones de la sociedad civil participaran, muchas organizaciones querían presentarse pero no pudieron hacerlo”, explicó José Imaz, de la Coalición por una Comunicación Democrática (CCD). Según dijo, este grupo había planteado “desde hace un tiempo a la Dinatel y al MEC que se le otorgara a este último un canal de frecuencias compartidas para que lo administre”.

Ayer de tarde, en la sede de la Dinatel, una reunión con actores gubernamentales y sociales (que incluyó representantes del MEC, de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias-Uruguay, de la Dinatel y de la CCD) analizó algunos aspectos sobre la promoción de la televisión comunitaria y la Coalición reiteró su pedido formalmente en un documento de ocho puntos. De esta manera “se abre la posibilidad de buscar formas para que un montón de proyectos tengan una forma de expresión”, expresó Imaz.

Según resumió, en el encuentro se resolvió que las “organizaciones de la sociedad civil quedaron comprometidas a participar en una futura instancia donde se comience a conversar cómo concebiríamos ese canal compartido con el MEC”. Luego profundizó que la idea es “que haya una frecuencia de televisión digital para que la utilicen distintos emprendimientos que tengan la capacidad de producir para ese canal, pero que no tengan la posibilidad de producir materiales para una señal completa”.

En tanto, Álvarez fue un poco más cauto al momento de hablar de la utilización que el MEC podría darle a este canal: “No puedo decir si le vamos a dar o no un espacio a las organizaciones. Es algo que vamos a evaluar. Hay espacios del ministerio que generan contenidos audiovisuales que pueden fomentar el trabajo en el territorio, como son las Usinas Culturales. Hay proyectos distintos en diferentes niveles de elaboración con mayor o menor nivel de formalización de lo que podría entenderse como televisión comunitaria. El proyecto está consolidándose”.