En enero de 2012, la IR y los ministerios de Transporte y Obras Públicas [MTOP] y de Turismo y Deporte firmaron un acuerdo mediante el cual se establecía la salida de madera proveniente de las forestales de Rocha hacia el litoral del país en un único barco cada cinco días. Para esto, dijo a la diaria el director nacional de Hidrografía, Jorge Camaño, se realizaron obras en el puerto y se construyeron los acopios necesarios. En diciembre del año pasado el barco ya estaba en condiciones de empezar a transportar madera, pero una tormenta lo dañó y se atrasó la salida. Finalmente, el 5 de enero, el buque Alessi, de 150 metros de largo, transportó el primer embarque de madera para la planta de UPM. “El viaje lo hizo a media carga, porque no estaba en condiciones de cerrar las tapas de las bodegas debido a la rotura, y por eso no ha salido con las 4.000 toneladas que permite, sino con 1.500”, explicó Camaño. Está previsto que el barco transporte madera aproximadamente cada cinco días; sin embargo, desde la fecha de zarpe se realizó sólo un segundo viaje, el 14 de ese mes. Según explicó, el acuerdo establece que no se pueden transportar más de 250.000 toneladas de madera por año. Camaño estimó que de la zona de La Paloma se trasladan por vía terrestre hacia Montevideo un millón de toneladas por año, por lo que el puerto estaría captando 25% del flujo de madera de la zona.

Actualmente rige una veda que no permite la circulación de camiones con carga de madera hacia el puerto desde el 15 de diciembre hasta comienzos de marzo, para que no afecte el turismo. Se generaron zonas de acopio en el puerto para acumular la madera que se llevará el buque hasta que termine la veda.

Entre las obras que se realizaron en el puerto, se encuentra la construcción de un espigón de cierre para poder poner en funcionamiento los muelles dos y tres, que implicó una inversión de siete millones de dólares por parte del MTOP. Además, se hizo la reconstrucción de 60 de los 180 metros que componen el muelle número dos, desde donde sale el buque maderero, que insumió cuatro millones de dólares, más un millón adicional para el dragado.

Por otra parte, Camaño señaló que el acuerdo incluyó la instalación de un muelle contra la escollera destinado a la pesca artesanal, que tendrá también una rampa y locales para la venta al público. Según explicó, se espera la autorización de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para iniciar la obra, para la que se había destinado tres millones de dólares, pero se calcula que costará más. Además, se construyó un camino de acceso de los camiones sobre la antigua vía del tren, paralelo a la ruta 15, que comunica la ruta 10 con el puerto.

En otro orden de cosas, el 22 de enero el MTOP transfirió a la Administración Nacional de Puertos (ANP) el manejo del muelle tres, que se volverá operativo para la pesca de altura (ver la diaria del 23/01/14). El objetivo es, según Camaño, que el MTOP se encargue de la planificación y administración general del puerto, incluyendo la pesca artesanal y el turismo náutico, mientras que la ANP se encargará de las zonas comerciales.

Convivencia marítima

“El puerto de La Paloma había quedado relegado, y a partir de ahora movilizará las cargas de madera para la zona litoral del país, dinamizará las actividades de la pesca artesanal y mantendrá su perfil de puerto turístico. Todas ellas se complementarán sin ningún tipo de conflicto”, aseguró el titular del MTOP, Enrique Pintado, durante el acto de traspaso de la administración del muelle, según se informó desde el ministerio.

Según Camaño, es posible el funcionamiento de un puerto multipropósito, ya que las distintas actividades “están separadas físicamente”. Las embarcaciones deportivas tienen su espacio en el muelle uno, que actualmente comparten con la pesca artesanal, y cuando ésta sea trasladada al nuevo muelle, el turismo náutico “tendrá el doble de espacio”, dijo.

Martín Abreu, integrante de la asociación Vecinos Autoconvocados de La Paloma, dijo a la diaria que en el puerto los veleros se encuentran a 50 metros de la carga de madera. “Los veleros que tiene al lado un barco maderero no van a volver”, opinó, y explicó que actualmente no hay ningún barco de pesca de altura operando en La Paloma. “Es un mal negocio estar operando en un lugar que supuestamente va a ser turístico, no hay lugar para todo. Hoy en día, cualquier inversor serio tal vez no invierta en La Paloma porque no hay un proyecto a largo plazo, no hay un empuje hacia el turismo, no hay nada; la preocupación es si nos vamos a convertir en un puerto maderero. Que por lo menos marquen la cancha y digan qué se va a hacer con La Paloma. Para una persona que paga por tener un velero allí, es absurdo tener un barco cargando madera a 50 metros. Que se defina hacia dónde vamos”, dijo.

Para Juan Carlos Siri, de la Unión de Vecinos de La Paloma, “es un puerto que está tratando de operar: en los hechos se muestra que no hay posibilidades. Cuando el barco maderero opera, prácticamente no hay posibilidades de que opere otra cosa”. Según dijo a la diaria, la Unión de Vecinos denunció que la remodelación del puerto se realizó sin un estudio de impacto ambiental. “Toda la remodelación del puerto tiene un cambio de destino brutal, un cambio de profundidad en el agua”, dijo, y agregó: “Si esto sigue creciendo, nuestro gran temor es que afecte al turismo”.

Según Camaño, “cuando reconstruís muelles existentes no tenés que pedir autorización ambiental, eso está establecido por decreto”.

El puerto recibía permanentemente arena, y por ese motivo se construyó un espigón que redujera su entrada. Paralelamente a eso, se realizó un dragado intensivo para retirar la arena acumulada con el tiempo que luego era depositada en lugares cercanos como la playa La Aguada, contigua al puerto. Según Abreu, “se sigue tirando la arena sucia para La Aguada, aunque ahora no se está haciendo porque hay gente y es una de las playas más concurridas de Rocha”. Cuando se comenzaron a hacer los primeros dragados, los vecinos solicitaron un estudio ambiental al Latu, que se realizó en octubre de 2012 y que determinó que la presencia de sustancias fenólicas estaba por encima del máximo estándar que establece el decreto 253/79 sobre el control de aquellas aguas destinadas a recreación por contacto directo con el cuerpo humano.

Posteriormente, la Dinama realizó un estudio que constataba la contaminación de las aguas, pero, según Camaño, se trató de “un informe visual”. “Nos llevó seis meses de trámites y ensayo demostrar que no había contaminación, y firmamos un protocolo con la Dinama para el dragado”, explicó.

En estudio

El Municipio de La Paloma junto a la IR inició este verano un estudio para evaluar los impactos económicos, sociales y ambientales que podría generar la actividad operativa del barco maderero en el puerto. Según dijo a la diaria el suplente del alcalde, Miguel Lázaro, se decidió hacer “un estudio en profundidad para tener elementos objetivos, para dilucidar este tema de una vez por todas”. Afirmó que se trata de “un estudio independiente convocado por nosotros en cada una de las especialidades, con personas capacitadas y sin una posición preestablecida. Este estudio tiene que servir para hablarle a la población de La Paloma”.

El estudio constará de dos etapas. La primera se está llevando actualmente en plena temporada y consiste en ver el comportamiento del turismo frente al movimiento del barco. Por otra parte, se realizará otro análisis de carácter económico y de los impactos en la zona costera, además de uno sobre la contaminación ambiental y sonora y de partículas en la atmósfera. El trabajo continuará en otoño, con el estudio del impacto de la accidentalidad vial y de los efectos sobre la población permanente de La Paloma, además de un análisis sobre el desarrollo del pueblo.

“El Municipio y la Intendencia están haciendo cumplir lo acordado. Quieren tener elementos objetivos para sentarse a negociar en el futuro con las autoridades nacionales y con la población de La Paloma. Mientras tanto el barco está saliendo, estamos atentos a que no se transgredan las cosas acordadas”, concluyó.