Más de una cuarta parte de los habilitados para votar el domingo en Brasil eligió no hacerlo. La abstención fue de 19,4%, 1,3% más que en 2010, y los votos en blanco o anulados sumaron 9,6%, 1% más que en la elección pasada. De ambos porcentajes se concluye que 27% de los brasileños que podían votar optaron por no respaldar a ningún candidato. Ese porcentaje no era tan alto desde 1998, cuando Fernando Henrique Cardoso venció a Luiz Inácio Lula da Silva. Éstos son algunos de los datos que comienzan a surgir mientras Brasil se encamina al balotaje.

Para esa instancia el gobernador electo de Maranhão, Flávio Dino, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), anunció su apoyo personal a la candidatura presidencial del centroderechista Aécio Neves, que compite con la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).

Este tipo de cruce de apoyos tiene lugar en un país en el que las alianzas partidarias nacionales y estaduales se manejan de forma totalmente independiente. Uno de los casos más claros fue el de Maranhão, donde se enfrentaron dos partidos que a nivel nacional son aliados: el PCdoB y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). En esa disputa el PCdoB contó con el respaldo del principal partido opositor, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Neves. Fue en respuesta a este apoyo que el gobernador electo, Dino, prometió el suyo para Neves en el balotaje.

Las alianzas cruzadas no son exclusivas de Maranhão. En Río de Janeiro, por ejemplo, la elección de gobernador se definirá en segunda vuelta entre los candidatos de dos partidos que son aliados en el gobierno nacional y que se enfrentan en el estado: el PMDB y el Partido Republicano Brasileño (PRB).

La derrota del PMDB en Maranhão, el domingo, fue un golpe fuerte para ese partido, que tenía allí uno de sus bastiones. Pero el PMDB tuvo una votación contundente en el plano nacional. Este partido, que actualmente gobierna cinco estados, fue el que se adueñó de más gobiernos estaduales en primera vuelta -cuatro- y el que tuvo más pasajes a la segunda -ocho-. La nota amarga para el PMDB fue que ganó en sólo dos de los cinco estados en los que ya gobernaba.

Se acerca

Tanto en las elecciones estaduales como en las legislativas se ha señalado que el desempeño del PT podría haber sido mejor. No tiene muchas perspectivas de crecer en cantidad de gobernadores y perdió bancas en las dos cámaras del Congreso (ver http://ladiaria.com.uy/Ufd). Sin embargo, el PT se encamina a mantenerse entre los partidos con mayor representación en los gobiernos estaduales -en el segundo o tercer lugar-, mientras que en el Congreso retiene el puesto de primera fuerza política en Diputados y segunda en el Senado, después del PMDB.

De a poco, el PT parece empezar a recorrer el camino necesario para disputarle al PMDB el lugar del mayor partido de Brasil. Ese primer lugar le ha permitido al PMDB, que no presenta candidatos presidenciales, ser considerado el partido con el que “hay que aliarse” para ganar elecciones en Brasil.

Detrás de esta organización política, en números nacionales, viene el PT, que también tiene cinco gobiernos estaduales: ganó en tres estados en la primera vuelta y disputa por otros cuatro en la segunda, por lo que mantiene una situación similar a la de las pasadas elecciones (ver recuadro).

El PSDB tuvo resultados considerablemente peores que en 2010, cuando ganó en ocho estados y se convirtió en el partido con más gobernadores. El domingo fueron electos dos de sus candidatos a gobernador (uno de ellos en San Pablo, el estado con más votantes) y otros seis pasaron a segunda vuelta.

El PSB, que gobierna en seis estados, también obtuvo resultados pobres: una victoria en primera vuelta (Pernambuco, de donde provenía su líder fallecido en agosto, Eduardo Campos) y cuatro pasajes a segunda vuelta, por lo que en marzo de 2013 perderá al menos un estado.

Ingresaron por primera vez en los gobiernos estaduales el PCdoB y el Partido Democrático Laborista (PDT, por sus iniciales en portugués). Este último ganó en primera vuelta en Mato Grosso y disputará la segunda en Amapá. Uno de los partidos que participaron por primera vez en las elecciones a gobernador es el Partido Social Democrático, del ex alcalde de San Pablo Gilberto Kassab, que pasó por el PSDB y por el conservador Demócratas. La formación, aliada del gobierno nacional, logró que uno de sus integrantes, Raimundo Colombo, fuera reelecto en Santa Catarina y otro compita en balotaje por Río Grande del Norte.

Se cocina

Para la segunda vuelta los sondeos anteriores al domingo mostraban a Rousseff como vencedora en una competencia con Neves, pero los dos candidatos llegan al balotaje con una diferencia de sólo ocho puntos porcentuales: 42% a 34%. Para superar esa distancia, el PSDB pidió públicamente el apoyo de Marina Silva y del PSB, que quedaron afuera del balotaje con 21,3% de sufragios.

Tanto Silva como dirigentes de su Rede Sustentabilidad (RS) han dado señales de que la dirigente apoyará a Neves, y éste dijo ayer que los programas de ambos tienen más puntos en común que divergencias y que está dispuesto a hacer negociaciones programáticas. Los medios brasileños informaban que RS exigirá al PSDB que incluya en su programa tres puntos fundamentales para una eventual alianza: el compromiso de mantener los avances en políticas sociales de los últimos años, las propuestas vinculadas con la sustentabilidad y el perfeccionamiento de la democracia -incluido el fin de la reelección-.

En el PSB las posiciones son menos homogéneas. Algunos dirigentes, entre ellos el presidente Roberto Amaral, se inclinan a volver a respaldar al gobierno de Rousseff. El PSB dejó la coalición de gobierno hace menos de un año con el objetivo de presentar un candidato propio. Por otro lado, varios pesos pesados del PSB, incluido quien era el candidato a vicepresidente de Silva, Beto Albuquerque, se manifestaron a favor de Neves, al igual que la familia de Campos, que ha ganado mucho peso tras la muerte del dirigente.

El partido de Silva tendría anoche una primera reunión para definir si apoyará a alguno de los candidatos, mientras que el PSB tiene previsto un encuentro para esta noche. Ambas organizaciones anunciaron que decidirán por separado, y que si no logran un acuerdo dividirán sus apoyos.