Una de las teorías acerca del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, en 1963, era la de una bala que doblaba, pero fue descartada con el argumento de que eso no era posible. Hoy sí lo es. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos, por medio de su programa Extreme Accuracy Tasked Ordenance (Exacto) logró que balas calibre 12,7 milímetros, utilizadas por francotiradores, doblen si su dirección original no les permite llegar a destino. En la página web del programa se explica que se “combina una bala maniobrable y un sistema de guía en tiempo real para rastrear y alcanzar el blanco”, lo que permite que la bala “compense” los distintos factores que interfieran en su camino, como los aspectos climáticos o que el objetivo se mueva después del disparo.

Mediante un sistema óptico de guía automático, sensores y un sistema electrónico integrado, la bala puede hacer 30 pequeñas correcciones durante su trayectoria. Si bien hoy es aplicable exclusivamente en balas para francotiradores, el sistema podría aplicarse a balas más grandes, como las de tanques o buques.

El dispositivo pasó su primera evaluación en febrero y está en las etapas finales para una segunda prueba más completa. También se espera una segunda prueba de otro dispositivo, el del “rifle inteligente”, que sólo dispara cuando la mira del arma y el objetivo están perfectamente alineados.

Un arma que sí ha estrenado Estados Unidos en los últimos días, en uno de sus bombardeos sobre Siria, en su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico, es el F-22, un cazabombardero invisible a los radares. El F-22 o Raptor fue en su origen un arma que se utilizaría en el marco de la Guerra Fría. Su primera etapa de desarrollo se impulsó en los años 80. Pero cuando superó sus primeras pruebas, en 1991, la amenaza soviética ya no existía, por lo que se siguió trabajando en este proyecto pero en un segundo plano. Fueron necesarios 70.000 millones de dólares para que pudiera comenzar a funcionar.

Fronteras afuera

El Tratado de Comercio de Armas entrará en vigor en unos tres meses, después de que durante la última Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas fuera ratificado por más de 50 países. Entre ellos se encuentran Uruguay y Argentina, pero también cinco de los diez primeros exportadores de armas del mundo: Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido. Estados Unidos todavía no ratificó el acuerdo, pero sí se ha manifestado a favor de hacerlo, mientras que China, Canadá, Israel y Rusia (que completan la lista de los diez mayores exportadores) se niegan a ratificarlo.

El tratado busca establecer normas internacionales para un comercio responsable y regulado de armas en el plano internacional. Para comenzar a transitar este camino, el año que viene se realizará en México la Primera Conferencia de Estados Parte del Tratado sobre el Comercio de Armas.

El F-22 es un avión “invisible”, que no es detectable por los radares, y puede cargar cualquier tipo de armas. Además, puede volar más rápido y alto que otros aviones de combate y cuenta con una gran precisión para el lanzamiento de bombas. Esto es lo que lo hacía muy útil en los ataques sobre Siria, que fueron realizados sin el aval del gobierno. El F-22 entró a Siria, tiró sus bombas y salió del espacio aéreo sirio sin ser detectado por las defensas de ese país, informó la BBC.

La guerra de las galaxias

Israel cuenta con otro de los ejércitos más avanzados del mundo y también invierte en nuevos protocolos de armas. Para el próximo año espera contar con el Iron Beam (Rayo de hierro), un dispositivo desarrollado por la estatal Rafael Advanced Defense Systems, que es capaz de disparar rayos láser. El portavoz de la empresa, Amit Zimmer, explicó al diario británico Daily Mail que esta arma funciona “exactamente igual que en La guerra de las galaxias. Ves que se disparan rayos láser rápido como un flash y el objetivo se desintegra”.

Estas armas con rayos láser se dispondrán para que colaboren con el sistema defensivo Iron Dome (Cúpula de hierro), que dispara misiles para detener el avance de cohetes y morteros lanzados contra el territorio israelí. La ventaja del Iron Beam es que podrá disparar mucho más rápido que la Iron Dome y cada uno de sus disparos es muchísimo más barato.

Justamente, durante el último enfrentamiento entre Israel y el movimiento islamista Hamas, analistas de defensa apuntaron que si se dispara una seguidilla de cohetes sobre la Iron Dome, ésta no podría detenerlos a todos, por lo que el Iron Beam serviría para compensar esa debilidad. Por supuesto que el Iron Beam servirá también para disparar contra otro tipo de objetivos que viajen por aire, como los aviones. Según lo informado por Rafael Advanced Defence Systems no se prevé, por el momento, desarrollar armas con rayos láser para neutralizar objetivos en tierra.

Las armas láser también se están probando en Estados Unidos, que anunció que durante este año se agregará al buque anfibio USS Ponce un Sistema de Armas Láser. El USS Ponce es un barco de 1966 que fue reformado para que pueda transportar varias armas a bordo, incluidas las láser, que todavía están siendo desarrolladas. En este caso los rayos láser serían utilizados para objetivos aéreos y navales. Si Estados Unidos llega a instalar estas tecnologías para fines de este año, tal como lo tiene previsto, será la primera vez que este tipo de armamento se utilice fuera de los ejercicios de prueba.

Batalla naval

La estrella marítima de Estados Unidos será, a partir de 2016, el USS Zumwalt, un destructor cuyo diseño hace que los radares enemigos lo perciban como una embarcación pequeña. Es el primer barco 100% automatizado: todas sus funciones se pueden dirigir desde una de sus computadoras, todas en red por medio de una intranet que supuestamente es inmune a cualquier tipo de ataque informático.

Entre sus armas hay un cañón que utiliza varios campos magnéticos consecutivos para impulsar su proyectil. Este cañón electromagnético permite disparar mucho más lejos que los convencionales y puede impulsar un proyectil de nueve kilos a una velocidad hasta cinco veces más rápida que la del sonido.

Otra novedad estadounidense es la del Active Denial System, un arma no letal que consiste en una especie de placa montada sobre un auto blindado que emite ondas de energía electromagnética a gran escala. Estas ondas se expanden hasta alcanzar un diámetro de un kilómetro, aumentando la temperatura corporal pero sin causar quemaduras graves.

A diferencia de un microondas, se utilizan ondas de alta frecuencia que garantizan una penetración en la piel lo suficientemente baja como para no causar quemaduras graves. Un periodista de la agencia de noticias AP que se sometió voluntariamente a una prueba dijo que se siente como si uno estuviera “dentro de un horno muy caliente” y que la sensación es “demasiado dolorosa como para pensar en otra cosa que no sea escapar”.

Algunos medios informaron, basándose en fuentes militares, que esta arma pronta desde 2012, fue utilizada para contener una manifestación masiva en Afganistán, pero el gobierno estadounidense asegura que todavía no fue estrenada.