Los resultados proyectados por varias encuestadoras la semana anterior a las elecciones nacionales se situaron lejos de lo que terminó votando la ciudadanía. Eso motivó la molestia de dirigentes políticos y de la población en general, al tiempo que las encuestadoras que estuvieron más lejos del resultado hicieron pública su autocrítica y anunciaron que van a rever la metodología de recolección de datos (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/10/la-foto-salio-movida/ ).

Ayer se puso de vuelta en el tapete la propuesta de regular la actividad de las encuestadoras. Daniel Mordecki, consultor en aplicación de tecnologías de la información, criticó en Montevideo Portal el método de análisis de las encuestadoras y propuso la creación de una Ley de Encuestas, tal como lo había expresado días atrás en ese medio y en Uypress. A su entender, “todas las encuestas que se comienzan deben obligatoriamente ser publicadas, al menos en el sitio web de la empresa, independientemente de su resultado”. Propuso que las encuestadoras publiquen en su web “todos los datos 'en crudo', formulario por formulario y encuestado por encuestado, de modo que cualquier ciudadano pueda realizar sus propios cálculos a partir de la información relevada”, e indiquen si se tomaron otros datos para realizar cálculos y ponderaciones.

Desde la vereda de enfrente, el director de Factum, Oscar Bottinelli, expresó ayer en Telenoche que “hay que regular las encuestas y cómo son manejadas y utilizadas públicamente por los medios y los partidos”. En diálogo con la diaria afirmó: “Hace 20 años que venimos promoviendo que se regule el tema de las encuestas político-electorales”, pero lamentó que “cada vez que se habla de regular encuestas es porque alguien ha salido desde el sistema político enojado”. Dijo, en cambio, que el tema “es mucho más profundo”.

Ponderaciones

Mordecki criticó ayer los métodos de análisis de las encuestadoras y específicamente citó el caso de Opción, a partir de la nota de la diaria. Agustín Bonino, socio director de esa encuestadora, reafirmó ayer a este medio lo expresado el lunes: “Nuestra evaluación es aceptable, la técnica que estamos utilizando es superior, y algunas decisiones de hipótesis de comportamiento sociopolítico que se utilizan para ponderar la muestra fueron acertadas, en la medida en que la votación tuvo un valor que está dentro de los márgenes de error de la muestra”. Expresó, además, que es imposible pretender que las encuestadoras no tengan margen de error, ya que trabajan sobre muestras. También remarcó que si bien no consideraban a la mayoría parlamentaria como uno de los escenarios más probables, no la habían descartado en sus proyecciones.

Fundamentó esta necesidad señalando que en los últimos 20 o 25 años “han aparecido encuestas atribuidas a empresas que no se sabe que existen, deformación de lo que se publica, sesgos en la difusión con la intención de favorecer o perjudicar a alguien, análisis mal hechos”. A diferencia de lo que propone Mordecki, Bottinelli comentó que “si las encuestas tienen un financiamiento público, usted puede exigir la publicación de base de datos, pero el financiamiento público implica que el financiador compra todo el know-how, toda la tecnología de quien hace la encuesta. La forma de hacer la muestra, de seleccionar al individuo, de elaborar las preguntas y el cuestionario, cómo se hace la sucesión de preguntas, es toda una tecnología que se adquiere con el estudio, el tiempo y la práctica, y eso tiene un costo”. Comentó que si la encuesta es financiada privadamente “no puede pedir que sea de dominio publico lo que ha sido adquirido privadamente”.

En cambio, dijo que sí podrían exigirse auditorías que estén sujetas a confidencialidad y que verifiquen la autenticidad, los sesgos, los errores. “Organismos que reciban en depósito la base de datos, y, si hay controversia fundamentada, puedan abrir la base de datos para verificarla”.

Por otra parte, Bottinelli mencionó la necesidad de regular las condiciones de divulgación. Además de dar datos de la representatividad de los encuestados, dijo que “el medio de comunicación tiene que atenerse a divulgar lo que dice la encuesta sin ponerle sal ni pimienta”.

Bottinelli afirmó en Telenoche que la divulgación de resultados el día de la elección es “un servicio público esencial” que debería ser hecho por el Estado, y aseguró que así se hace en otros países. Dijo que los datos primarios de la Corte Electoral se terminaron de procesar el lunes de noche y que “durante 24 horas, sin este trabajo nuestro, Uruguay tiene un apagón informativo: se supo básicamente a través de tres empresas privadas y público no había nada”, defendió.