“El hedor a fétido inundó la sala de trabajo”(sic). La descripción es de autoría del concejal Fabián Colombo y el edil nacionalista Alfonso Lereté. La sala de trabajo refiere a la sede del Municipio de La Floresta y el hedor provenía, según los denunciantes, del olor a excremento de gato. Dicho olor impidió a los funcionarios del municipio ingresar al local el lunes, y el martes la Intendencia de Canelones clausuró la sede. El sitio permanecerá cerrado hasta el lunes de la próxima semana para limpiarlo y fumigarlo, explicó a la diaria el director general de Gobiernos Locales de la Intendencia de Canelones, Sergio Ashfield. Señaló que los vecinos que necesiten hacer trámites urgentes podrán hacerlo en la oficina de San Luis o en los municipios cercanos (Parque del Plata, Atlántida y Salinas).

Colombo y Lereté denunciaron diversas irregularidades en el Municipio de La Floresta: la alcaldesa, Isabel Huelmo (Frente Amplio), dejó vacante el cargo durante dos semanas, no se han hecho rendiciones de gastos que obligatoriamente y en forma mensual debe remitir cada jerarca local a la Intendencia Departamental, en los últimos nueve meses no hubo convocatorias a reunión y el libro de actas se extravió. “La gota que desbordó el vaso fue la confirmación de que la alcaldesa tomó como vivienda propia el local del Municipio, y la convivencia con gatos que a su paso dejaban en el interior del local excremento. Fruto de la falta de limpieza, ya que no había servicio auxiliar hace dos meses, el hedor a fétido inundó la sala de trabajo”, describieron los denunciantes.

Ashfield dijo que no puede asegurar si los gatos vivían en el local -esto se averiguará con los informes que se están realizando, especificó-, pero confirmó que “había varios bichos” en la sede del municipio. “Estamos en un proceso de ver cuáles fueron las causas que llevaron al deterioro del local. Se cerró porque no reunía condiciones de higiene para atender al público y para que los trabajadores pudieran hacer sus funciones”, explicó. Dijo que desconoce las causas por las cuales el local llegó a ese estado, pero consideró que “hay un problema de gestión importante” y aseguró que “se van a tomar medidas para que esto no vuelva a ocurrir”.

Lereté realizó un pedido de informes a la Intendencia de Canelones, y la bancada del Partido Nacional en la Junta Departamental evaluará tres acciones: pedir una sesión extraordinaria para analizar el asunto, invitar en régimen de comisión general al director de Gobiernos Locales para que dé explicaciones, y solicitar la intervención del Tribunal de Cuentas.

Ayer se fumigó el local, y el edil nacionalista aseguró que se cambió la cerradura “para que no pudiera entrar nadie, y menos la alcaldesa”. La llave está en poder de la Intendencia de Canelones.