La Laguna Garzón, ubicada en el límite entre Rocha y Maldonado, integra un extenso sistema de lagunas de la costa atlántica del Cono Sur, siendo unos de los ecosistemas autóctonos de Uruguay, de elevado valor paisajístico y patrimonial, con una gran diversidad de fauna y flora asociada a esos ambientes. Tiene casi 37.000 hectáreas, de las cuales cerca de 10.000 corresponden a la laguna y tierra, y el resto al océano.

Con esta medida de incorporarla al SNAP como “Área de Manejo de Hábitats y/o Especies” se cumple una de las recomendaciones de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para la construcción del puente, iniciativa que tomó fuerza a partir de 2008, a raíz del interés del empresario argentino Eduardo Costantini, propietario del proyecto turístico Las Garzas, ubicado sobre la laguna, del lado de Rocha. Al año siguiente, el empresario firmó un convenio con las intendencias involucradas, pero el proyecto generó muchas controversias entre vecinos de ambas zonas, ya que el entonces presidente Tabaré Vázquez lo aprobó sin que se conocieran previamente la estructura ni el impacto ambiental que podría generar.

Cuando el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, diseñador del proyecto, presentó la segunda propuesta del puente, la que finalmente se eligió, diseñada a partir de un modelo circular edificado sobre pilares, que permite el paso de embarcaciones por debajo, con sendas peatonales en todo el perímetro y bancos, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) aseguró que la obra estaba “totalmente integrada al paisaje, sin afectación en la dinámica costera”.

Posteriormente, y anticipándose a la edificación de la obra, en febrero de 2013, tras la firma del decreto 51/013, se nombró a la ruta 10 Juan Díaz de Solís a la altura de la laguna Garzón, en el tramo comprendido por el camino Sainz Martínez (183 kilómetros). Por su parte, la ruta 15 (223 kilómetros) se declaró de “valor turístico”, por lo que se prohibió la circulación por ese tramo de vehículos pesados de gran porte y los de carga, con el fin de “preservar el valor paisajístico de la zona”; con esta medida se cumplía otra de las sugerencias de la Dinama.

En Rocha éste “no es un tema nuevo”, dijo a _la diaria _el intendente Artigas Barrios, en referencia a que Cabo Polonio y la Laguna de Rocha integran el SNAP. No obstante, considera que es un desafío importante gestionar el área protegida “junto con la Intendencia de Maldonado” y hacer que “el desarrollo se produzca de acuerdo con lo que se planificó, dando lugar a un turismo de alta calidad pero de baja densidad, con poca ocupación y respetando el paisaje, aprovechando ese recurso natural como un recurso económico”. “Los departamentos tienen derecho a aprovechar eso”, agregó, “siempre que no afecte la riqueza que puede haber para las futuras generaciones”.

El ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, destacó la particularidad de que la laguna Garzón sea la primera área que involucra dos administraciones departamentales: “Es un desafío de la articulación que presenta cualquier acción en un territorio en el que hay conflicto de intereses”, dijo.

Gente en obra

“Prohibido el paso a toda persona ajena a la empresa”, alerta un cartel, en alusión a las obras que comenzó la empresa Saceem del lado oeste de la laguna. La obra comienza con dos terraplenes en forma de brazo que avanzan sobre el lecho de la laguna, donde ya se ven algunos pilares. En el centro está instalado el obrador donde se ubican las máquinas y los materiales. Adelante, un cartel de “desvío” conduce al cruce de la balsa desviado al costado derecho de la obra.

Las obras en el puente empezaron en setiembre y, según Barrios, se prevé que finalicen a fines de 2015 o principios de 2016. El jerarca rochense afirmó en diálogo con la diaria que el puente tiene un costo total de nueve millones de dólares, dos tercios de los cuales son absorbidos por la empresa de Costantini y un tercio por el MTOP. Además, Barrios detalló que no está previsto cobrar peaje. Consultado por el trabajo de los balseros, dijo: “Son empleados del MTOP; los destinará a otra tarea, pero un funcionario público no pierde el trabajo”.

Con respecto a la futura urbanización que podría generarse, aclaró que va a existir, pero “va a ser ordenada”. Detalló que no se puede urbanizar más de 35% entre la ruta 10 y el mar, y recalcó que está establecido cuáles deben ser los sistemas de saneamiento y cómo tienen que ser los servicios eléctricos para que no afecten el paisaje, aunque, naturalmente, alguna pequeña cosa se va a ver afectada”. “Para que todo estuviera totalmente natural tendríamos que volver 5.000 años atrás”, afirmó.

Todas las autoridades destacaron que el principal beneficio del puente será la conexión y comunicación “segura y permanente” que permitirá entre ambos departamentos turísticos.

Por su parte, el director nacional de Turismo, Benjamín Liberoff, destacó la importancia de incorporar una nueva área al SNAP en un país que tiene a Uruguay Natural como su marca país. Catalogó el proyecto de Viñoly como “un desafío muy importante” y “una incorporación que se va a convertir en un factor turístico que va a ayudar al desarrollo de la propia área protegida”, concluyó.