Unas 300 personas participaron el domingo en la 8ª Marcha de los Inmigrantes en San Pablo y otras movilizaciones se preparan para el Día Internacional del Inmigrante, que se celebra el 18 de diciembre.

La marcha del domingo fue convocada por diversas organizaciones que en un comunicado consignaron que en Brasil los inmigrantes (que representan 0,5% de la población) son discriminados y sufren la barrera idiomática. Esto los vuelve vulnerables a la esclavitud, el tráfico de personas, el asedio moral y la violación de sus derechos laborales y sociales.

La movilización contó con la participación de un Bloque de Mujeres que fue formado para poner énfasis en que los problemas que sufren todos los inmigrantes se agravan en el caso de las mujeres. Una de las activistas, Adriana Caravantes, dijo a la agencia de noticias Efe que mujeres inmigrantes han sido violadas y que a las embarazadas les han negado atención a la hora del parto.

La mayoría de las personas que participaron en la movilización del domingo eran inmigrantes con banderas de sus países y bailaban al ritmo de su música tradicional. Uno de sus principales reclamos es la reforma del Estatuto del Extranjero, una norma aprobada en 1981 por la dictadura, que según estas organizaciones percibe a los inmigrantes como “amenazas” y está enfocada en la “seguridad nacional” y no en el bienestar de los extranjeros.

Según un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, de 2010 a 2013 los pedidos de refugio en Brasil aumentaron 930%, de 566 a 5.882. Entre enero y octubre de 2014 la cantidad de pedidos fue de 8.302. Hoy viven en Brasil 7.289 refugiados de 81 países distintos, en su mayoría sirios (1.524). Gran parte de los sirios refugiados en América Latina (1.600) está en Brasil.

En entrevista con la BBC, el secretario brasileño de Justicia, Paulo Abrão, dijo que el año pasado el país modificó sus reglas de ingreso para las personas afectadas por la guerra civil en Siria. Esto implicó que los pedidos de refugio no son analizados de forma particular sino en grupo, y que además se adoptó junto a una amnistía generalizada para los inmigrantes sirios ilegales.