“Hoy Estados Unidos está cambiando su relación con el pueblo de Cuba. En el más significativo cambio en nuestra política en más de 50 años, vamos a terminar con un abordaje anticuado que, por décadas, ha fallado en promover nuestros intereses, y en su lugar, empezaremos a normalizar las relaciones entre nuestros países”, dijo Obama ayer en un discurso trasmitido desde la Casa Blanca.

Destacó que la política de su país hacia Cuba tiene sus raíces en hechos que ocurrieron antes de que naciera la mayoría de los estadounidenses y los cubanos de hoy, y dijo que él nació en 1961, “sólo dos años después de que Fidel Castro tomara el poder en Cuba y unos meses después de la invasión de Bahía de Cochinos”, en la que exiliados cubanos entrenados por la CIA intentaron tomar la isla.

Obama consideró que la política consistente en aislar a Cuba para “apoyar la democracia y los derechos humanos” tuvo escasos efectos. “Hoy Cuba todavía está gobernada por los Castro”, agregó. Más adelante insistió: “No podemos seguir haciendo lo mismo que en las últimas décadas y esperar un resultado distinto”.

Hoy Washington y La Habana limitan sus representaciones diplomáticas a una oficina de intereses, que formalmente pertenece a la embajada de Suiza, país que actúa como una especie de garante. En su discurso Obama recordó que su país mantiene relaciones con China, donde también gobierna un Partido Comunista, y con Vietnam, país con el cual el suyo peleó “en una guerra en la que murieron más estadounidenses que en ninguna otra confrontación en la Guerra Fría”.

Agregó que cuando llegó al gobierno prometió reexaminar la política hacia Cuba. “Para empezar, se relajaron las restricciones para que los cubanoamericanos viajaran. Estos cambios, antes controversiales, ahora parecen obvios”, dijo, y recordó que permitieron a esas personas reunirse con sus familias.

El gobernante afirmó que estaba preparado para “dar pasos adicionales, pero había un obstáculo grande en el camino”, que era el encarcelamiento “equivocado” del contratista de USAID Alan Gross, desde hace cinco años. Ese caso fue uno de los temas de discusión de los últimos tiempos entre los dos gobiernos.

Ahora sí

“Hoy Alan retornó a casa, se reunió con su familia al fin. Fue liberado por el gobierno cubano por motivos humanitarios. Aparte, a cambio de los tres agentes cubanos [Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, condenados por espionaje por la Justicia estadounidense], Cuba liberó hoy a uno de los principales agentes de Inteligencia que Estados Unidos ha tenido en Cuba, que ha estado preso por cerca de dos décadas. Este hombre, cuyo sacrificio conocen sólo unos pocos, le brindó a Estados Unidos información que le permitió arrestar a la red de agentes cubanos que incluye a los hombres transferidos a Cuba hoy, así como a otros espías en Estados Unidos”, dijo Obama. “Este hombre hoy está a salvo en nuestro país”, añadió acerca de este agente, cuya identidad los dos gobiernos mantuvieron en reserva.

Una vez liberadas esas dos personas, Obama se dispuso a dar nuevos pasos, dijo. “Primero, le di instrucciones al secretario [de Estado, John] Kerry, de empezar inmediatamente discusiones con Cuba para restablecer relaciones diplomáticas [...] Más adelante, Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y funcionarios de alto rango van a visitar Cuba”.

Mencionó además la integración regional e internacional con la que hoy cuenta Cuba, y pidió que en esas instancias y en las cumbres se protejan los derechos humanos.

Obama dijo también que hoy el embargo a Cuba es una ley en su país, y que espera promover en el Congreso una “discusión seria sobre la eliminación” de esa norma.

Concluyó su discurso diciendo que las medidas anunciadas son “lo mejor” para “todo el hemisferio” y para el mundo.

Al igual que Castro en su discurso, Obama destacó el papel que jugó el papa Francisco en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, y también el del gobierno de Canadá, que según dijo el presidente cubano, dio “facilidades” para que se concretara el diálogo entre los gobiernos que desembocó en el anuncio de ayer.

Menos aislados

En un comunicado emitido antes del discurso de Obama, la Casa Blanca ya había dicho que las varias décadas de aislamiento impuesto a Cuba no lograron “promover la emergencia de una Cuba democrática, próspera y estable”. Según el texto, en ocasiones, esa política “aisló a Estados Unidos de sus socios regionales e internacionales” y además limitó la posibilidad de influencia de Estados Unidos en “el hemisferio occidental”.

Una de las últimas señales de una mayor integración de Cuba en la región se vio en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) del lunes 8. La Habana fue la sede de ese encuentro, en el que el bloque acordó ahondar los vínculos entre los países que la integran. “Nos unimos al llamado de que se ponga fin inmediato al bloqueo de Cuba”, declaró la cumbre, que destacó el papel que ha tenido La Habana como socio internacional. Según informó Telesur, entre sus conclusiones, el encuentro señaló la necesidad de “reforzar la seguridad de los países, en especial de Cuba, ante la injerencia del gobierno de Estados Unidos”.

También hubo un respaldo expreso a Cuba en la cumbre de los países del ALBA, que se desarrolló en ese país la semana pasada. Además, el ALBA destacó el “derecho soberano” de Cuba a participar, en abril de 2015, en la próxima Cumbre de las Américas, “sin condicionamiento alguno”. Ayer se anunció que Obama participará en este encuentro, en Panamá.

Además, a fines de octubre, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó por 23ª vez una resolución que pide el fin del bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba por parte de Estados Unidos. Lo hizo con 188 votos a favor, tres abstenciones (las de Palau, Micronesia e Islas Marshal) y sólo dos votos en contra: los de Estados Unidos e Israel.

En La Habana también

Cuando Obama terminó su discurso, ya hacía algunos minutos que su par cubano había finalizado el suyo. Lo comenzó recordando que “en múltiples ocasiones” él manifestó su disposición a establecer con Estados Unidos un “diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana” sobre “los más diversos temas, de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación” de Cuba.

También recordó que en su momento, su hermano y antecesor, Fidel Castro, también había expresado esa postura “de forma pública y privada” acerca del diálogo para “resolver las diferencias mediante negociaciones”. Castro aclaró que esa disposición se mantuvo “sin renunciar a uno solo” de sus principios, e insistió en que el gobierno de Cuba sigue fiel a sus ideales y “a los que cayeron defendiendo esos principios desde el inicio de [las] guerras de independencia en 1868”. De todos modos, agregó que en la actualidad Cuba está procesando “una actualización” de su “modelo económico para construir un socialismo próspero y sostenible”.

Castro y Obama hablaron por teléfono el martes durante 45 minutos, para terminar de acercar posturas y concretar acuerdos. El más destacado en Cuba fue el de la liberación de los tres cubanos detenidos en Estados Unidos, considerados espías por Washington y héroes por La Habana. Para los cubanos, esos agentes intentaban evitar ataques terroristas que se gestaban en el exilio cubano.

“Como prometió Fidel, en junio de 2001, cuando dijo ‘¡Volverán!’, arribaron hoy a nuestra patria Gerardo, Ramón y Antonio”, dijo el presidente cubano, y ese anuncio fue recibido por gritos de alegría en algunos barrios de la Habana. Por estas liberaciones, dijo Castro, “Obama merece el respeto y reconocimiento” del pueblo de Cuba.

También mencionó que La Habana dispuso “excarcelar y enviar a Estados Unidos a un espía de origen cubano que estuvo al servicio” de Washington, y además, por “razones humanitarias”, también regresó a ese país “al ciudadano norteamericano Alan Gross”.

Además, de “manera unilateral” y “en estricto apego” a la legislación, “han recibido beneficios penales” las presos en los que el “gobierno de los Estados Unidos había mostrado interés”, incluso, en algún caso, la excarcelación, informó.

Al final de su discurso, Castro hizo a los cubanos el anuncio del día: “Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas”. El mandatario aclaró que eso “no quiere decir que lo principal se haya resuelto”, y volvió a pedir el final del “bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos” a su país.

En ese sentido, dijo que “aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley” en Estados Unidos, Obama “puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas”. Por lo tanto, propuso a Washington “adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos”, en el marco del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Además, aseguró que el gobierno cubano está dispuesto a cooperar con el estadounidense “en los organismos multilaterales, como la Organización de Naciones Unidas”.

Castro también destacó las “profundas diferencias” que siguen vigentes entre los dos países en cuanto a la “soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior”, aunque también dijo que están dispuestos a “dialogar sobre todos esos temas”.

También pidió a Obama que remueva los obstáculos que limitan los vínculos entre ambos pueblos y países, “en particular los relativos a los viajes, el correo postal directo y las telecomunicaciones”.

Además, consideró que los “progresos alcanzados en los intercambios sostenidos demuestran que es posible encontrar solución a muchos problemas” y abogó por “aprender el arte de convivir, de forma civilizada”, con las “diferencias” entre ambos países.