“La idea es que la gente vaya. No hacemos una protesta ante Presidencia ni cortamos el tránsito, sólo reclamamos lo que nos merecemos. Como nos debemos a nuestro público, y ha habido actuaciones suspendidas por causa de distintos problemas, queremos hacer un concierto para él”, dijo el concertino de la Orquesta Sinfónica del SODRE (OSSODRE), Daniel Lasca.

Lasca aclara que la movilización en concierto, que incluye obras de Beethoven, Mozart y Verdi, se realiza para mostrar al público que los músicos quieren tocar sus instrumentos. Explican que el conflicto que mantienen con el Consejo Directivo del SODRE está vinculado a varias irregularidades laborales. El concertino explicó a la diaria que cuando comenzó el año se encontraron con la novedad de que a varios de sus compañeros, que están trabajando como extras permanentes de la OSSODRE, cubriendo vacantes para las que no se ha llamado a concurso, “se los iba a contratar por días”.

Federico Sardi, delegado y fagotista de la orquesta, dijo que se convoca a tocar gente “sin contratos, otros que trabajan zafralmente y en negro por intermedio de CoopAudem, ya que los músicos figuran prestando un servicio cuando en verdad tienen una dependencia directa con el SODRE”. Considera que con este panorama era absolutamente imposible comenzar la nueva temporada, sobre todo al haber músicos que serán llamados para ocasiones especiales y ni siquiera fueron convocados para el primer concierto.

Desafinados

Lasca explicó que las partituras de las obras sinfónicas requieren más de 100 músicos. Actualmente, los contratados para la temporada programada son 80, de los que sólo 55 son estables y el resto tiene contratos “en condiciones precarias”. Con respecto a esto, Sardi planteó que el SODRE se enfrenta a una contradicción interna: “En la parte artística se está convocando aproximadamente a 115 músicos, mientras que desde la administración del SODRE se está reduciendo la plantilla de la orquesta”. Aclaró que el número de integrantes no es una arbitrariedad ni algo que ellos estén inventando, sino que es la Dirección Artística del SODRE la que propone la temporada y la cantidad de músicos que se necesitan para llevarla a cabo. “Y luego es el SODRE el que no los contrata o los convoca en condiciones de completa ilegalidad”, apuntó. Ambos consideran que estos conflictos internos ocurren porque el SODRE “no está sabiendo resolver esta situación que nos pone en compromiso a nosotros mismos”.

Lasca va más lejos: atribuye esta situación a una intención de desmembrar y desmantelar la orquesta, ya que se “convirtió en una política deliberada”. Explicó que hasta este año no se habían regularizado las vacantes del concurso de 2006, y por ende no se podía llamar a concurso para suplir los cargos. Reconoce que desde la regularización se han producido algunos avances, hubo mesas de negociación y las autoridades han cedido frente a las variadas demandas que habían hecho, como por ejemplo la partida que el Parlamento destinó a conservación y préstamo de instrumentos. Con respecto a esto sotienen que es un pequeño aumento, aunque “nada significativo y muy desbalanceado con el sueldo de la Orquesta Filarmónica de Montevideo [OFM]”.

Por su parte, el trombonista y delegado sindical Raúl Saavedra considera que el mayor inconveniente es que han soportado irregularidades por mucho tiempo: “La prueba está en que los concursos de 2006 recién se regularizaron ahora, y lo del 2000 y 2003, el año pasado”. Los trabajadores consideran una política deliberada que recién dos días antes de que venza el plazo constitucional para llamar a concurso (por el año electoral) hayan salido estos nombramientos, ya que no se podrá realizar otro llamado hasta el próximo año. “Lo que provocó este tipo de medidas es que, con soluciones a medias de nuestra problemática, se pretenda iniciar la temporada reduciendo la orquesta. Ésa fue la gota que rebasó el vaso”, dijo. Se pregunta cuánto ahorraría el SODRE con estos compañeros a los que quiere dejar afuera, sobre todo al compararlo con los restantes gastos del organismo. Esta programación -sostuvo- incluye óperas que implican gastos de 650.000 dólares y cuatro o cinco títulos de ballet que tienen un costo mínimo de 450.000 dólares. “No vemos una reducción de gastos en esto”, puntualizo el dirigente sindical.

Sardi agregó que se proponen recortes en sectores vitales del organismo, cuando a partir del año pasado “se llenó todo un piso” del complejo Adela Reta con una nueva gestión que cuenta con sueldos elevadísimos “y con cinco cargos que superan ampliamente los 150.000 pesos”. Los músicos sostienen que ellos siempre han apostado al diálogo. Cuentan que el año pasado fueron al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y que llegaron a hablar con el vicepresidente de la República para explicarle cuál es su situación. “Pero esto que se hizo ahora no se podía permitir. En este momento necesitamos algo más firme que palabras y voluntades”, dijo.

Con la batuta

La presidenta del Consejo directivo del SODRE, Eneida de León, declaró a la diaria que la OSSODRE tiene derecho a movilizarse, a reunirse en asamblea y hacer paro. “Las autoridades del SODRE hemos hecho los máximos esfuerzos para evitar esto y hay mesas de negociación instaladas”, expresó. Reconoció que la situación no es sencilla y que cada vez que ellos tienen que bajar un concierto “por falta de ensayos o lo que sea, es doloroso”.

Frente al reclamo de los músicos contratados por días específicos, dijo que siempre se hizo de esa manera. “Los músicos extras son los que se contratan para un concierto. No se tienen todos los instrumentos contratados a lo largo del año; para ello no alcanzaría el presupuesto. Éste es un país pobre pero que invierte mucho en cultura, precisamente por ser inclusiva”, aseguró.

Ariel Cazes, director artístico del SODRE, explicó que en un momento se pretendió contratar a los músicos por la vía del fideicomiso, como una forma de evitar la burocracia del trámite de los contratos, pero esto no fue aceptado. “Parecería que por una cultura del presupuestado, aparentemente no sirve otra cosa que ser un empleado público”, apuntó.

Agregó que la OSSODRE quiere que se respete lo fundacional de la orquesta (96 músicos), si bien ellos tienen dinero presupuestado para 81, y proponen que los siete restantes sean contratados anualmente. A los demás -que se necesitan para llegar a los 96-, les proponen contratarlos de forma puntual según las necesidades de cada concierto, condición a la que el sindicato se opone. Cazes sostiene que de las múltiples reivindicaciones planteadas en los últimos cuatro años “se han resuelto casi todas en esta gestión”. Las óptimas condiciones edilicias, el nuevo cargo de gerente de la OSSODRE, la llegada de nuevos instrumentos, la recuperación del archivo y el nuevo moviliario para el material, que ahora están disponible en tiempo y forma, además de la llegada a la Dirección Artística de la orquesta, que la situó en un nivel superlativo, fueron algunos de los logros que enumeró.

También aseguró que este año el presupuesto destinado a sueldos creció considerablemente. Dijo que los salarios de la OFM oscilan entre 36.000 y 55.000 pesos nominales, y como 68% de los integrantes de la OSSODRE trabaja en la OFM y en la Banda Municipal, a éstos se les deberá sumar el futuro salario de la OSSODRE (de 31.000 a 43.000 pesos). “Un elenco que tuvo 174 servicios en 2013 -y aproximadamente 130 en 2014- tiene una baja carga de exigencia anual. Se reordenó salarialmente la orquesta y se hizo un esfuerzo comunicacional extraordinario. En definitiva, van quedando relativamente pocas cosas para solucionar. Consideramos que ha habido un importante interés de las autoridades en la OSSODRE, y estamos trabajando arduamente para solucionar los problemas”.

En el camino

Los trabajadores consideran que puede existir un mal concepto de la orquesta, en buena medida, “por la ausencia de publicidad y desprestigio directo por parte del SODRE”. Dicen que se está realizando una promoción “excesiva” de los conciertos alquilados y de la Orquesta Juvenil del SODRE, para la que se realizan producciones y pequeños cortos de los conciertos, mientras que “la O-SSODRE, con suerte, tiene un afiche en el que ni siquiera constan los nombres de los compositores y de los directores”. Consideran que con las personas adecuadas y sin esta campaña de desprestigio hacia la orquesta “la sala estaría siempre repleta”.

Un comunicado enviado ayer por el MEC explicaba los logros y avances esbozados por Cazes y agregaba que se ha solucionado el pago de las diferencias de categoría en 2012 y 2013, y que se disminuyó la brecha entre las remuneraciones de la OSSODRE y las de otras formaciones orquestales a 20%. Si bien admite que la OSSODRE no escapa a las dificultades propias de un proceso de “mejora continua”, reconoce el trabajo que ha venido desarrollando el Consejo directivo, y plantea la dificultad de que los músicos trabajen simultáneamente en la OSSODRE y la OFM, al momento de elaborar un cronograma de presentaciones tanto en Montevideo como en el interior. Se asegura que por el enorme esfuerzo comunicacional realizado para acercar al público a las propuestas se logró aumentar las 300 personas que asistían a los conciertos -en el inicio de la gestión actual- a 1500 espectadores promedio en cada función. El texto termina diciendo que “se recorrerán todos los caminos a través del diálogo abierto y constructivo para encontrar las soluciones en el marco de los importantes esfuerzos que se vienen realizando”.

De León aseguró que lo único que quieren las autoridades es que la OSSODRE “toque y que pueda realizar conciertos”. “Nos encantaría que se pueda presentar con el ballet. ¿Desprestigio? Ninguno. Yo entré en julio del año pasado y recién me entero de que todos los años sucede lo mismo. Lo que quisiera es que la OSSODRE tuviera el máximo prestigio, pero para eso cito a Julio Bocca: ‘Hay que buscar la excelencia’, tratar de hacer las cosas mejor; de esta forma no lo logran ni ellos ni nosotros”, afirmó.