En el día de la mujer, 8 de marzo, el Instituto Latino Americanomericano de Arte, Cultura e Historia de la Universidad Federal de la Integración Latino-Americana (ILAACH-Unila) está de luto y en lucha. Queremos hacer pública la inmensa tristeza y el dolor por la muerte de la joven estudiante de Antropología Martina Piazza Conde, miembro de nuestra comunidad universitaria.

Este año la estudiante planeaba recibirse de antropóloga. De nacionalidad uruguaya, Martina tenía 26 años y era considerada una estudiante “estrella”, como define el antropólogo Víctor Turner, una de aquellas personas que es central y congrega a toda la comunidad. Participaba de las actividades de La casa del Teatro, tocando y bailando en un grupo de Maracatú, era militante feminista, defendía la legalización del aborto y fue organizadora de la Primera Marcha de las Vadias en Foz de Iguazú.

Nuestro dolor tiene nombre y el recuerdo real de una persona muy querida, pero desgraciadamente Martina también está inmersa en una estadística alarmante. La muerte violenta de mujeres es común en Brasil, un país que parece no amar a sus mujeres. Como muestra una investigación publicada por el IPEA en setiembre de 2013, entre 2009 y 2011: “se estima que hubo aproximadamente 5.664 muertes de mujeres por causas violentas por año, 472 por mes, 15,52 por día, o una cada hora y media”. Las principales víctimas fueron mujeres jóvenes: “31% estaban en la faja etaria de 20 y 29 años y 23% de 30 a 39 años (…) En Brasil, 50% de los feminicidios involucraron el uso de armas de fuego y 34% de instrumento perforador, cortante o contundente. Ahorcamiento o sofocación fue registrado en un 6% de las muertes. Malos tratos -incluyendo agresión mediante fuerza corporal, fuerza física, violencia sexual, negligencia, abandono y otros síndromes de maltrato (abuso sexual, crueldad mental y tortura - fueron registrados en 3% de los crímenes.”

Las investigadoras del IPEA utilizaron como base de datos “la totalidad de las muertes de mujeres por violencia, como indicador aproximado del número de feminicidios”. Estas informaciones están disponibles en el Sistema de Informaciones sobre Mortalidad (SIM) del Ministerio de Salud en Brasil.

La antropóloga feminista Dina Mazariegos, del pueblo Maya y guatemalteca, es especialista en estudios sobre mujeres y violencia. Al saber del asesinato de Martina, escribió: “Sin lugar a dudas el feminicidio tiene graves implicaciones socioculturales, económicas y políticas, puesto que la gran cantidad de mujeres asesinadas no sólo tiene una magnitud cuantitativa, sino más bien cualitativa, pues esas mujeres son madres, hijas, hermanas, profesionales, trabajadoras, campesinas, y profesoras que venían haciendo aportes al desarrollo de sus sociedades y que tenían planes y proyectos para su vida futura. Por otro lado, el impacto psicosocial del feminicidio afecta directamente a las familias y la sociedad en general, creando un escenario de terror y miedo, además reproduciendo los prejuicios sobre el comportamiento de las mujeres, ocultando la maraña social que hay detrás”.

Ante este cuadro de extrema hostilidad contra las mujeres y también contra la comunidad LGBT, hostilidad que transversaliza temas centrales para la antropología, como clase, género, deficiencia, raza y etnia, el ILAACH/Unila reafirma públicamente su compromiso para trabajar en la construcción de estrategias de combate al machismo, heterosexismo, estímulo a la denuncia por parte de quien sufre violencia, apoyo a los defensores de derechos humanos, para juntos, crear un mundo en el que haya más solidaridad y justicia. A la familia y amigos de Martina Piazza Conde enviamos nuestras sinceras condolencias, compartiendo el dolor de la pérdida de otra promesa creativa de la comunidad feminista y antropológica. Su pérdida, más allá del dolor de la familia y amigos, es también una pérdida social, porque Martina era una artista y una persona llena de energía, que estudió en nuestra universidad pública que tiene como misión la integración latinoamericana a través del conocimiento. Se trata, en consecuencia, de una pérdida que nos afecta a todos y todas como comunidad universitaria.