En una primera mirada, no es posible identificar un factor único que nuclee a quienes integran la Nueva Agenda Progresista (NAP), creada a principios de 2013 como una “asociación ciudadana de aporte al pensamiento del país”. En su sitio oficial se señala que la NAP “se siente parte del mundo progresista, no es una asociación partidaria y sus objetivos no refieren a candidaturas presidenciales o debates orgánicos de ninguna fuerza política”. Pero es imposible obviar que sus integrantes son dirigentes de peso de distintos sectores políticos del Frente Amplio (FA) y que muchos de ellos tienen una afinidad explícita con el precandidato presidencial del FA Tabaré Vázquez. Es el caso del socialista Álvaro García, ex ministro de Economía y Finanzas del gobierno de Vázquez; del sociólogo Fernando Filgueira, que asesora al ex presidente en educación; y de jerarcas del primer gobierno del FA como Alicia Torres, ex titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente; Martín Dibarboure, ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto; y Miguel Brechner, actual presidente de Plan Ceibal. También componen su directiva el director nacional de Derechos Humanos, Javier Miranda, integrantes de la consultora CPA Ferrere como Gabriel Oddone y Bruno Gili, el dramaturgo Gabriel Calderón y el subsecretario del Ministerio de Turismo y Deporte, Antonio Carámbula. Integrantes de la NAP mantuvieron un encuentro días atrás con Vázquez.

Se comparte también “un sesgo generacional distinto”, admite el titular de la Dirección General Impositiva, Pablo Ferreri (Nuevo Espacio), que el jueves fue designado, en asamblea de la NAP, vicepresidente de la asociación. Asimismo, hay una preocupación compartida por determinados temas: la calidad y la ética en la gestión pública, la calidad de la educación, el Sistema Nacional de Cuidados, “pensar el Montevideo del futuro” y una “nueva agenda del crecimiento económico con inclusión y desarrollo social”, indicó. “No somos prescindentes ni somos neutrales en el debate electoral, pero nuestra intención es hacer algo que contribuya a la sociedad uruguaya más allá del ciclo electoral”, agregó, consultado respecto del rol que tendrá la NAP. Ferreri aclaró que la asociación no pretende ser “un sustituto de sectores políticos”. Hizo notar que “la gran mayoría tiene militancia sectorial”. Afirmó que con estos espacios se busca convocar a “gente que puede no sentirse atraída por ningún sector, pero que sí tiene una impronta progresista más allá de la militancia tradicional”.

Para este año, la NAP organizará una actividad con casos de jóvenes exitosos en distintos rubros, dijo Ferreri. También organizará, junto con Propuesta Uruguay 2030 -un grupo liderado por Raúl Sendic-, una actividad sobre “la educación del futuro”.