La presentación formal de la Librería Digital para estudiantes universitarios, ayer, en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Udelar), poco tenía que ver con la situación que se vivió en octubre del año pasado en el entorno de esa casa de estudio cuando Interpol allanó algunos centros de fotocopiado de la zona (ver http://ladiaria.com.uy/AC0y). El procedimiento policial comenzó por la galería Montecarlo, ubicada sobre Eduardo Acevedo, a media cuadra de la principal avenida de Montevideo, 18 de Julio. Con grúas cargaron cerca de 70 máquinas fotocopiadoras y se las llevaron para analizar su contenido. El día siguiente los allanamientos siguieron en otros locales de fotocopiado próximos a edificios universitarios. Desde ese momento, salones, kioscos y comercios donde se hacen fotocopias pegaron en sus paredes carteles que anunciaban que, como máximo, se copiaba hasta 20% de un libro o directamente no se hacían reproducciones de textos, salvo unas pocas páginas. El temor de los comerciantes duró un tiempo y el tema fue usado por varias murgas este carnaval.

Una denuncia de la editorial Fundación de Cultura Universitaria (FCU) efectuada en 2011 dio lugar a todo el movimiento policial y también provocó que el tema fuera discutido y debatido en distintos ámbitos. Estudiantes universitarios y autoridades educativas procuraron buscar soluciones, porque si bien estaban en juego los derechos de los autores, también lo estaba el acceso al material de estudio para formarse.

Fruto del debate nació la iniciativa de la Librería Digital, que comenzará a funcionar a partir del lunes. En el proyecto participan el Centro de Información Oficial (Impo), la FCU y el Centro de Estudiantes de Derecho (CED), con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura. En primera instancia, habrá disponibles 30 libros oficiales de las carreras de Abogacía y Notariado del primer semestre. Para mayo se proyecta que esté disponible la totalidad de los títulos de los primeros semestres de toda la carrera. El valor de los textos será similar al de las fotocopias, puesto que se cobrará en promedio entre 0,65 y 0,85 pesos por página. Y si bien no está definido el número concreto, las descargas serán limitadas. La compra se podrá efectuar con tarjetas Master, Diners, Oca y Líder; por transferencias bancarias de Santander, Banco República o BBVA; por Banred o Red Pagos (única modalidad no automática, puesto que el estudiante primero deberá concurrir a una sucursal a pagar). El formato de los textos permite que los usuarios ingresen notas digitales y que sean abiertos en la última página que se leyó.

Producto de la crisis

Renata Scaglione, secretaria del CED, consideró que la Librería Digital será una “solución” para el acceso a los textos, y ahora se está trabajando con proveedores de distintos soportes digitales de modo de conseguir facilidades para la compra de tablets u otros dispositivos.

Scaglione se refirió a la importancia de que todos los derechos sean respetados, el de los autores y el de los estudiantes, y recordó que luego del episodio en la galería Montecarlo, se juntaron 10.000 firmas en todo el país para presentar en el Parlamento una propuesta para que se cambie la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos. En diálogo con la diaria, relató que el CED comenzó la recolección de firmas y luego toda la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) se adhirió. “Presentamos al Parlamento la propuesta de cambio que prevé la posibilidad de que determinados textos, solamente con fines académicos y a partir del pago de algún canon o de algún recurso para el autor, puedan ser fotocopiados”, explicó.

En relación a las diferencias que surgieron con los responsables de la FCU a partir de la denuncia efectuada, Scaglione indicó: “Es claro que los intereses de una editorial son lo que son. Hicieron una denuncia porque se estaba cometiendo un delito. La FCU ahora se puso las pilas. Lo que pasó sirvió para presionar un poco y que la FCU, por medio de este convenio, colabore con los estudiantes para que los textos sean más accesibles, porque para el estudiante los precios de la FCU son inaccesibles”. Por su parte, Marcelo Vigo, presidente de la junta directiva de la FCU, comentó que en “tiempo récord” se concretó algo que hace años querían implementar. Valoró la posibilidad que brinda el nuevo sistema de acceder “sin dejar de tener en cuenta” el trabajo de “los autores, las editoriales, y a los destinatarios”. Juan Pablo Pío, también de la junta directiva de la FCU, dijo a la diaria, en relación a la denuncia que dio origen a los allanamientos, que de la “crisis” salió una “gran oportunidad”. En relación a los precios de los libros que publica la editorial, detalló que un porcentaje ínfimo corresponde a derechos de autor, entre 10% y 15%. El mayor costo es de imprenta, en promedio 50%, describió, y hay otro 15% que se va en gastos administrativos, entre los que se incluye el transporte.