Más de 10.000 personas fueron evacuadas de distintos puntos de Valparaíso durante el fin de semana, luego de que el sábado comenzara un incendio que causó 12 muertes y la destrucción de unas 1.000 viviendas.

Chile enfrenta esta situación a días de haber sufrido el impacto de un terremoto, que causó daños moderados pero alarmó a la población, que debió ser evacuada, y al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que acababa de asumir.

El fuego había sido dominado al mediodía de ayer, pero en la tarde hubo varios rebrotes, causados por fuertes rachas de viento, una larga sequía en la zona y altas temperaturas, que son inusuales a esta altura del año. Por estos rebrotes el gobierno ordenó que se evacuara a más personas, que fueron trasladadas a cuatro refugios dispuestos para atender esta situación. Algunas de esas instalaciones ya tenían colmadas sus capacidades para albergar a los evacuados.

La presidenta chilena estuvo en la zona ayer desde la mañana, y aseguró que éste podría ser “el peor incendio en la historia de Valparaíso”. Bachelet garantizó ayuda para los damnificados y un rato después, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, anunció que se entregará a las 5.000 personas que perdieron sus hogares un bono para la compra de artículos de primera necesidad, así como ayudas para el alquiler de viviendas.

Además de las ayudas se anunciaron una serie de medidas, como la suspensión de las clases de escuelas y liceos y que el Registro Civil entregará gratuitamente las cédulas de identidad de quienes las hayan perdido durante el incendio.

Las autoridades también decretaron el estado de excepción para que las Fuerzas Armadas pudieran colaborar en la evacuación de los afectados. Además, se pidió a los habitantes de la ciudad que eviten transitar en vehículos, para dejar las calles liberadas a los servicios de 
emergencia. Valparaíso está 120 kilómetros al oeste de Santiago, allí viven unas 250.000 personas y se encuentran las sedes del Parlamento y de la Armada.

El incendio comenzó en una zona forestal el sábado de tarde, pero avanzó rápidamente hasta llegar a zonas habitadas. En la zona urbana de la ciudad quedaron calcinados los cerros La Cruz, El Vergel, San Roque, Las Cañas y Mariposas, que según algunos medios de prensa eran habitados en forma irregular. Hasta ayer al mediodía el fuego había consumido 760 hectáreas, según un reporte oficial.

Algunas de las personas que fueron evacuadas al comienzo del incendio, el sábado, denunciaron a los medios de comunicación que alertaron temprano sobre el fuego y que la respuesta de los bomberos tardó mucho en llegar, lo que pudo haber ayudado a que el incendio se propagara.