El presidente José Mujica recibió ayer en la estancia presidencial de Anchorena, en Colonia, a cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que concurrieron acompañados por sus esposas. “El presidente cumplió con la promesa que hizo cuando asumió, de invitarnos a comer a Anchorena, promesa que hasta ahora no había podido cumplir por distintos motivos”, contó a la diaria el ministro Ricardo Pérez Manrique. Asistieron Jorge Ruibal, Jorge Larrieux, Jorge Chediak y Pérez Manrique. El único ministro que faltó a la cita fue Julio Chalar, que había avisado con anticipación que no podría asistir. Antes del almuerzo, Mujica manifestó a radio Monte Carlo que recibía a los jerarcas de la SCJ por “cortesía presidencial”. “Hace mucho tiempo había estado conversando con ellos, los había invitado a venir a Anchorena”, recordó el presidente. Dijo que recientemente, en ocasión de la visita del presidente de Armenia, cenó con el presidente de la SCJ Larrieux, y eso le recordó que debía invitar a los ministros a la estancia, “porque no conocían”.

Pérez Manrique afirmó que durante el encuentro “no se habló de ningún tema conflictivo o que esté en cuestión”. El presidente Mujica sí expresó durante el almuerzo su compromiso de que en esta legislatura se aprueben el Código Penal y el Código del Proceso Penal. Ninguna de las dos iniciativas cuenta aún con media sanción en el Parlamento. “Nos expresó su compromiso de que en esta legislatura se aprueban los dos códigos, con un período para ajustarse y hacer las inversiones necesarias”, contó Pérez Manrique. Los ministros de la SCJ, en tanto, le transmitieron al presidente su visión respecto de la necesidad de aprobar cuanto antes el Código del Proceso Penal, porque “el sistema así como está no aguanta más”, señaló Pérez Manrique. El nuevo Código del Proceso Penal, cuya aplicación demandaría una inversión anual de 10 millones de dólares, instaura un sistema penal acusatorio, en el que el fiscal conduce la investigación y el juez sólo juzga. Los juicios serían orales y públicos.

Tras el almuerzo, los ministros recorrieron la estancia junto a Mujica, su esposa y senadora emepepista, Lucía Topolansky, y el secretario de Presidencia, Homero Guerrero.