Uruguay puede albergar hasta 120 refugiados sirios, dijo ayer Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos de Presidencia de la República. Estos inmigrantes llegarán en dos contingentes: uno a fines de setiembre, de hasta 40 personas, y otro de 80 sirios, que arribarán en los últimos días de febrero del próximo año. Estos plazos, sin embargo, dependerán de las “capacidades” del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), expresó el jerarca.

Miranda especificó que “no se trata únicamente de niños sirios”, sino de familias sirias que actualmente se encuentran refugiadas en territorio libanés. El criterio que el gobierno uruguayo fijó al ACNUR es que exista un mínimo de 60% de niños en los contingentes que arriben al país. El jerarca también sostuvo que si bien los reasentados serán “núcleos familiares”, se tendrá en cuenta un concepto “ampliado”: “No es necesariamente papá, mamá y los niños; en esos contextos seguramente [la integración] no sea muy regular”. El gobierno también solicitó al ACNUR que “al menos uno de los integrantes de cada núcleo familiar estuviera en capacidad de trabajo”.

A la hora de desempeñarse laboralmente, los realojados sirios estarán sometidos a la legislación laboral uruguaya. Según informó Miranda, algunos actores privados, como la comunidad árabe en Uruguay, manifestaron su voluntad de proveer oportunidades de trabajo. Además, Miranda sostuvo que se realizarán jornadas de capacitación laboral mediante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

El proceso

Para poder determinar qué refugiados tendrán la posibilidad de asentarse en el país, el ACNUR realizará un primer proceso de preselección de personas “que pudieran estar interesadas” dentro de Líbano. Posteriormente, una misión del gobierno uruguayo se trasladará a territorio libanés y, nuevamente con el apoyo del ACNUR, realizará la selección definitiva, sobre la base de entrevistas, de las personas que van a emigrar a Uruguay. Para el traslado de los contingentes se contará con el apoyo de la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

Una vez que estas personas arriben a territorio uruguayo se alojarán en un hogar transitorio ubicado en el kilómetro 16 de Camino Maldonado, “ante una propuesta que nos hiciera la comunidad Marista de Uruguay, que nos brinda solidariamente el apoyo del Hogar de Retiro San José, un lugar que tiene esta comunidad cerca de Montevideo”, explicó Miranda.

Allí, las familias permanecerán de seis a ocho semanas, para luego ser radicadas en hogares definitivos. “En este momento estamos diseñando el proyecto a nivel del máximo detalle, tanto en el proceso del hogar transitorio como en la radicación definitiva. Hay muchas agencias colaborando en el diseño del proyecto”, especificó.

Tanto en la etapa previa como en el proceso transitorio en Uruguay se realizará un programa de formación, no sólo de conocimiento del idioma español sino incluso de “la sociedad uruguaya y del país”.

La educación de los niños y jóvenes se realizará primariamente “en el centro de refugio, con prestación directa de allí”. Luego los refugiados podrán ingresar al sistema de educación pública, aunque Miranda sostuvo que ya existen instituciones educativas privadas que han ofrecido becar a estos jóvenes.

“El horizonte que nos fijamos es que estas familias puedan insertarse en nuestra sociedad”, expresó Miranda. “Siendo [refugiados] voluntarios podrán regresar a su país de origen o ir a otro destino, pero nuestro norte es darle la oportunidad para que trabajen, se eduquen y vivan como un habitante más de la República”.

“Es una forma de transmitir el valor de solidaridad de los uruguayos incluso con pueblos distantes, como puede ser el pueblo sirio”, expresó el jerarca. “¿Cuántos de nuestros compatriotas buscaron refugio en la dictadura en Holanda, en Suecia, en España?”, recordó.

Además, informó que son “escasos los países que en América Latina han procurado esta oportunidad de reasentamiento” para los refugiados sirios. “Lo que procuramos los uruguayos, humildemente, es invitar a otros países de la región a que cumplan una función similar”, comentó.

Miranda fue consultado por el costo que tendrá esta iniciativa, y si bien informó que “Uruguay se hará cargo del presupuesto que implique el reasentamiento de las familias sirias”, respondió que no estaba en condiciones de brindar ninguna cifra “ni precisa ni aproximada” del monto que significará la operación.

El director de Derechos Humanos advirtió que esta iniciativa puede continuarse, y finalizó manifestando que Uruguay “tiene condiciones para generar una política de Estado permanente de reasentamiento o refugio de personas que han tenido que abandonar sus países por motivo de persecución política”.