La entrada en vigencia de la Ley de Matrimonio Igualitario en agosto del año pasado posibilitó que los padres puedan invertir el orden de los apellidos de sus hijos al momento de inscribirlos en el Registro Civil. La normativa establecía que el hijo habido dentro del matrimonio heterosexual llevaba como primer apellido el de su padre y como segundo el de la madre, y se modificó por: “Los padres podrán optar por invertir el orden establecido preceptivamente siempre que exista acuerdo entre ellos”.

A partir de los cambios implementados, en Montevideo, 189 niños y niñas de un total de 26.421 fueron registradas con el apellido materno en primer lugar, según informó Subrayado. En diálogo con la diaria el director del Registro Civil, Adolfo Orellano, explicó que son 189 casos con padres comparecientes en el acta. Diferenció que hay casi 2.900 inscripciones de niños con el apellido únicamente materno cuyos padres no comparecieron.

Consultado por las cifras en todo el país, indicó que podrán conocerse en forma detallada a fin de año, una vez que los juzgados envíen los libros de registros. Por la misma ley, todos los casos de hermanos hijos de los mismos padres llevarán los apellidos en igual orden.

Según la coordinadora de Cotidiano Mujer, Lilián Celiberti, para que más personas opten por inscribir a sus hijos con el primer apellido materno deben darse determinados procesos sociales. Consideró que las cosas cambian “paulatinamente” y cuesta modificar “las cosas que están dadas como naturales”. A modo de ejemplo consideró: “Todos tenemos el apellido de nuestro padre [...] socialmente estaba establecido que llevar el nombre de la madre era no tener padre”. Esas construcciones sociales no cambian de un día para el otro, pues se trata de procesos que se van dando a lo largo de los años, señaló.

Celiberti valoró en menor medida la falta de difusión de la ley como limitante para el cambio, aunque señaló que sí debe divulgarse más y es necesario hacer un trabajo educativo para comprender que “tener el nombre de la madre o el padre es indistinto, que es opción de la pareja, que es una opción a tomar indistintamente o que está bien hacerlo porque valoriza el rol de la madre”.

El director general de secretaría del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, consideró que la Ley de Matrimonio Igualitario tuvo mucha difusión por su relevancia; recordó que ésta formó parte de la campaña “Importa que lo sepas”, del Centro de Información Oficial. Sostuvo que al igual que ocurre con otras normas, no todos sus artículos suelen conocerse, de manera que muchos pueden no estar informados sobre la posibilidad de cambiar el orden de los apellidos de un hijo.

Por su parte, Diego Sempol, del colectivo Ovejas Negras, consideró que los números actuales responden a una “complejidad de situaciones”; sin embargo, manifestó cierto optimismo: “Yo pensé que probablemente iba a costar mucho más, de última, 189 es un número pequeñísimo frente al porcentaje general, pero revela que hay un grupo -probablemente de personas de clase media- que están enteradas de la normativa y han politizado el tema y aplicaron el recurso”, concluyó.