La semana pasada Rivera sumó otro caso judicial por explotación sexual de menores de edad. La jueza Annabel Gatto de Souza procesó el viernes a siete personas involucradas en la explotación sexual de adolescentes y la producción de pornografía. El presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y Adolescencia de Uruguay (Conapees), Luis Purtcher, se considera que “hay más casos” también porque “estamos mirando mejor el problema”.

Según explica en el pedido de procesamiento la fiscal de Rivera Alicia Gómez, la situación de explotación investigada en ese departamento se da desde mediados del año pasado. Las adolescentes concurrían a la casa de una mujer a la que también concurrían varios hombres y, luego de escuchar música y bailar, la mujer "permitía y contribuía a que en dicha finca y a cambio de recibir los beneficios alimenticios y dinero, los masculinos mantuvieran relaciones sexuales con las menores". Las adolescentes eran "reclutadas" por la mujer en el mismo barrio o por los hombres que concurrían.

El pedido detalla que en enero tres adolescentes concurrieron a la casa de otro indagado en la zona de Cerro Pelado y pasaron tres días. Allí el dueño de casa ofrecía "la comida y las bebidas alcohólicas, bailaban y posteriormente éste mantuvo relaciones sexuales con [una de las adolescentes explotadas] a cambio de dinero". Otras situaciones de explotación que se relatan en el pedido de la fiscal ocurrieron en el Lago de Monte Paz y lago Batuva (ya en Santana do Livramento), donde, además de mantener relaciones sexuales con una de las adolescentes, otros hombres filmaron los hechos.

La jueza procesó con prisión a las dos personas identificadas como contribuyentes a la explotación sexual de las menores, con prisión también a otra de las involucradas por el delito continuado de retribución o promesa de retribución a menores a cambio de que ejecuten actos sexuales o eróticos, y sin prisión con medidas sustitutivas a quienes filmaron los videos, por el delito de corrupción en concurrencia formal con un delito de producción de material pornográfico con utilización de personas menores de edad.

Aumentan y se ven

En los últimos meses la Justicia dictó procesamientos por casi una decena de casos de explotación sexual. El de Rivera se suma a otras situaciones condenadas en Cerro Largo vinculadas a la trata de mujeres de República Dominicana, a un caso de explotación sexual en Tacuarembó que involucró a adolescentes alojadas en centros del INAU, a otros casos en Rivera y Florida y al que involucró al empresario gastronómico Javier Moya, algunos de los que se divulgaron en los medios de comunicación. Para el presidente del Conapees, “hay más casos judiciales”, lo que a su entender implica que “estamos mirando mejor”. “Paulatina y lentamente se está corriendo el velo que muchas veces ocultaba la situación, cuando aparecían otros delitos vinculados”, como prostitución o trata de personas.

“Estamos mirando más, estamos construyendo un saber qué hacer. Antes aparecía un caso y los operadores quedaban paralizados”, consideró Purtscher, que agregó que el pasaje a la justicia ordinaria de los temas de explotación sexual -antes se investigaban en los juzgados de crimen organizado- “ha aumentado la cantidad de procesamientos”, ya que la diversidad y cantidad de casos en crimen organizado hacía que los de explotación sexual “terminaban no teniendo una atención de acuerdo al problema”.

Purtscher no quiso opinar respecto de un aumento de la explotación sexual, aunque valoró: “Si consideramos que es un problema que se produce por la demanda, que tiene que ver con la industria del sexo y que está asociado al crecimiento económico, es muy difícil decir que no está creciendo”. A la vez, hay más herramientas que cuatro años atrás que facilitan la detección de los casos por el sistema judicial: “Antes no teníamos mil operadores capacitados en todo el territorio, no teníamos servicio especializado de cobertura nacional, no teníamos investigaciones ni era un tema que estuviera en la agenda”.