Para el Partido Colorado (PC), lo más importante para “dar continuidad a la inversión y el crecimiento” es tener políticas previsibles y que “den certidumbres”. Señalan que fue negativo el aumento de la carga tributaria en el agro en los últimos diez años -aseguran que pasó de 6% a 10%- e insisten que “no es factible captar inversiones [...] cuando el gobierno recurrentemente propone continuas modificaciones a la tributación sectorial”.

Para el programa del PC, el manejo monetario y cambiario incidió negativamente en la competitividad del sector, que hizo que se transfirieran recursos a otros sectores, aunque en el capítulo “Economía y finanzas” señala la necesidad de que la política monetaria sea más restrictiva. Critica la desinversión en las rutas, lo que “agrava la falta de competitividad”, y llama la atención sobre la tendencia a la concentración “de los medios de producción”.

Sobre los asalariados rurales, el programa colorado indica que si se mejora la inserción internacional “para conquistar mercados”, mejorarán los niveles de empleo. Considera necesario fortalecer a los pequeños y medianos productores para preservar “usos, constumbres, tradiciones y nuestra propia identidad nacional”. Por otra parte, afirma que la política fiscal, monetaria y cambiaria debe asegurar “la estabilidad y la competitividad del empleo y la producción agropecuaria nacional”.

Para los colorados, el funcionamiento del Sistema Nacional de Identificación Ganadera, “base de la trazabilidad bovina”, debe ser mejorado, aunque no se aclara en qué sentido. Proponen crear un Fondo Nacional del Fósforo (Fonafo), a partir de fondos del Estado, buscando mejorar el campo natural. Asimismo, el Estado deberá aportar más recursos para recuperar el estado de rutas y caminos e impulsar un plan de electrificación rural. Se menciona la necesidad de constituir un fondo de emergencia agropecuaria con recursos públicos, así como destinar fondos estatales para abatir el costo de los seguros agropecuarios. En materia de tributación al agro, el partido que impulsa a Pedro Bordaberry propone que los impuestos al sector estén basados en la ”renta real”, eliminar “todo tipo de detracciones a las exportaciones” y mantener “la libertad de exportación” de ganado en pie.

Tradicionales y postergados

En el programa del FA se valora que la “extraordinaria dinámica sectorial, desconocida [....] en las últimas cinco décadas” es producto de factores externos, pero también de avances en políticas sectoriales. Destacan además las políticas de desarrollo rural inclusivo que atienden la producción familiar, los asalariados rurales, “tradicionalmente postergados”, mediante la colonización, el fortalecimiento de las organizaciones sociales y facilitando su ingreso a las cadenas de valor.

Para el programa del FA, uno de los “desafíos” en materia agropecuaria es integrar la dimensión ambiental al diseño de programas del sector y la identificación de los recursos naturales como bienes sociales “al servicio del desarrollo sostenible”. Considera “estratégico” el cultivo de la caña de azúcar y la producción de azúcar, porque es el cultivo que genera mayor cantidad de mano de obra.

Los principales objetivos que perseguirá una política agropecuaria del FA serán la “mejora acumulativa” de las condiciones de vida y de trabajo de la población del territorio rural, “con énfasis en los asalariados y los productores familiares” y la promoción de una estructura agraria basada en productores familiares. En este aspecto, se anuncia que los asalariados rurales participarán “mejor” de los resultados del sector .

La política sectorial se concibe con un “rol orientador del Estado”. Para garantizar la soberanía alimentaria, el FA propone “fortalecer una industria semillera nacional” que se nutra de la investigación básica y aplicada en la Universidad de la República y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, además de promover “la producción agroecológica de alimentos”. Para el FA, el Instituto Nacional de Colonización debe participar activamente en la implantación de nuevas colonias y en la redistribución de la tierra, manteniendo como prioridad a los productores familiares y los asalariados rurales. A nivel de las políticas empresariales, en el sector se promoverá una estructura empresarial con “menos concentración y extranjerización que la actual” y se implementará el “Parque Agroalimentario y el nuevo mercado de frutas y hortalizas”.

Por su parte, el programa del Partido Nacional señala que se tomarán “diversas medidas para estimular la inversión, reduciendo la inseguridad en las reglas de juego” en el agro, y señalan como ejemplo lo que ocurre en el caso de la exportación de ganado en pie. Asimismo, aseguran que mantendrán las deducciones al Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales para premiar la productividad, “rechazando cualquier impuesto ciego al activo tierra”. También anuncian planes estratégicos por subsectores buscando desarrollar la competitividad.