Blancos y colorados coinciden en que la política exterior -más que una “de partido, animada por supuestas afinidades ideológicas” según el PN- debe ser “de Estado”. Ambos critican la “lógica de la diplomacia presidencial” llevada a cabo en los gobiernos frenteamplistas y proponen que ésta se ejecute por “expertos diplomáticos”, en palabras de los colorados. “Apostaremos a la profesionalización de la función diplomática, reduciendo el número de embajadores itinerantes, fortaleciendo al Instituto Artigas y redefiniendo los criterios de selección y promoción”, dice un párrafo del programa blanco.

Los nacionalistas aseguran que convocarán a un “amplio espectro de actores políticos, económicos y sociales” para que participen en la elaboración de una “nueva estrategia nacional de política exterior”, aunque no se detienen sobre los principales puntos de ésta. Por otro lado, el programa nacionalista asegura que en caso de acceder al gobierno, Lacalle “va a pelear” contra las barreras paraarancelarias -especialmente las sanitarias- y contra el aislamiento comercial del país.

Por su parte, los frenteamplistas adelantan el desarrollo de “centros de promoción e inteligencia comercial” en los mercados estratégicos para el país. Si bien establecen que deberán ser coordinados por una única institución “para evitar la dispersión”, dicen que podrán actuar como “centros de negocios para todas aquellas instituciones y empresas que los necesiten”. Además, institucionalizarán la gestión de “marca país” y, por otro lado, aseguran la implementación del puerto de aguas profundas de continuar con su gobierno.

En cuanto a las capacidades internas, el FA asegura que continuará con la implantación del Sistema Integrado de Comercio Exterior y la Ventanilla Única de Comercio Exterior. En materia migratoria, apostará a la aprobación de una Ley de Sufragio en el Exterior, propendiendo a la reglamentación del artículo 77 de la Constitución.

Yo soy de la Cruz del Sur

En cuanto al Mercosur, el PN establece que procurará “mejorar la posición de Uruguay” dentro del bloque y que “priorizará los temas económico-comerciales sobre los políticos”. Anuncian también “una serie de iniciativas tendientes a mejorar la suerte de los ‘socios chicos’”, entre las que incluyen una renegociación del Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo y del Código Aduanero -aprobado en 2010- y un “empleo intensivo” de los fondos de convergencia estructural.

Divididos

Menos el del FA, los demás programas se detienen en la relación bilateral con Argentina: mientras que los blancos proponen “fortalecer” la embajada en Buenos Aires y las delegaciones a las comisiones administradoras de los ríos Uruguay y de la Plata, los colorados priorizan “definir un escalón orgánico superior” que “resuelva los problemas” que surjan. En relación con las Islas Malvinas, los colorados critican el “apoyo sin reservas” del gobierno uruguayo sobre la soberanía argentina, estiman en 70 millones de dólares la pérdida anual por impedir a los barcos con esa bandera ingresar al puerto de Montevideo, y dicen que en caso de acceder al gobierno, “analizarán la habilitación del ingreso”.

El FA establece que la inserción de Uruguay en el mundo será impulsada desde la plataforma Mercosur. Desde allí intentarán negociar acuerdos comerciales con otros bloques y países, “diversificando el destino de las exportaciones” pero “incluyendo los principales mercados para los bienes y servicios exportados por el país, actuales y potenciales”. Dicen, además, que de acceder a un tercer gobierno, negociarán la extensión del Régimen de Admisión Temporaria.

Por otro lado, blancos e independientes adelantan un “mejor aprovechamiento de los acuerdos bilaterales” con Colombia y Perú, y dicen que darán “especial importancia” al estrechamiento de vínculos con Paraguay, algo con lo que los colorados coinciden: en su programa establecen que “hay sólidas bases” para “nuevos entendimientos” en lo político y económico, aunque no especifican sobre qué puntos.

El programa del PC también destaca la necesidad de “intensificar” la relación con Chile y de replicar con otros países el Consejo Asesor Empresarial Chileno-Uruguayo, que “es un buen ejemplo de las ventajas que brinda la cooperación público-privada”.

Por su parte, los independientes priorizan continuar el bilateralismo comercial con Brasil, orientándolo en el sentido de “balancear la relación de concesiones de Uruguay”.

Poligamia compleja

Además de intentar mejorar la posición de Uruguay en el Mercosur, los blancos también procurarán un acercamiento a la Alianza del Pacífico “para beneficiarnos del intercambio y la captación de inversiones del bloque comercial más dinámico del continente”. En esto coinciden con los independientes, quienes hablan de intentar integrarse con la Alianza para el Pacífico.

Buscando alternativas al Mercosur, los colorados establecen a Estados Unidos como “un punto de referencia obligado para todos en cuanto a las relaciones internacionales”. Si bien discrepan con “sus prácticas proteccionistas en materia de agricultura”, dicen que es un mercado “potencialmente muy importante” y que “nuestra relación debe ser dinámica y constructiva”, por lo que profundizarán los esfuerzos para “vincular los respectivos sectores privados”. Por su parte, los independientes agregan la necesidad de “acercarse al proceso” en el que participa Estados Unidos en el Acuerdo de Asociación Transpacífico.

Los colorados dicen que el mercado canadiense es “muy parecido al de Estados Unidos” y que por este motivo también procurarán allí una “intensa campaña de penetración” para las exportaciones uruguayas. Visualizan a Rusia como una “ventana de oportunidad” y asimismo a los mercados de Asia, “una región prioritaria para el gobierno a partir del 1° de marzo de 2015”. Por otro lado, anuncian la posible apertura de una embajada en Adís Abeba, la capital de Etiopía, donde se ubica la sede de la Unión Africana.

El PI señala que el país debería “tener una agenda propia” con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y habla de promover la alternativa de que Uruguay comience el proceso para ser miembro observador de esta organización, aspecto que también proponen los colorados.