El Torneo Apertura va amaneciendo. En ese resurgir cálido como el sol de la mañana los equipos se van acomodando. Más prácticos que fluidos en juego, los partidos de la segunda fecha que pasó dejaron un par de cosas claras. Hay un grupo que puntea con seis puntos: Racing, Nacional, Peñarol y Fénix; en ese orden y por diferencia de goles. Lo de La Escuelita es notable, con ocho goles en dos partidos y mucho fútbol bien practicado.

Los grandes ganaron con oficio y eso les sirve para seguir intentando mejorías con los puntos en ascenso, mientras que el Féni Féni guapeó en rodeo ajeno y se trajo los puntos allá donde pasaban los toros. Un escalón por debajo, con cuatro unidades, están El Tanque Sisley y Rentistas. Los fusionados lograron empatar 3-3 luego de ir perdiendo 3-1 con Rampla Juniors en Florida; el Renta golpeó y hundió en ánimo a un Defensor Sporting que no se acuerda de sí mismo y sigue perdiendo.

El que se recuperó fue Wanderers, subcampeón de la temporada pasada. Ganar un clásico es divino y el bohemio aprovechó la ocasión para salir de zapatero; qué mejor. Danubio, en la misma sintonía de verse en el espejo, triunfó. A secas. Sufriendo su falta de colectividad sobreponiéndose con ánimo y empuje para dar en la tecla. La IASA, que es el otro de estos cuatro que tiene 3 puntos, cayó con Nacional. Con una unidad quedaron dos equipos: Rampla Juniors y Tacuarembó. Malán hizo hattrick para los picapiedras, pero no les alcanzó para ganar en Piedra Alta. El Tacua, de prestado en el Odriozola de Paso de los Toros, tuvo a Aldo Díaz de profeta en su tierra pero no pudo: se quedó en la orilla del 1-2.

Nuevo amanecer esperan en el fondo, a lo oscuro del cero punto, Juventud, Defensor Sporting, Atenas y Cerro. Tampoco será para una preocupación exagerada eso de tener el casillero vacío en lo que va de campeonato. Será trabajo en la semana buscarle la vuelta al funcionamiento futbolístico y mejorar fortaleciendo la actitud. Hay tiempo, esto recién amanece.