El candidato presidencial del Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, y otros dirigentes nacionalistas cuestionaron ayer cómo “se enchastra” la campaña. En particular mencionaron al PIT-CNT por el paro que convocó para el 18 de setiembre.

Mientras los militantes cantaban “se viene Lacalle Pou, Lacalle Pou, Lacalle Pou”, el candidato comenzó su discurso desprovisto de un atril, a diferencia de los dirigentes que habían hablado antes, en el acto de lanzamiento de la lista 404, celebrado ayer en el teatro Metro.

Lacalle Pou dijo que le duele que en la campaña “cualquier cosa valga con tal de no irse del poder, para no soltar un cargo político”. “¿No será que al Uruguay también le vino bien la alternancia de los partidos fundacionales con el Frente Amplio [FA]? ¿O vamos a ser tan hipócritas de decir que no le vino bien?”, se preguntó. “No nos van a contaminar el amor con agravio como lo están haciendo”, agregó.

Luego fue más directo y dijo: “En toda esta efervescencia, ebullición, en el caos político que algunos pretenden generar con instrumentos partidarios y parapartidarios, hay un responsable, que si hiciera lo que tiene que hacer nos ahorraríamos todo este tiempo. El responsable es el doctor Tabaré Vázquez, que tendría que venir a conversar con nosotros”. Luego ironizó: “Si alguien lo ve, que le diga que no vamos a insultarlo ni menospreciarlo. Díganle, casi que en secreto, que estamos dispuestos a reconocer cosas buenas que hizo en su gobierno”.

Por último, criticó al PIT-CNT: “En un proceso electoral al que le faltan 59 días y con una agenda electoral que ni siquiera han leído, porque hay plataformas reivindicativas que no hacen a la verdad de nuestras agendas, el que pague el pato va a ser quien no pueda ir a la policlínica con la niña, el que se pierda el día de laburo, el que no pueda tomarse un ómnibus al laburo o llevar a su hijo a la escuela, por discrepar con nosotros”.

Antes de Lacalle Pou, el diputado Álvaro Delgado había profundizado sobre el tema, explicando cómo “se enchastra la campaña” por medio “de la deformación de la realidad, de medias verdades y mentiras”. “Cuánto se evitaría con un debate entre candidatos. Se va a intentar con todos los esfuerzos sacarnos del trillo, pero hay momentos en que hay que poner blanco sobre negro”, expresó el legislador, rompiendo con la tónica festiva que empezaba a tener el encuentro.

Delgado advirtió que el PIT-CNT, en su opinión, está entrando en la campaña electoral, y consideró que la central realizará un paro “por las dudas”, ya que “seguramente [los dirigentes sindicales] no leyeron nuestras propuestas vinculadas a las relaciones laborales”. Sostuvo que el PN “no tiene espíritu refundacional” y aseguró que mantendrá los Consejos de Salarios, no dejará caer el salario real y apostará a que los conceptos de productividad se definan con un sentido “tripartito”. Recordó que la Ley de Trabajo Doméstico se votó por unanimidad: “Si hay que elogiar este proyecto del FA, bienvenido”, dijo.

Delgado manifestó que la ley que estableció la jornada laboral de ocho horas para el trabajador rural fue apoyada por el PN y que no está planteada la derogación de esa norma en caso de que lleguen al gobierno (cabe aclarar que si bien el nacionalismo acompañó el proyecto cuando fue votado por primera vez en Diputados, se negó a votarlo luego de que se le realizaron modificaciones en la Cámara de Senadores).

Finalmente, se refirió a la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador, que Lacalle Pou ya adelantó que derogaría. Recordó que el propio Vázquez discrepó con la ley, y que una norma como ésta debe ser elaborada de forma “tripartita” y no “por el costado” como, según sostuvo, ocurrió en este caso.

El acto había comenzado con un tono más emotivo: “Estoy acá porque Luis [Lacalle Pou] me movió el piso, me movió el alma, me movió la esperanza, me sanó de mis heridas y mis broncas, y me enseñó por la positiva todos los días”, había comenzado la oratoria Graciela Bianchi.