Sus dos experiencias electorales han sido exitosas: tanto en las departamentales de 2005 como en las elecciones de 2009, Pedro Bordaberry votó por encima de lo esperado y revitalizó a un partido que venía jaqueado por la debacle colorada de 2004. Sin embargo, 2014 lo enfrenta a un nuevo desafío: mientras el nacionalismo crece en las encuestas de la mano del candidato Luis Lacalle Pou, el Partido Colorado (PC) está estancado y no logra despegar. En entrevista con la diaria, el presidenciable colorado explica cuáles cree que son las causas del aumento de los delitos violentos, evalúa que tal vez se equivocó cuando promovió la renuncia de los directores de su sector a los entes autónomos y empresas públicas, y afirma que es una “pena” que Graciela Muslera no siga siendo la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

-¿Qué diferencias encuentra con la elección de 2009?

-Creo que cambió Uruguay y quizá también el mundo. En la pasada era más fácil hablar de propuestas que en ésta. Ahora siento que si bien hemos elaborado un programa muy bueno y muy profundo, incluso el más grande de los que se han presentado, tenemos cierta dificultad para llegar con la propuesta. Quizá por la irrupción de los 140 caracteres o de las redes, o quizá por la gran cantidad de información que hay. Pero ahora estamos intentándolo con ese perfil de seriedad y propuesta al que apostamos. Hoy presenciamos una reducción del análisis y todo lo tratamos de reducir. Me parece que lo que tenemos en la sociedad de hoy es exceso de información. En algunos momentos parecería que ganan espacio en las noticias cosas que no hacen al contenido. Antes competías con la publicidad de las marcas y ahora competís con una cantidad de información. No es una queja, es una realidad. Quizá estemos teniendo una dificultad en ir a la propuesta y, en cambio, nos quedamos en el titular, en el eslogan.

-¿Por qué cree que su candidatura no está creciendo en las encuestas?

-No sé cuál es el motivo. Pero creemos que estamos llegando al momento de la definición. Según las encuestadoras, hay 350.000 o 400.000 uruguayos que todavía no decidieron su voto, y faltan 37 días. Ahora se viene el momento de la verdad; cuando llega ese momento el uruguayo va a lo profundo, a la propuesta, y es ahí donde nos tenemos más fe.

-¿Cree que tiene un techo?

-Todos tenemos un techo, pero el tema es si tenés un techo más bajo que el que tienen otros. Hemos mejorado muchísimo en la cantidad de menciones no negativas. Todos los candidatos trabajamos siempre en lo que son las percepciones negativas de las encuestas, que son los que marcan los techos, y me parece que en eso hemos mejorado en los últimos tiempos. Lo hemos conseguido a base de propuestas.

-¿Cree necesario que se desarrolle la otra ala del PC?

-A los partidos siempre les sirve que se desarrollen todas las alas. Pero si uno está en un lugar del partido trabaja para desarrollar la suya y espera que la otra se desarrolle. No depende de uno el desarrollo de las distintas alas del partido. Ahora trabajo para todo el partido, pero incluso en las internas uno aspira a que crezca todo el partido, y competimos por eso. De cualquier forma, no le podemos echar la culpa al que creció de que la otra ala no crece lo suficiente.

-En algunas instancias Propuesta Batllista dijo que la mayoría de Vamos Uruguay (VU) actuó de forma avasallante...

-No voy a entrar en polémica sobre esos temas. En estos últimos cinco años me esforcé para que no fuera así. Hice rotativa la Secretaría General del partido, habiéndome podido quedar los cinco años en ella [sólo asumieron el cargo integrantes de su sector, VU], ofrecí una lista única al Comité Ejecutivo Nacional, cediendo posiciones; también lo hice en el Comité de Ética y en la Comisión Electoral. Las coordinaciones de las bancadas en el Parlamento las hemos hecho rotativas y dando espacios. Ésas son algunas de las cosas que se han hecho. En la elección del vicepresidente buscamos un acuerdo que no se alcanzó. Y si no se alcanzó, al final del día valen los votos. Fijate lo que pasa con eso. Hice lo mismo que hizo Tabaré Vázquez. Él no puso de candidata a la vicepresidencia a Constanza Moreira, sino al más votado dentro de la línea que lo apoyó a él. ¿Y uno tiende a decir que es avasallante lo de Tabaré Vázquez respecto de Constanza? No. No se dice lo mismo.

-¿Qué diferencias tienen hoy los partidos políticos en términos ideológicos?

-Podríamos analizarlo partiendo de círculos concéntricos que compartimos todos y luego achicarlos hasta que nos encontremos en nuestra especificidad. Hay un círculo grande que compartimos todos: el Frente Amplio [FA], nosotros y el Partido Nacional [PN], en la medida en que en todos existe la convicción de que la democracia en Uruguay tiene que funcionar y es una democracia liberal, respetan esas concepciones democráticas, por la resolución, por el voto y por la alternancia en el poder. Cuando vamos más adentro, con el PN compartimos más un espacio republicano y quizá en el FA la mayoría no lo comparte. En el FA Vázquez dijo que se podía desconocer la voluntad del pueblo porque el pueblo se puede equivocar cuando vota. Ni en el PN ni en el PC pensamos eso. Creemos que cuando el pueblo vota, podrá equivocarse o no, pero hay que respetarlo. Quizá hay algunos valores que compartimos con el PN y que el FA últimamente no ha compartido, como el respeto a la separación de poderes o el no criticar el trabajo de la Justicia. Lo que nos puede separar de los demás es que quizá tenemos un concepto más estatista que el PN pero menos estatista que el FA. El FA le quiere dar al Estado una cantidad de funciones y un avance sobre nuestras vidas. El PN, en especial cuando le tocó ser gobierno, hizo todo lo contrario: más bien se propuso achicar al mínimo la función del Estado. Nosotros creemos que se necesita tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea posible. Nuestra posición para diferenciarnos ahí también está más en la zona intermedia. Nosotros somos un poco menos liberales en lo económico que el PN. Y ahí es por donde va el mundo, me parece.

-Han criticado el déficit fiscal, han criticado el déficit de ANCAP. Hace poco se conoció que la Intendencia de Salto (IS) tiene un déficit cercano a 25 millones de dólares, ¿no están en la misma situación que critican?

-[Le pide al asesor de prensa que le traiga la comparación del déficit de ANCAP y el déficit de Salto, pero en la oficina se apersona el propio candidato a vicepresidente del PC e intendente de Salto, Germán Coutinho, con una tablet en la que muestra dos gráficas de torta comparativas de la situación, que reflejan que el pasivo de ANCAP compromete mucho más parte del activo de la empresa que en el caso del déficit de la Intendencia de Salto. Coutinho pide para explicar la situación pero Bordaberry lo interrumpe y le dice que es importante que sea él quien argumente]. Manejando más volumen de dinero que la IS, ANCAP es una empresa que se presenta como muy eficiente y tiene cuatro veces más déficit [en proporción al activo]. La IS es una de las que tienen menor déficit de todo el país. Esto es una cuestión de tamaño. El déficit de la IS es de 587 millones de pesos y solamente AFE [Administración de Ferrocarriles del Estado] le debe 600 millones de pesos, además de que le debe OSE y otra cantidad de recursos del gobierno central, que se han enlentecido en los últimos meses. Supongo que no tendrá nada que ver la campaña electoral con un enlentecimiento del pago de los fondos a una intendencia cuyo intendente es el candidato a vicepresidente del PC. Si solamente AFE le pagara la cuenta que le debe a la IS no habría déficit. [Es difícil comparar] una empresa monopólica que se dedica a vender combustibles y cobrarlos al contado a los usuarios con una intendencia que brinda servicios sociales. En 2005 ANCAP debía 290 millones de dólares y ahora debe 1.950 millones de dólares. En el caso de ANCAP el FA reconoce que aumentó el pasivo en 1.600 millones de dólares, pero dice que aumentaron los activos. Y cuando ves los activos que aumentaron fueron los préstamos a Alcoholes del Uruguay [Alur] y a las empresas colaterales. En el caso de ANCAP están poniendo como activos lo que puso ANCAP en las empresas, no lo que éstas generan. Entonces el problema del pasivo de ANCAP es mucho más grave.

-Pero si vamos a hablar de proporciones, usted siempre se refiere a la deuda bruta del país y nunca hace mención a la disminución de la deuda neta...

-Es cierto que los economistas dicen que tenés que comparar el pasivo con el Producto Interno Bruto [PIB]. También lo dicen en el FA. Pero nosotros creemos que también hay que mirar otra cosa: si después de diez años de crecimiento la deuda física creció, estás en problemas. Te creció el PIB pero no te bajó la deuda, y me parece que eso es malo. Si vos o yo debemos diez y ganamos diez, porque pasemos a ganar 20 no tenemos que empezar a deber 20, sino que tenemos que cancelar ese diez.

-Si Bordaberry llega al balotaje, ¿le va a dar participación a la oposición en el gobierno como hizo Jorge Batlle en 1999?

-Esperamos que pase lo mismo que en 2009, como nosotros en esa misma noche dijimos a quién íbamos a votar [a Luis Alberto Lacalle]. No aspiramos más que a eso.

-¿Acordaría con el PN algunos ministerios?

-Con todos los partidos. En la IS se invitó a todos los partidos. Hay gente muy buena en todos los partidos y nadie tiene la exclusividad de la gente nueva.

-¿Qué ministro del FA dejaría en el cargo?

-Fue una pérdida para todo Uruguay que Graciela Muslera no continuara siendo ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Me tocó trabajar con ella en la Comisión de Vivienda del Senado y la vi siempre como alguien que tenía muy claros sus objetivos. Y ojo: es del Movimiento de Participación Popular. Pero lo relacionado con las políticas de vivienda no es una cuestión de partidos o ideologías. Ella tenía muy claro el concepto de que la política de vivienda es una política social a partir de la vivienda. Fue una lástima que se haya ido, porque tenía una cantidad de ideas claras. Era una mujer con muy buen trato y mucha sensibilidad. Fue una lástima.

-¿Se equivocó cuando promovió la renuncia de los directores de VU a las empresas públicas y servicios descentralizados?

-A veces siento que me equivoqué y a veces siento que acerté. Cuando veo que me quedé sin acceso a la información en algunos lugares como el BROU [Banco República], UTE y Antel -más allá de que en Antel de todos modos no teníamos acceso a la información porque al director que habíamos nombrado se le negaba la información-, digo que le erré. Pero a veces, cuando veo que Mujica ya no se dirige a los directores de los entes por la oposición como lo hacía en ese tiempo, diciendo que estaban atornillados en los cargos, creo que acerté. Hay días en los que me levanto pensando que le erré y otros en que creo que le acerté.

-¿Cómo se resolvió el malentendido de la semana pasada con Lacalle Pou? Habían planteado visiones contradictorias de los hechos. ¿Qué fue lo que pasó en realidad?

-Lo solucioné conversando. Lo que dijimos fue: “Vamos a no entrar a ver de quién fue la culpa”. Tuvimos un incidente. El primero de los muchos que podemos tener en los tiempos del porvenir. Gane yo o gane él, nos vamos a tener que entender. Entonces, o nos quedamos mirando el incidente o miramos para adelante. Y dejamos atrás el incidente y miramos hacia adelante. Primero está la patria, primero está Uruguay. Hay una cosa positiva a partir de algo que fue negativo: ante una diferencia importante, en 24 horas nos habíamos reunido, habíamos conversado, lo habíamos dejado atrás y habíamos fijado el objetivo para adelante. Eso es una garantía de gobernabilidad en caso de que ganemos nosotros o que gane él. [Pero] No vamos a hablar de los hechos. Entiendo que quieran conocer más cosas, pero estábamos él y yo en la reunión y dijimos que no íbamos a discutir de eso, sino a mirar para adelante.

-¿Cuáles son las causas sociales del aumento de la inseguridad?

-Durante mucho tiempo se dijo que la causa de la inseguridad era la pobreza. Pero hemos tenido el auge más grande de la historia de la inseguridad en época de crecimiento económico durante el gobierno del FA. Cuando estuvo José Luis Rodríguez Zapatero en Uruguay dijo que en España ocurrió algo parecido: con el crecimiento económico hubo un auge del delito y ahora que ha habido una crisis hay una baja. Atar la crisis económica al aumento del delito por lo menos no es correcto en lo que hace a la evidencia empírica. Más que causas sociales hay que hablar de causas gubernamentales. En un debate que tuve el año pasado con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y la presidenta del FA, Mónica Xavier, en Nuevo Siglo TV hubo un momento en el que Bonomi reconoció que la seguridad no fue una prioridad durante el gobierno de Tabaré Vázquez. Y él fue ministro de Tabaré Vázquez. Ésa es la primera causa de la inseguridad que tenemos. La segunda es liberar presos sin un plan de contingencia. La tercera es derogar el decreto 690 [que permitía detener individuos bajo el régimen de averiguaciones] y la cuarta es no respaldar la actuación de la Policía. El resultado está a la vista: este año vamos a tener 20.000 rapiñas. Antes de que asumiera el FA eran 6.800 por año.

-¿Pero es un tema exclusivo de negligencia gubernamental?

-En 2004 el presupuesto era de 180 millones de dólares en seguridad, y hoy asciende a 780. Si tenés más dinero, si hay crecimiento económico y si tomaste una cantidad de decisiones y aumentaste a 40% los homicidios y multiplicaste por tres las rapiñas, ¿quién tiene la culpa? El que gestionó.

-Algo también debe de hacer que la gente se vuelque a delinquir...

-Cuando vos vas a las causas del delito, ves que hay una gran participación de los 16 a los 22 años. Llega a un pico a los 23 y después empieza a bajar. Ya a los 40 comienza el mismo nivel de participación que hasta los 16 años. Es una curva que se hace muy grande en ese momento. ¿Por qué es? Cuando vas a los estudios existentes sobre la motivación del delito -hay uno de Daniel Sayagués, defensor de oficio del Menor, y otro del fiscal Gustavo Zubía- te encontrás con que 1% es por necesidad, 9% por la droga y 80% te dan respuestas como “a los 18 se me termina”, “es un bollo” o “no pasa nada”. También hay un estudio de CERES [Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social], de Ignacio Munyo [asesor de Bordaberry], que habla de lo que significa lo que vos podés obtener con el delito comparado con lo que puede ser tu sanción. En ese sentido, si de 100 delitos se aclaran ocho o nueve, de los ocho o nueve agarran a seis y de esos seis condenan a uno o dos, el costo de delinquir es muy barato, y entonces es obvio que en ese sentido se alienta a la delincuencia.

-¿El PN no ha estado suficientemente comprometido con la iniciativa de bajar la edad de imputabilidad?

-El sector del PN que recogió firmas con nosotros anunció que va a ensobrar [la papeleta en apoyo a esa propuesta] y que va a votar. Y en las comisiones están trabajando juntos delegados de los dos partidos.

-Pero no hacen tanta campaña como usted…

-Yo no puedo pedir énfasis en la campaña, sí puedo pedir definiciones. Y la definición es clara.

-Uruguay es el segundo país de América Latina con más presos en relación con su población. ¿Es un problema?

-Te digo lo que dijo Rodríguez Zapatero: España es el país de Europa con mayor cantidad de delincuentes presos y está 20% por encima de la media de la Unión Europea en resultados de seguridad pública y seis o siete veces mejor que América Latina. Ojalá no existieran delincuentes ni cárceles, pero lamentablemente existen delincuentes, y el que comete delitos tiene que ir a la cárcel. No solamente para sancionarlo, sino sobre todo para protegerte a vos, a mí y a todos los honestos, para que no vuelva a delinquir.

-Pero entonces este indicador podría estar reflejando que Uruguay tiene mayor eficiencia policial que el resto de América Latina…

-Depende de lo que midas como eficiencia policial. No podés medir la eficiencia por la cantidad de presos por población, tenés que medirla en función de la cantidad de presos por delito cometido o por cantidad de delincuentes. Y si vos te fijás en la cantidad de hechos esclarecidos te vas a dar cuenta de que no es tan buena la situación. Ése es el problema, y ahí habría que saber por qué hay tanto delincuente.

-¿Continuará con el Plan Juntos?

-Nosotros estamos proponiendo algo distinto, que es el MEVIR [Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural] urbano. Debe tener su símil urbano porque es el plan de vivienda más exitoso de los últimos 40 o 50 años. Quizá el FA cometió un error después de que se fue Muslera del MVOTMA: no distinguir lo que es la vivienda social, la vivienda como derecho constitucional de lo que es la vivienda de desarrollo inmobiliario, de inversión. La vivienda de interés social terminó costando 90.000 o 100.000 dólares, terminó siendo más una inversión de personas que las compraron y que las arrendaron que una respuesta a quien quiere acceder a una vivienda. Me gustaría ir más por el lado del MEVIR.

-¿Donaría parte de su sueldo para un plan de vivienda, como hizo Mujica?

-Yo hago lo que dice [el apóstol] San Mateo: “Que tu mano izquierda no se entere de lo que hace tu mano derecha”. Me parece que no debemos publicitar quién ayuda, sino ayudar. Yo sé que hay personas que ayudan y que, cuando lean esto, saben que estoy hablando de ellas, pero no tengo por qué decir qué es lo que hago. Lo tengo todo documentado. Si algún día salta, saltará. Cuando escribí el libro [Que me desmientan, de 2006], al principio puse: “Los resultados económicos de este libro se destinarán al programa preventivo odontológico destinado a los niños de las escuelas rurales de departamento de Durazno”. Y con mi sueldo hago lo que me parece lo correcto, pero no me parece que haya que publicitarlo.

-¿Qué le parece la idea de crear un Fondo de Desarrollo (Fondes) para financiar proyectos autogestionados?

-Tengo mis severas dudas de estos fondos que se crean. En parte, la Corporación Nacional para el Desarrollo [CND] es algo parecido y terminó embarcada en aventuras que hoy están en la Justicia penal. El Fondes son ganancias del BROU que pasan a integrar un fondo que se utiliza para determinados proyectos. Uno pensaría que esas ganancias deberían ir a Rentas Generales, para achicar el déficit y que el BROU pueda bajar las tasas de interés y prestar a tasas más convenientes. Mi miedo con esto siempre es que terminemos poniendo dinero en decisiones políticas o de amiguismo político que terminen originando aventuras que terminan mal, como tantas veces ha pasado.

-El PC ha defendido los dos pronunciamientos populares respecto de la Ley de Caducidad, pero la Suprema Corte de Justicia ha declarado que la ley es inconstitucional ¿Qué pesa más, la Constitución o la voz del pueblo?

-La voz del pueblo manifestada por medio de la Constitución es un principio básico del derecho constitucional y de la democracia. La voz del pueblo se manifiesta según el artículo 4º de la Constitución, que dice que la soberanía radica en la nación y se manifiesta en el cuerpo electoral, y el cuerpo electoral se manifiesta de la siguiente forma: eligiendo presidente, parlamentarios, intendentes, etcétera, o mediante los mecanismos del plebiscito y de referéndum.