Astori señaló que los resultados de la política económica estuvieron estrechamente vinculados con el desarrollo político, social y cultural del país y que para los gobiernos frenteamplistas “la inclusión fue la condición para la apertura” del país, “en todo sentido”. Además, señaló que en un eventual tercer gobierno, como hasta ahora, el rol del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) será el de seguir involucrado “con las transformaciones estructurales e institucionales” necesarias, algo sobre lo que “no se habla en la campaña”, según dijo. En este sentido, detalló varios casos de cambios organizacionales y de funcionamiento en distintas instituciones públicas y de la creación de otras, en ambos casos bajo el principio de la “especialización permanente”.

En respuesta a las críticas de la oposición, el jerarca sostuvo que “no importan sólo los equilibrios macroeconómicos” porque “no son un fin en sí mismo”, sino que constituyen “una herramienta imprescindible para el desarrollo nacional”. En este sentido, agregó que la responsabilidad en las cuentas públicas del país “no es el final sino el principio” de las políticas económicas. Además, reivindicó la conducción política del MEF en los últimos años y criticó a quienes tienen visiones “tecnocráticas” y “reduccionistas” acerca del rol que debería jugar el organismo. Al respecto, también señaló que “nunca antes como en los últimos años la economía estuvo tan asociada a las transformaciones en la vida de la gente”.

Astori dijo que “hay inflación de izquierda y de derecha” porque depende de la concepción ideológica de las políticas macroeconómicas que eventualmente la generen. Además, sostuvo que es “inaceptable” que la oposición afirme que los logros del país son producto del “viento de cola” y señaló que esa postura “es una vía para no enfrentar responsabilidades pasadas”.

Según dijo, toda la discusión de la campaña sobre economía se centra en el déficit fiscal de 3,3% del Producto Interno Bruto, y al respecto sostuvo que no se puede hablar sobre el tema sin tener otros indicadores sobre la situación fiscal del país y de la política económica en general. Por ejemplo, indicó que en 2005 el mayor rubro del gasto público de Uruguay eran los intereses de la deuda, mientras que hoy lo constituyen las políticas sociales.

Acerca de los desafíos que tiene el país por delante, sostuvo que debe apuntarse a la diversificación y la innovación, a la generación de cadenas de valor en la producción y al empleo de calidad. También habló de la necesidad de generar y usar tecnologías “limpias y amigables con el medio ambiente”, y de impulsar mecanismos de evaluación y modernización permanentes para el estímulo de nuevas inversiones. Además, destacó la importancia de generar un incremento en la infraestructura física, y se refirió “al gran desafío de la educación”, para el que la labor del MEF será “fundamental”. A nivel de política internacional, se refirió a la estrategia de “regionalismo abierto” impulsada por el gobierno.

Según concluyó, la macroeconomía tiene que estar al servicio de esos desafíos, y si bien todos los actores políticos pueden coincidir con ese diagnóstico, indicó que la gran diferencia es que “el FA ya lo hizo”. Además, aseguró que un tercer gobierno del FA “no va a ser más de lo mismo” sino que traerá más transformaciones y lo hará arriesgando”, algo necesario porque “el electorado se ha vuelto más exigente”. En su cierre, Astori señaló que el mayor riesgo de la política es “olvidarse de la gente”, algo que puede acentuarse al estar en el poder. En este sentido, llamó a los jerarcas del FA a preguntarse todos los días “qué hicieron hoy por la gente”.

Otras voces

En la conferencia también expuso el dirigente sindical de la bebida Richard Read, quien destacó los logros en materia de condiciones laborales que a su criterio se lograron en los últimos años, y llamó a “ir a más”. Según dijo, aún queda una franja importante de trabajadores que recibe ingresos por debajo de los 15.000 pesos, y habló de la necesidad de generar programas de productividad que incluyan la capacitación laboral. Además, llamó a los trabajadores a generar “hábitos de trabajo distintos de los que vemos hoy” para que el país logre un mayor desarrollo. También hizo uso de la palabra la empresaria del sector agropecuario Patricia Damiani, quien habló de las mejoras en materia de tecnología y de la recuperación de la confianza “en los últimos diez años”.

En videoconferencia, también se mostraron los testimonios de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, y del economista uruguayo Enrique Iglesias. Bárcena sostuvo que las políticas uruguayas “dan lecciones” a otros países, ofrecen confianza a los inversores y muestran al Estado como “actor central del desarrollo”. Cerró su intervención afirmando: “Vamos por buen camino”. Por su parte, Iglesias dijo que el país ahora tiene el gran desafío de no “seguir dependiendo de los vientos de cola”, para lo cual debe mejorar su productividad. Según explicó, las claves para lograrlo pasan por la formación de recursos humanos y la generación de políticas industriales que generen cadenas de valor, sumado a una mayor inversión en investigación y al desarrollo de la infraestructura física.