El sorteo previo al debate transmitido por la cadena SBT y realizado en conjunto con el diario Folha de São Paulo, determinó que Rousseff fuera la primera en preguntar, y podía elegir a cualquiera de los candidatos para hacerlo. El fin de semana trascendió desde las tiendas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) que se buscaría la confrontación con Marina, y efectivamente así se hizo.

“Sus promesas suman 140.000 millones de dólares: ¿De dónde va a sacar el dinero?”, disparó Rousseff. Silva comenzó aclarando que “no son promesas, son compromisos”, y se limitó a decir que logrará reunir ese dinero, para destinarlo principalmente a educación, salud y boletos gratuitos para estudiantes, mediante una mejor gestión del gasto público. “Hay un desperdicio muy grande del gasto público”, aseguró Silva. “No respondió la pregunta”, contrarrestó Rousseff, antes de asegurar que su gobierno sí aumentó la inversión en educación y salud.

Pero ése fue sólo el comienzo. Durante todo el debate Silva fue el centro de las críticas y de los cuestionamientos. “No da, Marina: tenés que elegir de qué lado estás, el del capital o el de los trabajadores, el de los bancos o el de los pobres”, le dijo la candidata del Partido Socialismo y Libertad, Luciana Genro, tras preguntarle a la ambientalista si ella era la segunda vía del centro derechista PSDB. Ante esa consulta, Silva repitió una de sus frases de cabecera: “Vamos a mantener la política económica del gobierno de Fernando Henrique Cardoso y las políticas sociales del gobierno de Lula”. “Tenemos que corregir los errores y mantener las conquistas”, agregó, antes de criticar a Genro por tener “la misma mirada de polarización que tienen el PT y el PSDB”.

Neves, que estuvo en segundo plano durante todo el debate -quizá condicionado porque su propio partido señalara a Silva para una eventual segunda vuelta-, dedicó a la ambientalista sus palabras finales: “Tenemos dos caminos políticos: el del oficialismo, que fracasó y va a entregar un país peor del que recibió cuatro años atrás [...] y el de los cambios, que tiene varias alternativas, pero dos aparecen con más consistencia. Repito que confío en las buenas intenciones de Marina, pero ella no consigue superar las enormes contradicciones de su proyecto y defendió hoy una tesis que combatía hace poco tiempo”, dijo el candidato del PSDB en sus consideraciones finales, cerrando el debate televisado de la tarde de ayer.

Silva también tiró algunos dardos, pero únicamente contra la mandataria, su principal adversaria en las elecciones que se realizarán el 5 de octubre. “¿En qué se equivocó su gobierno?”, le preguntó tras recordar que prometió que Brasil seguiría creciendo y que actualmente está en recesión técnica. Rousseff no respondió la pregunta, pero aprovechó para pegarle a Silva en otro de sus flancos débiles: las dudas sobre su gobernabilidad. “Sin apoyo político, sin discusión y sin negociación, la señora no conseguiría aprobar los grandes programas de Brasil. Yo aposté por la gobernabilidad [...] gané y perdí, pero sin el apoyo del Congreso es imposible gobernar”, sentenció. La ambientalista no se refirió a esa parte de la respuesta, que reflejaba temores de varios analistas, politólogos y columnistas de diversos medios, pero hizo hincapié en que Rousseff “tiene muchas dificultades para reconocer los errores de su gobierno”, un concepto que repitió una vez más durante el debate de dos horas.

La mandataria también acusó a Silva de utilizar “frases de efecto y frases genéricas” y le advirtió: “Cuando sos presidente precisás explicarte, no basta decir que vas a hacer una serie de cosas sin decir de dónde va a venir el dinero”.