Rubén Pérez Goytisolo estaba desesperado por enviar un mensaje a sus familiares. Quería decirles que está bien y que, aunque pasó penurias entre Colombia y Panamá, ahora está tranquilo en un albergue dispuesto por el gobierno de Costa Rica para los miles de cubanos que transitan por su territorio tratando de llegar a Estados Unidos.

“La peor parte la pasé en Puerto Obaldía, en Panamá. Antes de llegar allí hay una loma, y los maleantes te obligan a subirla en media hora y bajarla en otra media hora, y tenés que pagarles”, relató Rubén. Pero en Colombia, contó, es donde te sacan más dinero. “Si la Policía ve un bus lleno de personas, pide pasaporte. ‘¿Cubano? ¡Pasaporte! Tienes que pagar 500 dólares’. Y si te quedabas ahí pasaba otro policía a pedir más dinero”.

En esa región selvática entre Panamá y Colombia, Rubén pasó 14 días incomunicado. Nadie sabía de él, hasta que encontró el camino para sumarse a los ya 3.500 compatriotas que recibieron visas de tránsito en Costa Rica. Al preguntarle si estaba de acuerdo con publicar su nombre, respondió: “Sí, pon Goytisolo, que somos pocos en Cuba, y así se dan cuenta de que estoy bien”.