La Policía brasileña arrestó ayer a Delcídio do Amaral, senador del Partido de los Trabajadores (PT) y articulador del Ejecutivo con los partidos aliados en el Senado, y a André Esteves, presidente ejecutivo y socio accionista del banco BTG Pactual, por intentar obstruir la investigación que lleva adelante la Justicia por los casos de corrupción dentro de la petrolera estatal Petrobras. Son sospechosos de intentar sobornar al ex director del área internacional de Petrobras Nestor Cerveró, ya arrestado por corrupción y lavado de dinero, para evitar que colaborara con la Justicia y, específicamente, que expusiera sus nombres.

Amaral, que también preside la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, es uno de los 50 políticos investigados por su supuesta implicación en el caso de la petrolera brasileña, y el primer senador en haber sido arrestado en funciones en la historia del país.

Según explicó el juez de la Corte Suprema Teori Zavascki, el arresto de Amaral fue autorizado luego de que los fiscales presentaran evidencias que exponen una “clara pretensión de obstruir la acción de la Justicia” por parte del legislador. La Fiscalía considera comprobado que Amaral entró en contacto con Cerveró -cuando éste ya había sido sentenciado a 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero, por sobornos pagados durante la compra de una refinería en Texas, Estados Unidos, en 2006- y le ofreció unos 13.300 dólares mensuales, pago que sería financiado por Esteves, a cambio de que sus nombres no aparecieran en las investigaciones.

Cuando Cerveró fue condenado, había acordado con la Justicia que delataría a otros implicados a cambio de rebajar su condena. Amaral y Esteves lo intentaron callar con dinero, pero Cerveró eligió anticipar su libertad y finalmente colaboró con la investigación. De acuerdo con lo que publica El País de Madrid, la Policía cuenta con grabaciones en las que aparece Amaral tratando de sobornar al abogado de Cerveró. Incluso, agrega el diario, Amaral habría propuesto un plan de fuga para cuando el ex director obtuviera la libertad condicional.

Tras la detención de Amaral, el presidente del Senado, Renan Calheiros, anunció que el Congreso suspendería sus sesiones mientras los legisladores analizan una respuesta. Conforme a la Constitución de Brasil, el Senado puede aprobar o anular la decisión de la Corte Suprema de arrestar a Amaral, para lo cual tiene un plazo de 24 horas. Al cierre de esta edición, el Senado estaba reunido analizando la situación y buscando un consenso sobre las medidas a tomar.

En tanto, el PT pidió al Parlamento brasileño que “no se paralice” por esta detención. “Este hecho, por grave que sea, no debe contaminar la actividad legislativa, pues el Parlamento tiene temas de muchísima importancia y de interés para el país y debe continuar trabajando”, dijo el jefe de la bancada oficialista, Humberto Costa. Además, Costa aseguró que, aunque Amaral desempeña un cargo importante en el Senado brasileño, “no hay nada” que implique al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff en el asunto.

El banco BTG Pactual, por su parte, emitió un comunicado en el que aseguró que desconocía los motivos que llevaron a la detención de Esteves, pero se mostró dispuesto a prestar toda la colaboración necesaria a las autoridades judiciales. Esteves tiene una fortuna calculada en más 2.000 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, que hace tres años lo incluía en la lista de las 20 personas más ricas de Brasil.

Las detenciones de Amaral y Esteves sacudieron el sector financiero ayer. Como consecuencia, la Bolsa de San Pablo se hundió 2,94% y el real brasileño se devaluó 1,48% frente al dólar.