El presidente de México, Enrique Peña Nieto, volvió a manifestarse en contra de la legalización de la marihuana, pero señaló que ésa es su “convicción personal” y llamó a discutir el tema en el Poder Ejecutivo y el Legislativo. “No puedo ser el único dueño de la verdad”, consideró. Por eso le dio instrucciones a la Secretaría de Gobernación, el Ministerio del Interior mexicano, a abrir ese debate “amplio, especializado” y escuchar opiniones de la sociedad civil, de médicos, académicos y legisladores, para definir cómo debe regularse la marihuana en el país.

Había expresado su posición contraria a la legalización después de que el miércoles la Suprema Corte de Justicia emitiera un fallo favorable al uso de la marihuana para fines recreativos. De inmediato, su gobierno había aclarado, además, que el fallo se emitía para el caso de cuatro demandantes, y que no sentaba jurisprudencia.

Ayer, durante un foro sobre seguridad, Peña Nieto reiteró que el fallo no implica la legalización; sin embargo, agregó que “sienta un precedente para abrir un amplio debate sobre el consumo de la marihuana”. Aclaró que espera que ese debate no abra el camino a “una apertura y liberalización” respecto del consumo de drogas “mucho más dañinas para la salud personal y pública”. De acuerdo con el gobernante, el fallo también marca un precedente en cuanto a que el consumo de marihuana “debe observarse desde la perspectiva de los derechos humanos, no solamente con una óptica de pensar o no en la criminalización”.