La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda resolvió modificar los artículos del proyecto de Ley de Presupuesto relativos a los medicamentos de alto costo. En diálogo con la diaria Marcos Carámbula expresó, tal como lo había adelantado ayer a Radio Uruguay, que con los cambios que se harán “se instala por ley el ámbito de consulta donde se da participación a la Facultad de Medicina, al cuerpo médico, naturalmente al Ministerio de Salud Pública [MSP] y al Fondo Nacional de Recursos [FNR], algo que en la práctica se daba de hecho y ahora se le da fuerza de ley, para que tenga la facultad de dar la opinión con respecto a la incorporación de medicamentos de alto costo no sólo en temas oncológicos”, sino también en la cobertura de tratamientos para enfermedades crónicas, autoinmunes o catalogadas como raras, enumeró.

Además, Carámbula anunció que luego de que se vote la Ley de Presupuesto se instalará “un ámbito permanente de trabajo sobre el tema de los medicamentos de alta complejidad”, algo en lo que estuvo de acuerdo el ministro Jorge Basso cuando compareció a la comisión. El senador recalcó que será un ámbito pluripartidario y que el foco de trabajo estará puesto en “el fortalecimiento del FNR; seguir trabajando en la mayor transparencia en los costos de los medicamentos de alta complejidad, comprometiendo toda la información necesaria para manejarlo; y fortalecer mecanismos de compra conjunta con el Mercosur como se hizo ahora con medicamentos para la hepatitis y el VIH”.

Paso a paso

Alicia Ferreira, directora general del FNR, dijo a la diaria que la integración de la Comisión Técnico Asesora -que asesora al FNR en la incorporación de procedimientos de alto costo-, establecida en la Ley 16.343, de 1992, ya está integrada por representantes del MSP, el FNR, el cuerpo médico nacional y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, y que cuenta con el apoyo técnico de profesionales del FNR que se han especializado en evaluación de tecnologías sanitarias. Recién en 2006 el FNR comenzó a financiar, formalmente, los medicamentos de alto costo. Ferreira explicó que en ese momento la comisión pidió a las cátedras de la Facultad de Medicina que hicieran un listado de medicamentos prioritarios a ser financiados, “entre los que se incluyó en primer lugar todos los medicamentos que curan”. “Se fue haciendo un listado por evidencia científica y por opinión de expertos, y se fueron incorporando varios medicamentos”, hasta que llegó un momento en que no era posible agregar más. El decreto 4/2010 detalló cinco etapas para que los medicamentos que cubre el FNR ingresen al Formulario Terapéutico de Medicamentos: un informe favorable de la Comisión Técnica Asesora del FNR de que existe evidencia científica suficiente respecto de ese medicamento (puntualizó que hay países que no comienzan por ese paso sino por el de costo-efectividad); un informe de evaluación económica del FNR de costo-efectividad; un informe de impacto presupuestal hecho por el FNR; un protocolo de cobertura elaborado por la Comisión Honoraria del FNR; y un informe favorable de la Comisión Asesora del Formulario Terapéutico Nacional.

Ferreira comentó que desde 2010 “los medicamentos que se incorporaron no fueron muchos”. En parte, porque varios de los nuevos “no son mejores que los que están hoy” y porque muchos que se han pedido en estos años en realidad “eran menos eficientes y/o menos seguros”. Hay otra tanda de medicamentos que sí son mejores, pero el problema es el precio. Mencionó el caso del Pertuzumab, que “es verdad que prolonga la sobrevida libre de enfermedad a casi dos años” en pacientes con cáncer de mama metastásico, pero comentó que para las 90 pacientes que en promedio están en esa situación por año, el impacto presupuestal es de 10 millones de dólares anuales durante tres años; para comparar, dijo que el FNR gasta hoy 35 millones de dólares en medicamentos de alto costo para 5.300 pacientes. Ése es el cuello de botella.

¿Qué se puede mejorar? Ferreira habló de fortalecer los vínculos regionales e internacionales para mejorar la evaluación de tecnologías sanitarias y la negociación conjunta frente a la industria, así como “fortalecer la formación de profesionales que puedan servir para asesorar al gobierno en la toma de decisiones”. Dijo que expertos internacionales que han visitado el país han detectado que “en Uruguay hay gente muy formada pero no da abasto”.

Respecto de la propuesta de establecer copagos con los pacientes que puedan pagarlos, Ferreira interrogó qué ocurre con aquellos que tienen un costo anual de 160.000 dólares, y consultó cuánto puede pagar el paciente, “1%, 2%, 3%”. “No se visualiza cómo puede ayudar”, concluyó.

La devolución de los aportes del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) siguen sin aparecer en la discusión ni como parte de la batería de propuestas del Estado y de legisladores de la oposición. Carámbula dijo que si bien el ámbito pluripartidario estudiará la sustentabilidad del FNR, por ahora “no está planteado” dar marcha atrás en la devolución de aportes del Fonasa.