El juez argentino Daniel Rafecas rechazó la denuncia que presentó el fiscal Alberto Nisman y que, luego de que éste muriera, fue impulsada por su colega Gerardo Pollicita. El texto acusaba a la presidenta Cristina Fernández, al canciller Héctor Timerman y a varias figuras del oficialismo de encubrir a imputados iraníes en la causa por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) mediante un memorando de entendimiento con Irán aprobado luego por el Congreso.

El fallo considera que corresponde “la desestimación de la denuncia por la ausencia de adecuación del hecho denunciado a algún tipo penal”. En otro tramo, el texto de Rafecas dice: “Ha quedado claro que ninguna de las dos hipótesis de delito se sostiene mínimamente”. Además, el juez escribió que la acusación presentada por Nisman y Pollicita “carece de todo asidero [...] especialmente desde el Derecho”. De acuerdo con Rafecas, “la evidencia reunida, lejos de sostener mínimamente la versión fiscal, la desmiente de un modo rotundo y lapidario, llevando también a la misma conclusión de la inexistencia de un delito”. El fallo puede ser apelado por Pollicita.

Este caso desató un fuerte enfrentamiento entre el oficialismo y algunos fiscales y jueces, en particular después de la muerte de Nisman. Esto desembocó además en una reforma de los servicios de inteligencia que se convirtió en ley ayer en el Congreso, con 131 votos a favor y 71 en contra. El proyecto aprobado disuelve la Secretaría de Inteligencia, involucrada en la investigación de Nisman, y crea una Agencia Federal de Inteligencia, cuyo director y subdirector deberán ser designados por el gobierno con venia del Senado. Además quedaron modificadas las funciones de los espías y se establece un mecanismo para hacer más transparente el uso de los fondos reservados.